Un equipo de mujeres empodera el cine iberoamericano

Un equipo de mujeres empodera el cine iberoamericano

El festival IFF Panamá se abre paso en el masculino universo cinematográfico.

IFF PANAMÁ

¿Qué puestos desempeñan las mujeres en las altas esferas del cine? ¿Cuántas ocupan cargos directivos? En el mundo, a día de hoy, hay 15 festivales de cine de carácter competitivo denominados 'clase A'. Esto indica que han obtenido la categoría más alta a la que puede optar un evento de este tipo y que cumplen con una serie de estrictos requisitos. Esta clasificación es otorgada por la FIAPF, la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos. Pues bien, de esos 15 festivales, entre los que destacan Cannes, Berlín, Venecia o San Sebastián, sólo tres son dirigidos por mujeres: El Cairo, Shanghai y Tallin. Esto supondría sólo un 20% de presencia femenina en los puestos directivos de estos eventos, cruciales para la industria. Un claro reflejo de lo que ocurre en un ámbito en el que las mujeres tienen aún un largo camino por delante hacia la igualdad.

El International Film Festival de Panamá es una excepción. El IFF Panamá, que cerró su sexta edición el 5 de abril y desde su nacimiento en 2012 no ha hecho más que crecer y posicionarse en el mapa internacional como altavoz del cine iberoamericano, no está entre esos 15 festivales de categoría A, pero puede presumir de que su equipo organizador está repleto de mujeres. Desde su directora, la cineasta panameña Pituka Ortega-Heilbron, cuyo penúltimo trabajo, Historias del canal, estuvo nominado a los Goya en 2014, hasta su directora artística, la canadiense Diana Sánchez, reconocida programadora de cine iberoamericano en el prestigioso Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), considerado una de las antesalas de los Oscar. Ellas dos están al frente de un equipo de 23 personas en el que solamente hay cuatro hombres. Su directora se pronuncia al respecto: "Yo opino que es fabuloso, que es un festival del siglo XXI en ese sentido. Los hombres que trabajan con nosotros son feministas porque entendemos el feminismo como el balance y la igualdad de oportunidades". Un hecho que aparentemente no debería llamar la atención, pero que lo hace si comparamos este festival con los que son referentes en el mundo del cine.

  Pituka Ortega-Heilbron, directora del International Film Festival de PanamáAMAYA V. NAVASCUÉS

La directora de cine Inés París, cuya película La noche en que mi madre mató a mi padre ha sido proyectada este año en el IFF Panamá, afirmaba en el informe Mujeres y Cultura de 2012 que "el cine es cosa de hombres: hay muchas mujeres trabajando en la industria pero no están en puestos directivos, que es donde se decide qué se cuenta y cómo". Los datos ponen de manifiesto las afirmaciones de la directora: según un estudio hecho en 2015 por CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, solo el 7% de las películas españolas están dirigidas por una mujer y las mujeres suponen solo el 26% de los trabajadores del cine español. Hay más números, esta vez internacionales, que evidencian esta realidad: en 2016, de las 20 películas seleccionadas para competir por el León de Oro, el máximo galardón del Festival de Venecia, solo una de ellas estaba dirigida por una mujer. El logro estuvo en que se alzó con el Premio especial del Jurado, convirtiendo a la estadounidense Ana Lily Amirpour en la merecedora, si no del premio más reconocido, de un lugar en el palmarés con su película The Bad Batch.

Este año las mujeres también están posicionándose en lugares destacados: el Festival de Berlín es un buen ejemplo, donde este pasado febrero la directora húngara Ildikó Enyedi obtuvo el Oso de Oro por On Body and Soul y la española Carla Simón deslumbró con su ópera prima Verano 1993que también ha ganado la Biznaga de Oro en el festival de cine de Málaga y dará que hablar esta temporada. Sin embargo Cannes, que se celebrará del 17 al 28 de mayo, vuelve a las andadas y de 20 directores cuyos títulos están nominados a la Palma de Oro, solo tres son mujeres: la estadounidense Sofia Coppola, la japonesa Naomi Kawase y la escocesa Lynne Ramsay. Habrá que ver si ese 15% de presencia femenina vuelve a hacer que el 7,5% de posibilidades de ganar que tiene cada una se torne a su favor.

La selección de películas del IFF Panamá deja más espacio a las mujeres y les otorga una presencia más equitativa: de 69 películas en cartel, 19 están dirigidas por mujeres y dos más son codirecciones en las que participa una mujer. Por tanto, hay 21 cintas bajo las directrices, miradas y formas de narrar femeninas, lo que supone un 30% de presencia y un avance considerable.

Aunque el hecho de que el IFF Panamá lo dirijan mujeres "no fue inicialmente planeado así", como explica su directora Pituka Ortega-Heilbron, lo cierto es que la realidad y las cifras avalan el acierto de esa elección. Pero no todo es un camino de rosas. Según explica la cineasta, "Panamá es un país que es reflejo del mundo, donde la mujer lleva la responsabilidad en la sociedad, lo que pasa es que no tienen la misma notoriedad que la que obtienen los hombres por hacer cualquier 'cosita'. Pero no me tomen a mal: yo amo a los hombres [...] pero la mujer tiene que estar constantemente reportando lo que hace: todo lo que un hombre hace hasta el 10, la mujer lo tiene que hacer hasta el 50 para obtener apoyo y respeto. Hay prejuicios contra la capacidad de la mujer que no tienen ninguna razón de ser. Igualmente ocurre con mujeres de ciertas etnias. Las mujeres líderes de empresas siguen siendo mujeres con ciertos recursos y privilegios económicos. Veo que es más difícil para mujeres por ejemplo de piel negra y pienso que entonces el mérito ya no está solo en tener mujeres líderes, sino que es algo que tiene que trabajarse desde mucho más atrás".

"Panamá es un país misterioso, porque se le conoce por cosas muy particulares, pero es mucho más que eso. El crecimiento del país después de la Invasión ha sido vertiginoso y constante", afirma la directora del IFF Panamá. La región tiene una conectividad geográfica privilegiada. Tener un activo como el Canal de Panamá les ha situado en el centro de muchos intereses internacionales. Estados Unidos detentó los derechos del Canal desde 1914 hasta 1999. También, invadió el país en 1989 con la intención de derrocar al dictador Manuel Antonio Noriega. La influencia americana es palpable en el día a día: se nota en la forma de hablar con el uso continuo del spanglish: por ejemplo, las sesiones de 'preguntas y respuestas' celebradas tras cada película durante el festival, son denominadas 'Q&A' por 'questions and answers'. También se nota en las castellanizaciones imposibles, como en el nombre del pueblo Arraiján, que estaba 'a mano derecha' (at right hand) de la zona americana del Canal.

  El director Sebastián Cordero y el actor Daniel Adum en la sesión de Q&A tras la proyección de su película.FLICKR IFF PANAMÁ

Toda esta influencia hace necesario que la sociedad panameña busque el cine como herramienta para construir su propia identidad. Como explica la directora, "el cine es una herramienta poderosísima y estas historias son muy importantes para un público que a veces no se conoce a sí mismo. A Panamá le ocurre los mismo que a todos los países que comienzan su industria cinematográfica: lo primero que hace es una búsqueda interna de su propia historia y personajes".

Lo cierto es que desde que en el país se promulgó la Ley del Cine en 2012 (nuestra correspondiente ley en España tampoco surgió mucho antes: vio la luz en 2007) las producciones nacionales se han activado y el festival busca ser una ventana internacional para ese cine de la región, recogido en la sección 'Historias de América Central y del Caribe'. De las cuatro películas panameñas proyectadas en esta última edición, encontramos una ficción y tres documentales que cuentan capítulos que muchos panameños no conocen sobre su identidad, como por ejemplo la historia de la sindicalista Marta Matamoros a la que cualquier panameño que tenga derechos laborales le debe algo.

Cuba, Trinidad y Tobago, Costa Rica, Colombia, México, República Dominicana o Haití han traído también interesantes propuestas de calidad para completar la impronta de la región del Caribe. Por ejemplo, la película dominicana que ha cerrado el festival, Carpinteros, viene avalada por su estreno en el Festival de Sundance.

Fue en la rueda de prensa de clausura donde el director de cine dominico-haitiano Jean Jean, también actor protagonista de la mencionada Carpinteros, recurría a la frase del cineasta cubano Julio García Espinosa "un país sin imágenes es como una familia sin álbum de fotos" para concienciar sobre el problema de difusión del cine centroamericano, a lo que añadió otra propia: "Tenemos que hacer una revolución. La cuota de pantalla que ocupa Hollywood es la castración de nuestra identidad".

  Rueda de prensa de clausura del IFF PanamáFLICKR IFF PANAMÁ

Según la directora del festival, el caballo de batalla del cine iberoamericano es este: "Distribución, distribución y distribución", a lo que suma una idea que cree firmemente: "El cine también puede cambiar el mundo. Es vital que la gente tenga acceso al cine independiente".

Y ese es el principal problema, que las películas no llegan a las salas. Muchas veces los productores tienen que buscar otras vías, como lo sería posicionar la película en Netflix sin pasar casi por los cines. Todo esto se debe a que la gran industria de Hollywood copa las salas de proyección y cuenta con muchísimo más presupuesto en publicidad y distribución.

Sin embargo, en ámbitos de reconocimiento especializado, el cine iberoamericano se abre camino a pasos agigantados en la industria y el IFF Panamá trae todos esos éxitos que pasaron o están pasando por los principales festivales del mundo. Alberto Barbera, director de La Mostra de Venecia, afirmó en 2016 que el cine latinoamericano era "el cine más vivo e interesante que existe en la actualidad".

El festival también dejó un espacio especial al cine español, considerado por su directora como "un cine que gusta mucho a los panameños. Abrir con la película Jota de Saura era algo de mucho calibre para el festival".

El IFF Panamá también tuvo cabida para interesantes clases magistrales en torno al cine y sus entresijos. En uno de ellos, el productor chileno Giancarlo Nasi dijo que "si una película va a Cannes, se dispara el número de agentes de venta interesados en ella".

Pues bien, el festival tiene firmado el acuerdo IFF Panama goes to Cannes por el que el ganador de su sección Primeras miradas, además de ganar un fondo económico, verá proyectada su película en el próximo festival de Cannes, donde podrá participar en el Marché du Film de Cannes, el mercado más grande de la industria. Este año, el tercero en que se celebra esta sección, el premio ha sido para la película de República Dominicana Cocote, del director Nelson Carlos de Los Santos.

  El ganador de Primera Mirada 2017, Nelson Carlos De Los Santos, verá su película proyectada en CannesFLICKR IFF PANAMÁ

Ya no se trata por tanto de poner el foco en el IFF Panamá porque esté liderado por mujeres. En el mundo, según Naciones Unidas, hay casi un 50%-50% de hombres y de mujeres, así que este liderazgo no es más que una compensación por otros tantos masculinos. Se trata de algo más, de aplaudir un evento cultural que intenta alzar la voz y ser un reflejo del mundo en el que vivimos. Quizás si se hace hincapié en cine que parte tanto de hombres como de mujeres, las historias que lleguen a la gran lanzadera de Cannes sean más acordes a las múltiples visiones de la realidad.

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