Esta mujer huyó de los nazis hace tiempo y ahora vuelve a combatir el nazismo

Esta mujer huyó de los nazis hace tiempo y ahora vuelve a combatir el nazismo

Marianne Rubin escapó de los horrores del Holocausto de niña. Y lo que ocurre hoy la aterroriza.

Después de que varios grupos de supremacistas blancos desataran la violencia y causaran la muerte de una persona en Charlottesville, Virginia (EE UU), cientos de personas se congregaron este domingo en ciudades de todo el país para manifestarse en contra del odio organizado. En Nueva York, se vio a una mujer con un impactante cartel que decía: "Escapé de los nazis una vez. No me venceréis ahora".

  Lena Schnall, la nieta de Marianne Rubin, hizo una foto a su abuela en las marchas del domingo.Lena Schnall

Las fotos de Marianne Rubin, de 89 años, y su potente cartel, enseguida se hicieron virales, recordando a los estadounidenses que no se tienen que tomar a la ligera la amenaza de la supremacía blanca.

"Ayer fue un día duro, pero estuve con amigos", contó el lunes Rubin al HuffPost EE UU por teléfono desde su casa en Nueva York. "Después me puse a pensar: ¿por qué tiene que hacerse esto?".

Aunque Charlottesville fue el epicentro de la retórica y la rabia de la supremacía blanca el pasado sábado, el odio organizado existe en todo el país.

Hay al menos 917 grupos de odio activos que operan actualmente en el país, según un informe de febrero de 2017 publicado por el Southern Poverty Law Center (SPLC), un grupo en defensa de los derechos civiles.

El SPLC define a los grupos de odio como gente con "pensamientos o prácticas que atacan o difaman a toda una clase de personas, habitualmente por sus características inmutables", como los neonazis, los supremacistas blancos, los grupos neoconfederados, etcétera. Desde 2011 estos grupos estaban disminuyendo, pero el SPLC descubrió que en los dos últimos años han experimentado un pico considerable durante la campaña electoral y las elecciones presidenciales.

A Rubin, la presencia de los grupos supremacistas blancos en la esfera pública le trae recuerdos muy desagradables de su infancia siendo una niña judía en la Alemania nazi.

Rubin recuerda a los soldados nazis llegando a su piso y atacando a su familia cuando sólo tenía seis años.

"Supe que estaba ocurriendo algo malo", cuenta Rubin al HuffPost. "Entraron y me tiraron al suelo. Luego empujaron a mi padre y lo vi tirado ahí". Los hombres subieron por las escaleras del piso, explica, y fue ahí cuando la joven Rubin cerró la puerta con llave.

"Mi padre nunca lo olvidó, y estuvo muchos días dándome las gracias", afirma.

Rubin y sus padres se las arreglaron para salir de Alemania a finales de los años 30, huyendo primero a Italia y luego a Francia, para llegar finalmente a Estados Unidos.

Sin embargo, no toda la familia sobrevivió. Su abuela, que salió de Alemania con ellos, volvió al país e intentó ayudar a otros familiares a escapar. Murió en el campo de concentración de Terezi en lo que por entonces era Checoslovaquia.

A Rubin le parece "increíble" el resurgimiento actual de grupos neonazis y de supremacistas blancos.

La mujer de 89 años dice que colgó el cartel de la marcha en la puerta de su casa para que todo el mundo lo vea. Su mensaje, afirma, va dirigido al presidente Donald Trump.

Son muchas las personas que han señalado que Trump —cuyo historial de comentarios incendiarios ha sido asociado a una ola de ataques de odio que se produjo tras las elecciones― no fue capaz de condenar totalmente la supremacía blanca tras los incidentes del fin de semana.

Finalmente, en un comunicado enviado el lunes, el presidente declaró: "El racismo es el mal y quienes causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluidos el Ku Klux Klan (KKK), neonazis, supremacistas blancos y otros grupos de odio repugnantes".

No obstante, pese a sus esfuerzos por distanciarse de la violencia del sábado, las calles de Charlottesville estaban plagadas de muestras de la cultura tácita de la extrema derecha del presidente. En el Parque de la Emancipación, bajo la estatua de Robert Lee —el general que encabezó los ejércitos de los Estados Confederados de América— había carteles con mensajes como "Los medios judíos nos la están chupando" o "Apoyamos al presidente Donald Trump".

De hecho, este martes el volvió a meter la pata con el tema, y culpó de la violencia a "los dos bandos", supremacistas y defensores de la igualdad racial. "Creo que hay culpa en los dos bandos. No tengo ninguna duda sobre ello", defendió Trump en una tensa rueda de prensa marcada por las críticas a su tibia respuesta ante la demostración de fuerza que hicieron grupos de la extrema derecha este fin de semana.

Con un toque de humor, Rubin asegura que le gustaría decirle al presidente: "Que te den". "Mis hijos saben a lo que me refiero", dice riendo. "Vamos, que deje de hacer lo que está haciendo".

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano

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