Los tres monólogos ganadores del Famelab 2017 son la prueba de que la ciencia no es tan difícil de entender

Los tres monólogos ganadores del Famelab 2017 son la prueba de que la ciencia no es tan difícil de entender

¡Y además puede ser divertida!

La reina Letizia entrega el premio del concurso Famelab a Pedro Pajares.Getty Images

"Vengo a hablar de un teorema topológico bastante interesante, que se llama el teorema de la bola peluda. Dice algo así: todo campo vectorial continuo tangente a una esfera tiene al menos un punto donde su vector se anula".

😳

Esta es la cara que probablemente se les haya quedado a algunos al leer esta frase,. Sin embargo, el cacereño Pedro Pajares, estudiante de Matemáticas de 23 años, consiguió este miércoles hacer esto entendible con su monólogo Una bola peluda para atraerlos a todos, con el que se alzó como ganador en la quinta edición del concurso de monólogos científicos Famelab 2017.

El extremeño conquistó al jurado al explicar en menos de cinco minutos en qué consiste ese teorema y qué aplicaciones tiene. "Gracias al teorema de la bola peluda podemos asegurar que siempre hay un punto en la tierra en el que no hay viento, que normalmente coincidirá con el centro de un huracán", continuó el joven, que tras esta victoria acudirá a la final internacional del Cheltenham Science Festival de Reino Unido.

El segundo premio del concurso, celebrado en el useo Nacional de la Ciencia y Tecnologia (MUNCYT) y al que acudió al reina Letizia, fue para la valenciana Ana Peiró, quien explicó cómo percibimos el dolor y por qué existe el dolor crónico. El ascensor del dolor le sirvió a esta profesora del departamento de Farmacología en la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante) para explicar que "el dolor es una opinión cerebral".

"Cada cerebro decide cómo, cuánto y dónde le duele y se evalúa de 0 a 10", continuó la segunda finalista, que comparó el cerebro con "esa amiga cotilla" porque "sólo ve el dolor ajeno, nunca el propio". Aunque lo mejor del monólogo (lo que más risas generó) fueron las comparaciones de elementos pequeños con el cerebro de Trump o cuando recurrió a Woody Allen para aclarar por qué el dolor se cronifica.

El tercer premio se lo llevó Pablo Izquierdo con Actor secundario de microglía, que recordó la importancia de las células del cerebro: no dan grandes titulares pero su función es imprescindible. Sólo le faltó comparar estos actores secundarios con los centrocampistas, el mérito se lo llevan los delanteros por los goles pero ellos les dan el pase.

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