Sant Jordi para 'dummies': todo lo que tienes que saber sobre el día del libro en Cataluña

Sant Jordi para 'dummies': todo lo que tienes que saber sobre el día del libro en Cataluña

¿Por qué se regala un libro? ¿Y una rosa?

Si le preguntas a unos cuantos catalanes qué se celebra exactamente por Sant Jordi, las respuestas nunca serán las mismas. Uno te dirá que es el día de los enamorados en Cataluña. Otro opinará que es el día del libro. Un tercero afirmará que es otra jornada de afirmación nacional, una especie de 11 de septiembre pero con libros y rosas.

Sant Jordi es un poco de todo lo anterior. No es la Diada Nacional de Cataluña pero sí la de su patrón. Al contrario que el 11 de septiembre, todos los catalanes —nacionalistas y no nacionalistas— lo celebran con ganas. No es un día festivo, aunque está bien visto escaquearse un rato del trabajo para pasear y comprar algún libro. Tampoco es San Valentín, pero pobre de ti que ese día no hagas algo con tu pareja y le regales un libro y/o una rosa.

Si no controlas demasiado el tema Sant Jordi, te resumimos unos cuantos aspectos básicos para que no te pierdas.

Hay muchas rosas por todos lados, muchos enamorados cogidos de la mano, muchas paradas de libros y encima es primavera. Es la fiesta de la cultura y del amor, dicen. Pero no nos engañemos, también es día más agobiante para pasear por el centro de Barcelona. El pasado 23 de abril se vendieron 1,6 millones de libros y 5,5 millones de rosas en Cataluña, la mayoría en la ciudad condal.

Si eres alérgico a las aglomeraciones, evita La Rambla, el Paseo de Gràcia y la Rambla de Cataluña, sobre todo durante la tarde. Comprar un libro o pasear por esos parajes puede convertirse en una auténtica pesadilla. Además, encontrarás paradas de libros y rosas en todos los barrios de Barcelona y podrás pasear más relajadamente. Los más curtidos incluso compran los libros semanas antes para evitar las colas. Eso sí, no disfrutan del 10% de descuento que tienen todos los títulos el día de Sant Jordi.

Resumiendo (mucho): la leyenda cuenta que un dragón tenía atemorizado a un pueblo cercano a Tarragona. Para calmarlo, le entregaban a diario un habitante para que se lo comiera. El día que le tocó a la hija del Rey, Sant Jordi apareció, la rescató y mató al dragón. De su sangre creció un rosal con rosas rojas y Sant Jordi cortó la más bella y se la entregó a la princesa. Durante la Edad Media, la mayoría de reyes de la corona de Aragón mostraron su devoción por este santo, al que se le pedían ayuda para combatir a los infieles en las cruzadas.

La tradición de regalar una rosa a la chica que te gusta se remonta al siglo XV. Su origen lo encontramos en una feria de rosas que se celebraba en los aledaños del Palau de la Generalitat a finales de abril. La tradición de regalar un libro, en cambio, tiene su origen en 1926, cuando en España se instauró el 23 de abril como el día del libro, coincidiendo supuestamente con la muerte de Cervantes. La UNESCO declaró esta jornada como el Día Mundial del libro en 1995.

  5c8ac6c92300002f00e72681Getty Images

Estamos entrando en terreno pantanoso. En una sociedad que trata de eliminar los antiguos roles de género, una tradición de origen medieval como Sant Jordi queda en una posición comprometida. No regalarle una rosa a tu novia es una idea harto arriesgada. Pero no regalarle ningún libro —si le gusta leer— también puede traerte problemas. Si quieres un consejo, ráscate el bolsillo, regálale las dos cosas y así no la cagas.

No te preocupes. Una gran parte de los libros que se regalan por Sant Jordi acaba pillando polvo en un rincón de casa. Comprar libros y leerlos son cosas muy distintas. Un estudio reciente realizado en Reino Unido asegura que la mitad de los libros almacenados en las estanterías nunca han sido leídos.

Lo importante es apoyar el sector, participar en la celebración y responder con un libro al regalo que recibas. A malas, siempre quedarán los libros de fotos o de arte. También puedes regalarle uno Paulo Coelho y decirle que ahí encontrará frases muy profundas para su perfil de Facebook.

¿Estamos locos? ¡Esto es Cataluña amigos! El Pacto Nacional por el referéndum prepara para este día una recogida masiva de firmas para pedir la celebración de la famosa consulta de autodeterminación en septiembre. La entidad pretende instalar más de mil puntos de recogida de firmas por todo Cataluña. Aparte, un ejército de 2.000 voluntarios (sí, 2.000) recorrerá Las Ramblas de Barcelona para sumar más apoyos para el referéndum.

A diferencia de lo que muchos piensan, Sant Jordi es un día laborable en Cataluña. Precisamente este es su principal encanto: todos los vecinos salen a pasear por su propia ciudad al salir del trabajo o se escapan un rato durante el mediodía.

  5c8ac6c9250000bd0581b9c8Getty Images

Este año, no obstante, Sant Jordi cae en domingo. Esto puede suponer que las aglomeraciones en las paradas de libros estén más repartidas durante el día y no se vivan los agobios habituales de la tarde. Aún así, no cantes victoria. Que caiga en domingo también permitirá que mucha gente de fuera de la ciudad se acerque a Barcelona para conocer cómo se vive la celebración en la capital. Para más inri, a las 20:45 muchos querrán estar ya en su casa: se juega el clásico Madrid-Barcelona con La Liga en juego.

Sí, una gran cantidad de museos y equipamientos abren sus puertas gratis durante todo el día. Es una buena ocasión para visitar el interior del Ayuntamiento de Barcelona, el pabellón Mies Van Der Rohe, el recinto modernista de Sant Pau, el Ateneo de Barcelona o el Museo de Historia de Cataluña.

Tranquilo, quien escribe esto tampoco —más allá del apellido— y le sigue gustando Sant Jordi. Aprovecha para regalarle un libro o una rosa a tus padres, a tu abuelos, a tu hermanos o a esa persona que te gusta y no te hace caso. También podrías comprarte un libro para ti, que ya tocaría leer un poco. Intenta no observar demasiado a las parejas felices y haz lo posible para obviar la sobredosis de azúcar que recorre la ciudad. Si todavía te entra pena, recuerda que cada cinco minutos se rompe un matrimonio en España.