Ocho señales de que vas a romper con tu pareja

Ocho señales de que vas a romper con tu pareja

Perdona por soltártelo así.

Cuando se hace la autopsia de una relación, suele descubrirse fácilmente por qué estaba destinada al fracaso.

Sin embargo, cuando estamos dentro de una relación tormentosa y nos dirigimos al acantilado de la soltería, no siempre se ve tan claro.

Por eso la edición británica del HuffPost ha reunido las pruebas para identificar las señales de que ya no quieres a tu pareja (aunque no sea lo que quieras oír):

Puto burro.

El terapeuta matrimonial John Gottman ha identificado cuatro tipos de conducta a los que llama "los cuatro jinetes del apocalipsis", por su tendencia a preceder a las rupturas.

El primero de ellos es criticar el carácter de tu pareja por cosas que hace (como llegar tarde u olvidarse de fregar los platos). Convertir un fallo en una afirmación sobre su personalidad suele indicar que existe un resentimiento más profundo.

El segundo jinete, según Gottman, es mostrar una actitud defensiva con respecto a tu propio comportamiento. Aunque criticas sin ningún problema a tu pareja, no aceptas los defectos que se le puedan sacar a tus propias acciones, y si te los señalan, la conversación empieza a tomar unos tintes muy negativos.

Esta actitud defensiva normalmente tiene su origen en que la persona en cuestión siente que está recibiendo un trato injusto por su forma de comportarse. Recuerda que dos no discuten si uno no quiere (y que por eso son los dos los que tienen la responsabilidad si la relación fracasa).

De la misma manera que las críticas, el desprecio lleva la frustración estándar un paso más allá de lo que cabría esperar en una relación sana y, además, hace que veas a tu pareja como a alguien inferior a ti, en vez de como un igual.

Gottman denomina al desprecio "el beso de la muerte", ya que por su culpa empiezas a concebir las emociones, las opiniones y las necesidades de tu pareja como inferiores a las tuyas, y es muy difícil revertir su efecto una vez se ha entrado en la espiral.

Estoy relajándome, comiendo...

Si estás empezando a sentirte mal porque te sientes identificado con los comportamientos perjudiciales de Gottman, es posible que te preguntes si es que ya no hay amor entre tu pareja y tú.

¿Cuando ves que estáis a punto de empezar a discutir te limitas a ignorarla, te alejas o coges el móvil? Recuerda: que no expreses tus sentimientos no significa que no estén ahí.

No soy controladora, solo ayudo de una forma agresiva.

Según describe en un blog del HuffPost Reino Unido la experta en relaciones personales Malminder Gill, el comportamiento controlador (de cualquiera de las dos partes) es una de las señales de que una relación está destinada al fracaso.

Este comportamiento controlador se manifiesta en acciones como mirar el móvil de tu pareja, decirle qué ropa se tiene que poner, a dónde tiene que ir o con quién puede o no puede salir. "Las personas adultas tienen la libertad para decidir lo que hacen y cuándo lo hacen, y nadie debería interferir en sus decisiones personales para hacerlas sentir inferiores", afirma Gill.

¿Qué harías tú?

En toda relación hay momentos en los que alguno de sus miembros desearía no haber hecho algo, pero eso no quiere decir que deba sentirse culpable por ello (especialmente, a posteriori).

"Hay quienes utilizan los puntos débiles de su pareja —la víctima— de una forma engañosa y manipuladora. Estas personas saben denigrar a su objetivo de manera que parezca el agresor o el culpable y de que se sienta como si lo fuera", explica Gill. ¿Te suena de algo?

Uno no se puede fiar de una víbora.

Puede parecer que esta es la señal más evidente de que tu relación va directa al abismo, pero, para muchas personas, la desconfianza llega a estar tan arraigada en su relación que ya no se dan cuenta de que no es normal.

En palabras de Gill, esto muchas veces se debe a que algunas personas no son de fiar y proyectan esa desconfianza en los demás, o a que su pareja ha hecho algo en el pasado que no les deja confiar en ella. En cualquiera de los casos, se trata de una relación tóxica, que muchas veces lleva a la culpabilidad (ver punto anterior).

Estamos refunfuñando y no me gusta refunfuñar.

Un equipo de investigadores de la American Counselling Association que analizaron la cronología de una ruptura descubrieron que una de las primeras etapas se caracteriza por tener en mente la duda de si la relación que mantienes es para ti.

Dejémonos de paños calientes: el mero hecho de que estés leyendo este artículo no es muy buen augurio. ¿Estás buscando una señal de que tu relación debería terminar? Bueno, pues a lo mejor aquí la tienes.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición británica del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.