Este pez ha podido volver a nadar gracias a una 'silla de ruedas' acuática

Este pez ha podido volver a nadar gracias a una 'silla de ruedas' acuática

Este bichino no hace aguas.

Un carpín dorado con un trastorno incurable de la vejiga —que le impide controlar su flotación— ha podido volver a nadar gracias a una curiosa silla de ruedas construida para él. No hace falta añadir que esto le ha convertido en la sensación de internet.

Wheelchair fish is doing well pic.twitter.com/eHTeoEBU58

— Taylor Nicole Dean (@taylorndean) March 14, 2017

El inventor del aparato, Derek, trabaja en un acuario de San Antonio (Estados Unidos). Fue un clienta (y amiga) quien llegó con el pez. Su enfermedad en la vejiga causaba que no fuera capaz de mantenerse erguido en el agua, por lo que constantemente permanecía en el fondo de la pecera. "Por eso le hice una silla de ruedas y le encanta", escribió Derek en un mensaje a su dueña.

La silla de ruedas del animal —en realidad funciona más bien como un flotador— tiene una pieza de espuma de poliestireno, lo que le ayuda a flotar.

Su amiga, Taylor Dean —quien tiene un canal de YouTube sobre animales— compartió la conversación con Derek a través de Twitter y en poco tiempo los usuarios de esta red social se enamoraron del pececillo.

My friend made a wheelchair for a goldfish pic.twitter.com/QghXTY7rme

— Taylor Nicole Dean (@taylorndean) March 10, 2017

Taylor Dean compartió otro tuit con una imagen del pez, asegurando que está bien y que ahora tiene una silla de ruedas "más cómoda".

Just wanted to let you guys know wheelchair fish is still doing well and got an even more comfortable wheelchair pic.twitter.com/AwjeJU0pFL

— Taylor Nicole Dean (@taylorndean) March 15, 2017

Según contó Derek a BuzzFeed, el primer modelo lo construyó con un tubo de aire de acuario, que enrolló con cuidado alrededor del pez. "Añadí algunas válvulas en la parte baja, que actuaban a modo de silla para que se apoyara", explicó.

"Añadí peso abajo y algo para mantenerlo a flote arriba (espuma de poliestireno) y quité piezas despacio hasta que conseguí la flotación adecuada para que a él le resultara fácil nadar sin sentir que está arrastrando algo".

Este artículo fue originalmente publicado en la edición australiana de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés.