Bongo, el perro que ha puesto patas arriba una localidad de Cataluña

Bongo, el perro que ha puesto patas arriba una localidad de Cataluña

Una orden prohibía a Bongo bañarse en las playas de Tossa del Mar. Gracias a la campaña que se ha hecho, el Ayuntamiento estudiará abrir una playa apta para ir con animales.

JOAN CAPDEVILLA

Bongo es un labrador de 7 años que está enfermo y vive con su familia en la localidad catalana Tossa del Mar. Gracias a él y a la campaña que han hecho sus dueños, el Ayuntamiento estudiará la posibilidad de habilitar una playa para que puedan acceder las personas con sus mascotas. Por ahora está prohibido que los perros disfruten de las playas con la bandera azul de la Unión Europea.

La dueña de Bongo, Sara García, madrugaba varios días a la semana para bajar a su perro a las 7.00 de la mañana al mar. El animal sufre de artrosis degenerativa y reuma desde que nació y los veterinarios le recomendaron bañarse en la playa para mejorar su calidad de vida. Desde entonces, todas las semanas Bongo disfrutaba de un baño mañanero mientras su dueña y dos amigas paseaban por la playa.

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Pero parece que no todo el mundo está de acuerdo con que Bongo y otros animales disfruten de este beneficio. Y menos durante la temporada turística. Por eso, la familia de Bongo ha estado recibiendo quejas y amenazas de denuncias con "multas bastante elevadas" por llevar al perro a la playa, cuenta Joan Capdevilla, hijo de los dueños de Bongo, a El HuffPost.

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Por eso, este joven decidió abrir una petición en internet para pedirle al Ayuntamiento de Tossa del Mar que dejase a su perro mejorar y luchar contra sus enfermedades. "A lo largo de su vida lo hemos ido haciendo siempre", cuenta Capdevilla, "hasta que la última vez nos dieron un aviso". En pocos días, la petición en la plataforma Avaaz ha sido firmada por casi 7.000 personas.

Hasta este miércoles, Bongo ha estado esperando pacientemente en su casa junto a su familia la respuesta del Ayuntamiento. "Se le nota más cansado, le cuesta más andar y tiene las patas hinchadas", asegura Capdevilla. "Hoy nos hemos sentado en el Ayuntamiento y hemos tratado de encontrar una solución. Hemos conseguido que nos permitan ir a unas horas concretas para que Bongo mejore y se ha dicho que se estudiará la posibilidad de que se habilite una playa o un trozo de playa para que uno vaya con sus mascotas", celebra.

Así, Bongo podrá seguir curando sus heridas con sus baños en el mar mientras su dueña le vigila y, sin saberlo, habrá logrado que otros perros puedan disfrutar de los beneficios de correr y bañarse en la playa.