Una nueva tendencia denominada nesting (anidar en el hogar), procedente de los países nórdicos —los más felices del mundo según las Naciones Unidas— se extiende como la pólvora por Europa. ¿En qué consiste esta práctica? Pues eso, en quedarse en casa y disfrutar de estar en ella: cocinando, redecorando, ordenando, organizando cenas, escuchando música, viendo una película, jugando con los niños o, simplemente, sin hacer nada, algo que, según algunos especialistas, es necesario para estimular la creatividad y la empatía.

¿Qué se necesita para practicar nesting? Pues solo dos cosas: tiempo y convertir la casa en un lugar bonito, cómodo y divertido, en el que nos guste estar, y en el que la decoración y el ambiente creado logren que desconectemos y nos relajemos.

Hay numerosos estudios que aseguran que tener el hogar ordenado y bonito nos hace tener mejor humor, mejor descanso y mayor calidad de vida. Es hora de pararnos a pensar. ¿Nos gusta nuestra casa? ¿Es bonita? ¿Está limpia y ordenada? ¿Hemos conseguido crear un ambiente relajado? ¿Es el sitio del mundo en el que mejor nos sentimos?

En muchos casos la respuesta será negativa... Los hay que son capaces de vivir con el mueble que tenía la casa cuando la alquilaron —y que es un horror—, pero al que ya se han acostumbrado. Otros han convertido la bicicleta estática en percha improvisada de su habitación. Otros son capaces de convivir con los juguetes de los niños por medio del salón. Y unos pocos se plantean cambiar el sofá cada vez que se hunde cuando se echan la siesta, pero llevan posponiéndolo más de un año.

Si cada día nos aseamos y nos vestimos para vernos bien y a la moda, ¿por qué no hacemos lo mismo con "nuestro territorio"?

Es tiempo entonces de ponernos manos a la obra y no dejarlo para más adelante. Identifiquemos esos rincones que nos horrorizan de la casa, busquemos buenas ideas y dediquemos una tarde a ir de tiendas, y a ordenar y poner bonito nuestro hogar.

Quizá te veas reflejado con alguno de los ejemplos que te damos a continuación... Pero no te preocupes, también te damos la solución.

Deshacernos de los muebles viejos y no saturar la habitación con demasiados elementos dará mayor sensación de amplitud y luminosidad a la estancia.

La elección de colchas, edredones, cojines y cortinas es importantísima. Además, es necesario esmerarnos a la hora de hacer la cama y, como es el lugar en el que vamos a dormir, mejor evitar los colores y los estampados chillones.

La diferencia es evidente, ¿verdad?

Lo más valorado en un cuarto de baño es la limpieza, así que apostaremos porque los colores y la decoraciòn intensifiquen esa sensación. ¿Cómo?

Cuanto más despejado de elementos, mejor (las dos alfombrillas de la foto, el perro y el mueble de madera abarrotan el espacio), y mejor elegir materiales en tonos neutros y fáciles de limpiar.

¿No es mucho más agradable así?

Que nuestra mesa de trabajo luzca impecable es cuestión de orden y buenas ideas. Estanterías, cajas, carpetas y portabolis nos ayudarán a mantener todo en su sitio.

Muy importante: deshazte del lío de cables escondiéndolos detrás los muebles, tapándolos con recogecables o guardándolos en cajas de colores.

¿A que parece muy sencillo?

Es una de las piezas fundamentales de una casa y la que más habla de sus dueños... Por eso no vale cualquiera: no sirve el que te ha dado tu madre cuando ha cambiado el suyo; tampoco el que ya estaba en la casa cuando la alquilaste hace cinco años; ni tampoco es recomendable comprar el más barato.

Y cada día, ahueca bien los cojines, limpia las migas y las manchas, coloca encima unos bonitos cojines y dobla la mantita a un lado, de manera que sea un elemento más de la decoración.

¿A qué este sí que es un maravilloso rincón de hogar?

En la cocina conviven numerosos elementos: menaje, alimentos, electrodomésticos, cacerolas y sartenes... por eso el orden es fundamental.

No es conveniente saturar el espacio con adornos que no sirven para nada —solo hay que echar un ojo a la estantería de la foto—. Si acaso, coloca una planta o unas flores que alegren la estancia, y juega con las tazas y utensilios como si fuesen un elemento decorativo más. En las tiendas los encontrarás preciosos.

Y no olvides que lo más importante en la cocina es el orden... Por no hablar de la limpieza.

Cuando la comida se sirve en una mesa bien arreglada, con una vajilla bonita, adornada con centros vegetales... todo parece estar más rico. Y al contrario: un mantel sin planchar y unas copas rayadas pueden arruinar el momento.

Así que si vas a celebrar una cena especial, con tu pareja o amigos, además de esforzarte en la cocina, pìensa al detalle qué mantel vas a utilizar y cómo vas a decorar la mesa. Un servilletero que contraste con el color de la servilleta y unos ramilletes de hojas transformarán la escena. Seguro que tus invitados alaban tu buen gusto.

Mira qué sencillo...

Las últimas vacaciones, la familia, la celebración de tu cumpleaños... A todos nos gusta mostrar nuestras fotos e integrarlas en la decoración de la casa. Pero olvídate de colocarlas tal cual, con una cacho de cinta adhesiva o unas chinchetas pegadas a la pared.

Prueba a componer tu propio rincón de fotos con marcos de diferentes formas y colores. O diseña una guirnalda con pequeñas pinzas de las que cuelgan las fotos... Pon a prueba tu creatividad y buen gusto a la hora de adornar tu casa con tus imágenes preferidas.