Moción de censura a ninguna parte

Moción de censura a ninguna parte

A Podemos no le salen las cuentas: PSOE, Ciudadanos y PNV rechazan su moción de censura

"Esta moción de censura es un imperativo ético. Es necesario presentar medidas urgentes para sacar al PP de las instituciones", ha dicho esta mañana un Pablo Iglesias con el rictus serio en una rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso junto a los portavoces Podemos, En Comú Podem, IU y en Marea.

Con estas palabras el líder morado anunciaba que su grupo parlamentario, Unidos Podemos, presentará una moción de censura en el Congreso contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Según Iglesias, la acumulación de casos de corrupción que asolan el PP ha sumido a España en "un estado de excepción democrático", con el "saqueo" de las administraciones públicas y con un "comportamiento parásito de las instituciones" por parte del Gobierno de Rajoy. "Sacar al PP de las instituciones es una necesidad", ha asegurado y ha instado al PSOE y Ciudadanos a sumarse, si de verdad quieren hacer frente a "la corrupción del PP".

Pero el llamamiento no ha surtido mucho efecto. Aunque la Constitución de 1978 establece que una moción de censura tiene que ser propuesta al menos por la décima parte de los diputados, esto es, por 35 parlamentarios- un requisito que cumplen, ya que Unidos Podemos cuenta con 67 diputados (más los cuatro de Compromís con los que concurrieron en coalición), una cosa es poder presentar una moción de censura y otra distinta que salga adelante.

Y ahí es donde los números no le salen a Unidos Podemos. Para que la moción de censura prosperase, Iglesias necesitaría mayoría absoluta, esto es, la mitad de los escaños más uno (176). Traducido a apoyo parlamentario, esto significa el 'sí' a la moción del PSOE y otros veinte diputados.

Para empezar, del PSOE ha obtenido un rotundo 'no'. El portavoz del grupo socialista, Antonio Hernando, ha rechazado dar apoyo a la moción de censura y ha acusado a Pablo Iglesias de "mala fe" y de "irresponsabilidad" al entender que estos "fuegos artificiales" lo que hacen es "deteriorar" a la oposición. "Estamos perdiendo un tiempo precioso con estos fuegos artificiales de Iglesias para exigir responsabilidades al PP por su pantano de corrupción".

A los socialistas no les han sentado nada bien las formas de Iglesias que, según la versión de Hernando, se puso en contacto con ellos diez minutos antes de hacer el anuncio.

Ese mismo reproche también ha salido de los labios de Susana Díaz: "Cuando uno de verdad quiere una moción de censura primero lo habla y después lo anuncia", ha dicho desde Hinojos (Huelva). La presidenta de la Junta de Andalucía ha dicho que lo que quiere Iglesias es "desviar la atención" y advierte que, con este planteamiento, "le hace un favor a la derecha y desvía la atención de un Gobierno que está en una situación muy complicada".

Sólo unas horas antes, la diferencia de opiniones dentro de un PSOE fracturado la ha dejado clara Pedro Sánchez tras exigir la dimisión de Mariano Rajoy por los casos de corrupción en torno a su partido: "El PSOE de la abstención tiene difícil pedir la dimisión".

En el PNV también han escocido las formas de Iglesias. Su portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, ha revelado que el líder de Podemos se ha limitado a mandarle un sms a Andoni Ortuzar, presidente de la formación vasca. "No me parece una forma seria de hacer política. La casa no se construye por el tejado, sino por lo base". Esteban ha calificado de "torpeza absoluta" la moción de censura y ha advertido de su posible efecto adverso: reforzar a Rajoy porque deja en evidencia que "no hay una mayoría alternativa".

Ciudadanos tampoco ha escatimado adjetivos para calificar la iniciativa parlamentaria de Unidos Podemos. De "Número circense" y "performance" la ha tildado Juan Carlos Girauta, portavoz de los naranjas en el Congreso. "A los del bus les da palo trabajar", ha despachado Albert Rivera en Twitter.

Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, ha contado que Unidos Podemos no los ha llamado para recabar su apoyo y ha lamentado el "oportunismo" de la propuesta de Podemos porque supone '"una oportunidad perdida para el cambio" que "generará más frustración a la gente".

Quien sí se va a sentar a negociar la moción de censura contra Rajoy será ERC. "Somos los campeones antirajoy, antipp y anti las políticas reaccionarias que representa el PP", ha dicho su diputado Gabriel Rufián. Aunque ha puesto una condición: "ERC no tendrá ningún problema en apoyar un cambio a Rajoy siempre y cuando el nuevo gobierno no ponga ningún obstáculo al referéndum... ERC no traicionará a su votante, a que el pueblo catalán vote. El referéndum no es accesorio, no es una manía del pueblo de Catalunya", ha dicho Rufián en declaraciones a Europa Press.

El líder independentista ha asegurado que ha conocido las intenciones de Podemos por una llamada de 30 segundos que ha hecho el líder de EnComú Podem en el Congreso, Xavier Domènech, al líder de ERC, Oriol Junqueras. Rufián, conocido por sus intervenciones desafiantes, ha lamentado que la propuesta no se hubiera hecho de manera más formal.

La otra parte soberanista del Congreso, el PDeCAT, no ha querido desvelar cuál sería el sentido de su voto porque antes quiere conocer de primera mano en qué términos se plantea. Con estos asuntos, ha dicho su portavoz Carles Campuzano, hay que ser "serios y rigurosos": "Lo serio es que, antes de hablar de requisitos, exista una reunión cara a cara".

Con los números en la mano, la moción de censura no tiene visos de prosperar. Cosa que no arredra a Pablo Iglesias. A la pregunta de los periodistas de si registrarán la moción aunque no tenga posibilidad de salir adelante, el líder de Podemos ha contestado esta mañana con un rotundo "sí". Aunque casi todos los otros grupos parlamentarios hayan reaccionado como aquel chiste: ¿Sabes contar? Pues no cuentes conmigo.