EEUU asegura que recurrirá a la "fuerza militar" contra Corea del Norte si es necesario

Estados Unidos ha adoptado una actitud más dura contra Corea del Norte.

Su embajadora ante la ONU, Nikki Haley, ha advertido de que el Gobierno estadounidense responderá al lanzamiento de un misil balístico intercontinental por parte de Pyongyang recurriendo al uso de su "fuerza militar" si es necesario, si bien ha matizado que "prefiere" que no se escoja "ir en esta dirección".

La embajadora ha asegurado que Washington está preparado para "utilizar su gama completa de capacidades de defensa". "Una de nuestras capacidades reside en nuestra considerable fuerza militar. La usaremos si tenemos que hacerlo", ha puntualizado.

Las declaraciones de Haley han tenido lugar en el marco de la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, convocada para abordar el lanzamiento de un proyectil que el país comunista asegura que podría alcanzar cualquier parte del planeta. Fuentes estadounidense han confirmado que, con un alcance superior a los 5.000 kilómetros, podría llegar al menos hasta Alaska.

Haley ha indicado que las últimas acciones del Gobierno de Kim Jong Un están "cerrando rápidamente" las puertas a una solución diplomática. "No nos equivoquemos. El lanzamiento de un misil así es una clara y profunda escalada militar", ha señalado.

"El régimen de Corea del Norte ha dicho abiertamente que la intención de sus misiles es lanzar armas nucleares para alcanzar ciudades en EEUU, Corea del Sur y Japón, y ahora tiene una mayor capacidad para hacerlo. No vamos a tener paciencia para que nos convenza de una resolución aguada", ha advertido la embajadora estadounidense ante la ONU.

SANCIONES PARA LOS PAÍSES QUE COMERCIEN CON COREA DEL NORTE

Haley también ha advertido de la necesidad de que los países elijan si quieren hacer negocios con el país asiático o con Estados Unidos. "Hay países que están permitiendo o incluso impulsando el comercio con Corea del Norte, violando así las resoluciones del consejo", ha explicado. "A estos países también les gustaría seguir con sus acuerdos comerciales con Estados Unidos. Y eso no va a pasar", ha amenazado.

La representante estadounidense ha anunciado que su Gobierno propondrá más sanciones al de Kim Jon-un, aunque ha admitido que las anteriores no surtieron efecto. "No miraremos exclusivamente hacia Corea del Norte. Miraremos hacia cualquier país que escoja hacer negocios con este régimen proscrito. Queda poco tiempo y es necesaria acción. El mundo está avisado", ha advertido, recordando que si se actúa en cooperación se puede "evitar una catástrofe" y "librar al mundo de una grave amenaza".

"Si estamos unidos, la comunidad internacional puede cortar las grandes fuentes de divisa al régimen norcoreano", ha asegurado, señalando que se debe "restringir el flujo de petróleo" hacia su Ejército y su programa nuclear, e incrementar las restricciones aéreas y marítimas. Haley ha puesto especial énfasis en que China se involucre, ya que el 90% de las importaciones de Corea del Norte llegan de allí.

RUSIA Y CHINA SE OPONEN A ENDURECER LAS SANCIONES

Países como Francia, Reino Unido y Japón han dejado claro que respaldan el endurecimiento de los castigos que plantea Washington, defendiendo que la ONU debe enviar un mensaje claro ante las repetidas violaciones de sus resoluciones por parte de Corea del Norte.

Frente a ellos, tanto China como Rusia se han mostrado reacios a imponer nuevas sanciones e insistieron en que solo puede haber una solución negociada.

"Todos debemos saber que las sanciones no van a resolver la cuestión", ha apuntado el embajador adjunto de Rusia, Vladímir Safronkov, que considera "inaceptable" cualquier intento para "estrangular económicamente" a Corea del Norte.

Los líderes de ambos países han emitido un comunicado conjunto sobre la propuesta que Pekín ha defendido durante los últimos meses para tratar de impulsar las negociaciones: que Corea del Norte suspenda sus pruebas nucleares y con misiles a cambio de que EEUU y Corea del Sur hagan lo mismo con sus maniobras militares en la región, con el fin de reducir la tensión.

El Gobierno de Donald Trump ha rechazado por ahora la idea y defiende que antes debe ver pasos positivos por parte de Corea del Norte, que mientras tanto ha continuado con las provocaciones.