José Luis Centella: "Más pronto que tarde habrá una República en España"

José Luis Centella: "Más pronto que tarde habrá una República en España"

Entrevista al líder del PCE: "El partido está vivo y coleando"

José Luis CentellaEFE

"Señoras y señores. Hace unos momentos, fuentes autorizadas del Ministerio de Gobernación han confirmado que el Partido Comunista, perdón... el Partido Comunista de España ha quedado legalizado". Con voz entrecortada anunciaba esta noticia el periodista Alejo García en los micrófonos de Radio Nacional el Sábado Santo de 1977. Se acaba de cumplir el cuarenta aniversario de esa histórica fecha.

Aquel día el joven cordobés José Luis Centella estaba en el campo, de perol con unos amigos. Se enteraría horas más tarde al llegar a casa. Este estudiante de 18 años había entrado en el partido a través de unos compañeros de la universidad. No había tradición comunista en su casa, pero le llevaron a él su "rebeldía e inquietud".

Lo que no se podía imaginar es que cuarenta años más tarde sería él precisamente la imagen del partido, el secretario general del PCE. Se resiste a que la formación sea hoy una pieza de museo y se plantea como principal objetivo formar un gran bloque de izquierdas para derrotar al Gobierno de la derechas. Detrás de él hay unos 10.500 militantes. No es una situación boyante, pero está "vivo y coleando", reivindica. Y, además, este 14 de abril dice alto y claro que "más pronto que tarde habrá una república". "España no es un país monárquico", sostiene Centella.

¿Cómo es el estado de salud del PCE en este cuarenta aniversario?

Está activo e implicado en el proceso de configuración de la izquierda en España. Estamos en IU y en Unidos Podemos e implicados mucho en la lucha social. No es que sea una situación boyante, pero, como dirían en mi tierra, vivo y coleando.

Echando la vista atrás, ¿qué supuso esa legalización?

Supuso la culminación de una lucha. Se está intentando construir la historia a la medida de los poderes dominantes y se dice que el PCE fue legalizado a raíz de lo que supuso la manifestación y el entierro de los abogados de Atocha al demostrar moderación y contención. Eso no es cierto. La legalización supuso un triunfo del PCE y de la militancia. Fue un paso en esa lucha.

Dice que el PCE está vivo y coleando, ¿qué futuro le espera?

El futuro está por escribir, no solo el del PCE, sino el de toda la izquierda española y europea. El presente es intentar que en este país haya una salida social y democrática de la situación de crisis. Hay millones de españoles sufriendo unas políticas de recortes y ajustes que hacen que su vida sea más difícil y complicada que hace diez años. Estamos decididos a configurar una alternativa al PP y a lo que parece el actual pacto de Estado entre Cs, PP y PSOE para que haya una España diferente. Es un partido activo y vivo.

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¿Cómo se puede explicar desde la izquierda y el PCE que el PP ganara otra vez las elecciones y siga gobernando Mariano Rajoy después de una legislatura tan dura de recortes?

Hay que decir que el PP fue el más votado pero no ganó las elecciones. Hoy hay un Gobierno del Partido Popular porque en un momento determinado el aparato del PSOE dio un golpe interno para quitar a Pedro Sánchez e impedir que hubiera un Ejecutivo del cambio. Era perfectamente posible un Gobierno de Unidos Podemos y del PSOE. Hoy Sánchez podría ser presidente con un Gobierno en base a la mayoría de electores, que votaron en contra del PP. Pero Felipe González y Susana Díaz se confabularon para que no fuera posible.

Felipe González y Susana Díaz se confabularon para que no hubiera un Gobierno de cambio

Antes del "golpe" del que habla hubo otra oportunidad, cuando Sánchez pactó con Cs. Unidos Podemos votó en contra de ese Ejecutivo del cambio frente al PP. ¿Se arrepiente de aquello visto lo visto?

No, creo que el que se arrepintió fue Sánchez. Había una negociación y un avance, yo lo viví porque formaba parte de la comisión de Unidad Popular. Alguien convenció a Sánchez de que era posible un Gobierno con Cs, algo que matemáticamente no daba. Por eso se rompió la mesa a cuatro. Eso a esta altura sería posible en el Parlamento, no hay que olvidar que hay bastantes votaciones en las que el PP, incluso con Cs, queda en minoría. Alguien del PSOE se ha preocupado para que esa mayoría parlamentaria no sea una mayoría gubernamental.

Ha habido críticas dentro de Izquierda Unida por ir juntos con Podemos en las listas en las últimas elecciones y algunos piensan que Alberto Garzón vendió IU a Pablo Iglesias. ¿Fue buena esta idea de compartir listas? ¿Cómo ve el papel de IU dentro de ese grupo parlamentario? ¿Ha quedado desdibujada?

No solamente fue justa, sino que era necesaria. Hoy IU tiene más diputados y presencia que en las anteriores elecciones. Podemos no ganó más diputados e Izquierda Unida sí. Es verdad que se hizo con mucha premura pero los tiempos parlamentarios y electorales eran los que eran. Un poco precipitadamente, lo que provocó que no hubiera una suma matemática. Fue una apuesta de futuro y hoy hay un grupo parlamentario que es potente. Esperemos que en el próximo ciclo electoral esté todo consolidado y haya una alternativa de Gobierno, de cambio de sociedad. Estamos muy a gusto trabajando desde la base en la configuración de un gran bloque de izquierdas.

Lo que parece claro es que para gobernar debe haber un entendimiento con el PSOE y Unidos Podemos. ¿Es posible?

Tiene que haber fundamentalmente una gran hegemonía social que exija un cambio. Estamos esperando lo que suceda en el PSOE, con todo el respeto a esa fuerza no voy a vaticinar cuál es el PSOE de aquí a seis meses. Lo que sí es verdad es que con quienes dieron el golpe es mucho más difícil, con lo que hoy puede significar Felipe González. Él nunca ha querido el acuerdo con la izquierda, está más a gusto gobernando con la derecha que con IU o Podemos. La unidad de la izquierda va a venir en la medida que desde abajo, las bases de los sindicatos y políticas, nos impongamos. Fue posible, hubo un golpe institucional y lo dio el PSOE.

Desde la última Asamblea de IU, lleva las riendas del partido Alberto Garzón. ¿Cómo lo está haciendo?

Él y un equipo en el que me incluyo. Estamos intentando situar a IU en la política actual, potenciando una lucha en la calle. Podemos estar moderadamente satisfechos en estos tiempos convulsos de que IU tiene una presencia que permite mirar el futuro con optimismo.

En la Asamblea de Vistalegre vimos una lucha de modelos entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, ¿Cuál le gusta más?

Lo he dicho antes con el PSOE, respeto a cualquier otra formación política. En el caso de Podemos, nos gusta más una fuerza política que esté de acuerdo con los planteamientos de IU más allá del acuerdo electoral, que sea capaz de tener la voluntad de configurar un espacio amplio de la izquierda y de las fuerzas de progreso. Estamos satisfechos con lo que ha ocurrido en en Vistalegre. Igual que lamentamos el golpe que hubo en el PSOE, creemos que lo que ha salido de Vistalegre facilita el entendimiento con otras fuerzas.

Estamos satisfechos con lo que ha ocurrido en Vistalegre

Ahora llegan las reivindicaciones por el 14 de abril, ¿habrá algún día un referéndum sobre monarquía o república?

Más pronto que tarde habrá república en este país. Lo normal sería que fuera producto de un referéndum donde los españoles pudiesen votar. Pero, si eso lo impiden, lo mismo el referéndum viene por otra vía. En 1931 hubo un referéndum que no se convocó, que fueron las elecciones municipales y que provocaron el exilio de Alfonso XIII. Estamos convencidos de que en este país va a haber una república, sigo pensando que España no es un país monárquico, y estamos decididos a desenmascarar la monarquía, uno de los ejes sobre los que ha pivotado un régimen ya agotado y que surgió después del 78. Y también es uno de los ejes sobre los que ha pivotado gran parte de los elementos de corrupción de este país. No hablo de futuribles ni suposiciones, hablo de hechos juzgados.

¿Qué le pareció la sentencia del caso Nóos y la decisión de que no vaya a la cárcel Iñaki Urdangarin?

Más que la sentencia, a mí me pareció bochornoso el proceso. El fiscal era más abogado defensor y se intentó blindar a la infanta frente a las evidencias. La sentencia es tremendamente blanda cuando uno ve que hay más de trescientos sindicalistas que esté siendo perseguidos. Demuestra que es la misma Justicia que en el franquismo.

¿Cómo lo están haciendo los nuevos reyes?

Lo están haciendo en el marco de lo que es la familia. A nivel personal, nos parecen totalmente respetables, pero a nivel institucional nos parece que es algo anómalo. Que alguien pueda ser jefe de Estado por derecho de sangre no aporta nada a la vida política y no tiene legitimidad. Son el símbolo de una institución que debe desaparecer.

El proceso del caso Nóos ha sido bochornoso

¿Qué queda de aquel lema de España, mañana, será republicana?

Queda todo. Cualquier encuesta da que una gran parte de españoles exige el derecho al referéndum, incluso muchos que se consideran monárquicos. Es algo que el sistema está intentado evitar, pero más pronto o más tarde será una realidad.

¿Cuántos militantes tiene a día de hoy el PCE?

Tenemos en torno a 10.500 militantes de cuota. Luego hay un estatus de simpatizantes y llegamos a unas 18.000 personas que pueden estar vinculadas de una manera u otra al PCE.

¿Hasta cuándo va a seguir usted como líder del PCE?

No me lo planteo. Hay un congreso en noviembre y toca elegir dirección. Ya veremos. Nos importa más la política que la dirección, lo veremos después del verano. Sí me planteo seguir activo. La próxima dirección del PCE será colectiva y sin mucha tensión.

¿Por qué se hizo del PCE?

Entré en la universidad. Estos días me he acordado mucho y nunca me habían preguntado por eso. Entré en la universidad y no venía de familia comunista, no tenía tradición. No había tenido actividad política y allí tenía inquietudes, rebeldía. Mis contactos de la gente que se movía allí eran del PCE y empecé a trabajar con ellos. Y me encontré militando en el partido casi sin saberlo, era el grupo hegemónico en la universidad.