Por qué estamos cansados a pesar de haber dormido ocho horas

Por qué estamos cansados a pesar de haber dormido ocho horas

¿A ti también te pasa?

Hay ocasiones en las que incluso después de ocho horas de sueño llegamos bostezando al trabajo.

Para dar respuesta a la pregunta de por qué estamos siempre cansados, el equipo de AsapSCIENCE investigó las razones por las que el agotamiento perdura a pesar de haber dormido una cantidad razonable de horas.

Según el último vídeo de la cuenta de YouTube de AsapSCIENCE, si sabemos que el número de horas de sueño no es el problema, la segunda causa más habitual de esta fatiga crónica es la falta de ejercicio o una dieta poco saludable.

"En muchos estudios se ha llegado a la conclusión de que los adultos que empezaban a hacer ejercicio varias veces por semana decían sentirse menos cansados después de seis semanas", se explica en el vídeo. "Las personas que hacen ejercicio con mayor frecuencia aseguran dormir mejor, aunque, según las investigaciones al respecto, no duerman más tiempo".

Pese a que todo el mundo piensa que el café ayuda, depender de la cafeína también puede contribuir a que nos sintamos más somnolientos. Esto se debe a que la cafeína bloquea la adenosina en el cerebro, que normalmente se acumula durante el día, y hace que tengamos sueño por la noche.

"El consumo de café o de bebidas energéticas en las seis horas anteriores al momento de acostarse puede afectar a la calidad del sueño", se explica en el vídeo. "Como consecuencia, las personas que no toman cafeína con frecuencia dicen sentirse menos cansadas por las mañanas".

La deshidratación también puede estar relacionada con que nos cueste levantarnos por las mañanas.

Los expertos han llegado a la conclusión de que la falta de agua en el cuerpo provoca agotamiento y dificulta la concentración. Esto se debe a que la sangre se espesa, de manera que se ralentiza el flujo de nutrientes y de oxígeno que llega a los músculos y a los órganos.

Si no estamos seguros de si bebemos el agua que deberíamos, debemos fijarnos en la orina. Si no es de color amarillo pálido y es de un tono más oscuro, hay que beber más.

Mientras el agua es importante para evitar el cansancio crónico, el consumo de alcohol puede tener el efecto contrario.

A pesar de que el alcohol hace que nos durmamos más rápido, la calidad del sueño será inferior a la habitual, lo que provocará que nos sintamos cansados durante el día.

Como es lógico, la salud mental también tiene mucho que ver con el cansancio. Las personas que padecen ansiedad, depresión o estrés tienen más probabilidades de sentirse más agotadas que la media, ya que estas enfermedades pueden provocar tanto agotamiento físico como emocional y la calidad del sueño puede verse afectada.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición británica de 'The HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.