La ondas gravitacionales, premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2017

La ondas gravitacionales, premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2017

El jurado distingue a los científicos Rainer Weiss, Kip Thorne y Barry Barish, encargados del experimento LIGO.

Charly W. Karl/Flickr

Los físicos Rainer Weiss, Kip Thorne y Barry Barish, que lograron constatar en febrero de 2016 la existencia de las ondas gravitacionales gracias al experimento LIGO, han sido galardonado este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2017.

"Son ondulaciones del espacio-tiempo anticipadas por Albert Einstein en su Teoría de la Relatividad hace ahora un siglo", señaló Pedro Miguel Echenique Landiríbar, presidente del jurado en la lectura del acta celebrada este miércoles en Oviedo.

"El premio reconoce el talento individual y la obra colectiva de más de mil investigadores de un centenar de instituciones de dieciocho países", apunta el jurado, que les ha concedido este galardón "por sus aportaciones en la detección directa de ondas gravitacionales, en las que se basa la nueva astronomía".

"El proyecto LIGO supone un reto tecnológico de primera magnitud. La extraordinaria precisión alcanzada por sus instrumentos ha permitido observar colisiones de agujeros negros muy masivos que ocurrieron hace más de mil millones de años. La detección de ondas gravitacionales abre una nueva ventana para el estudio del universo, que permitirá descubrir nuevos fenómenos y alcanzar regiones del espacio-tiempo no accesibles con las técnicas actuales", continúa el acta.

Los tres físicos propusieron en los años ochenta la construcción del Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO, por sus siglas en inglés) para la detección de ondas gravitacionales predichas por Einstein. Este observatorio estuvo dirigido entre 1997 y 2006 por el físico Barry C. Barish, que impulsó la fundación en 1997 de la Colaboración Científica LIGO, en la que se han integrado investigadores de universidades e instituciones de todo el mundo.

Los detectores LIGO comenzaron a funcionar en 2002 y trece años después la Colaboración Científica LIGO anunció la primera detección de ondas gravitacionales procedentes de la colisión de dos agujeros negros de características desconocidas hasta ese momento. Esto supuso un hito en la historia de la física al confirmar la predicción de Einstein y marcó el inicio de un nuevo campo de la astronomía, la astronomía de ondas gravitacionales.

Su descubrimiento supuso un hito en la historia de la física al confirmar la predicción de Einstein y marcó el inicio de un nuevo campo de la astronomía, la astronomía de ondas gravitacionales.

El descubrimiento está considerado como uno de los logros científicos más importantes del siglo al validar uno de los pilares de la física moderna —Teoría general de la relatividad— y abrir una nueva ventana para observar el Universo.

Tras el hallazgo, Kip Thorn, Rainer Weiss y Ronald Drever (fallecido en marzo de 2017) fueron galardonados conjuntamente con el Special Breakthrough Prize in Fundamental Physics (compartido con el equipo que firmó el artículo científico), el Gruber Prize in Cosmology (EE.UU.), el Shaw Prize in Astronomy (Hong Kong), el Smithsonian American Ingenuity Award in the Physical Sciences (compartido también con Barry C. Barish) y el Kavli Prize in Astrophysics, que conceden la Academia Noruega de Ciencias y Letras, la Fundación Kavli (Estados Unidos) y el Ministerio de Educación e Investigación de Noruega.

Este 2017 ya se han dado a conocer otros seis de los galardonados en diferentes categorías: en Letras, escritor polaco Adam Zagajewski; en Artes, el sudafricano William Kentridge; en Comunicación y Humanidades, Les Luthiers; en Ciencias Sociales, a la escritora Karem Armstrong; en Cooperación Internacional, la Hispanic Society; y en Deportes la Selección de Rugby de Nueva Zelanda.

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