La cocina cutre de la que se quejan los Netanyahu: ¿es la suya o la del servicio?

La cocina cutre de la que se quejan los Netanyahu: ¿es la suya o la del servicio?

Los medios de Israel, escandalizados por los gastos en la residencia del primer ministro para la reciente visita de Trump.

Los Trump y los Netanyahu, el pasado 22 de mayo, antes de la cena en la residencia oficial del primer ministro de Israel, en Jerusalén.Jonathan Ernst / REUTERS

El pasado 22 de mayo, el presidente de EEUU Donald Trump y su esposa Melania aterrizaron en el aeropuerto de Tel Aviv, iniciando su visita oficial a Israel. Les esperaban sus homólogos locales, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su mujer, Sara. Apretones de manos, besos, confidencias... Sara aprovechó para decirle a Melania: "Los medios nos odian, pero el pueblo nos ama. Como a vosotros". Los medios locales estallaron. Horas después, ya en la residencia oficial en Jerusalén, fue Bibi quien dio a la prensa otro titular del que escandalizarse: "Bienvenidos a nuestro palacio. Gracias a vosotros hemos podido pintar las paredes".

¿Tan mal está el presupuesto de Israel que no tiene ni para pintar la residencia ante la visita del jefe del mayor aliado que tienen en el mundo? El debate saltó de inmediato y se ha recrudecido ahora que el diario Ynet ha publicado que la reforma ha costado más de 87.000 euros (350.000 shekels), y que no sólo ha incluido pintura, sino restauraciones varias, tapicerías, jardinería, comunicaciones y mejoras en la sala de prensa.

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Pero... ¿ y la cocina? ¿No se ha reformado? Era la gran pregunta. Y es que una amiga de Sara Netanyahu, llamada Nicol Raidman, había publicado justo unos vídeos en Instagram en los que se mostraban unas instalaciones poco acordes con la residencia de un jefe de gobierno: puertas que no encajan, tiradores que no existen, revestimientos desgarrados, una bombona en mitad de la sala, huecos sin puertas...

"¿No hay presupuesto para renovar una cocina para el primer ministro? Aquí es donde necesita alojar a los líderes del mundo. Me da vergüenza. ¿Aquí es donde se alojan Trump y cocinan la comida para él? He visto una gran cantidad de cocinas en mi vida, pero nunca he visto nada como esto antes", va diciendo Raidman, empresaria, mientras camina con sus tacones por entre los fogones.

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שוק!!!! אין לי מילים !

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אני בהלם.... זו המדינה שלי ... וככה היא ניראת ! לבעלי לב חלש אסור לצפות בסרט זה ⛔️

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Pese a su denuncia, parece ser que no, que el dinero destinado a reforma no ha llegado a la cocina. ¿Y por qué, si está tan mal? Es ahí donde se está centrando el debate en los medios de Israel. Según se denunció ya en 2015, cuando Sara invitó al diseñador de interiores y presentador de televisión Moshik Galamin a su casa, ya se pudo ver una cocina destartalada y mugrienta. La esposa de Netanyahu se dolía en aquel reportaje de que, en la visita del expresidente de EEUU Barack Obama en 2013, el demócrata tuvo que sentarse en un sofá con manchas de café, por no poder pagar un cambio de tapicería.

Sin embargo, el Canal 10 desveló entonces que la cocina de la que tan amargamente se quejaba Sara no era la del primer ministro, sino la de servicio, que los Netanyahu tenían otra perfectamente moderna y a punto en la segunda planta de la residencia, que ya estaba reformada de tiempos de Ehud Olmert (2006-2009). ¿Por qué no se enseña entonces la cocina buena? Sara insiste en que, bueno, en la que enseñan los vídeos de su amiga "se cocina" para el primer ministro. ¿Y por qué no se le han metido shekels ahora para arreglarla, si había 350.000 para la visita de Trump?

Lo único cierto es que estamos ante un escándalo entre la diplomacia, el cotilleo, las peleas de poder y el mal gusto, que tiene enganchados a los ciudadanos.

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