La cantante de 18 años que ha partido el corazón (musical) de Alejandro Sanz

La cantante de 18 años que ha partido el corazón (musical) de Alejandro Sanz

Valeria Castro cuelga sus versiones en Instagram, donde ya tiene 25.000 seguidores.

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Valeria Castro ha logrado el sueño de cualquier cantante novel: los piropos de un artista de la talla de Alejandro Sanz. Tiene solo 18 años, es canaria y no tiene claro que quiera dedicarse a la música.

Publicó su primer vídeo en Instagram el 30 de diciembre de 2014, en el que interpreta una versión de la canción Let it go, de la película Frozen. Casi tres años después el vídeo supera los 1.400 Me gusta en la red social y su cuenta tiene más de 25.000 seguidores.

En este tiempo Valeria ha publicado más de cien vídeos en los que se atreve a versionar canciones de casi cualquier grupo o artista, desde los más famosos entre la juventud, como Luis Fonsi o Beyoncé, hasta los más reconocidos de la historia, como los Beatles. Su versión de la canción Despacito, publicada antes de que el tema fuera mundialmente conocido, supera las 28.000 visualizaciones.

En sus vídeos no sólo utiliza su voz, sino que toca instrumentos como el piano, la guitarra o el ukelele, que aprendió en la Escuela Insular de Música de la Palma en la que estudió desde los cuatro años.

En otros, utiliza exclusivamente su voz para reproducir las diferentes pistas de una canción, dando resultados asombrosos como esta originalísima versión de la canción There's Nothing Holding Me Back, del cantante Shawn Mendes.

Su mayor éxito: una versión de Shape of you del cantante y compositor británico Ed Sheeran, que ya supera las 32.000 reproducciones. Pero Valeria recordará con especial cariño su interpretación de Corazón Partío de Alejandro Sanz, con la que consiguió encandilar al cantante. Él mismo la publicó en su cuenta de Instagram:

"Me llamó una amiga para contármelo, pero yo no me lo creí. Había visto la publicación pero no me había reconocido", recuerda a El HuffPost. "Cuando comprobé que hablaba de mí, me empezaron a temblar las piernas y empecé a ponerme nerviosa". En cuestión de horas, empezó a sonar su móvil y a subir el número de sus seguidores en redes sociales: "Logré hasta 4.000 solo en Instagram".

"Publico mis vídeos en Instagram porque fue la primera red social que usé. En ese momento no imaginaba que tendría esta repercusión", señala la joven mientras recuerda: "Nadie me reconocía en la isla".

Hoy no puede decir lo mismo, aunque confiesa que de cara al futuro sus aspiraciones no pasan necesariamente por la música. "Todavía no tengo claro que me quiera dedicar a ella. Me gusta mucho la ciencia", explica. De hecho, ya tiene todo listo para marcharse a Madrid, donde el próximo septiembre empezará primero de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Madrid: "Me gustaría tener tiempo suficiente para todo".

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La cantante