Iba a suicidarse, pero una llamada cinco segundos antes le cambió la vida

Iba a suicidarse, pero una llamada cinco segundos antes le cambió la vida

Espera que su historia sirva a aquellos que tienen que enfrentarse a la depresión.

Ni Kevin ni Blake habrían esperado encontrarse en el altar para decir sí a una vida juntos. Diez años antes, Kevin había decidido poner fin a la suya pero, cuando estaba sólo a un paso de cometer suicidio, una llamada de la que sería su mujer, le convenció para cambiar de idea.

El novio, cuando tenía 17 años, se vio solo, sin amigos y cayó en depresión. "Escribí una carta de despedida y fui al lugar en el que iba a hacerlo", ha contado a People. "Pero antes de que pudiese hacerlo, el teléfono sonó". Era un número desconocido, pero Kevin respondió y reconoció la voz de ella al instante.

Ella era Blake, un chica a la que había conocido en un campamento escolar y con la que tenía una buena relación que no había ido a más. Hablaron por teléfono por primera vez y eso bastó para que Kevin abandonase la idea de suicidarse. El interés de Blake bastó para ayudarle.

A esa llamada le siguieron muchas otras. Kevin y Blake tenían entonces relaciones con otras personas, que sintieron celos ante su amistad tan especial. Cuando los dos estuvieron solteros, se dieron cuenta de que ambos querían algo más del otro.

El año pasado, Kevin propuso matrimonio a Blake, la mujer que le salvó la vida. Ella recuerda una versión distinta de la historia: fue él quien la llamó aquel día de hace diez años. Ambos aseguran que no tenían el teléfono del otro en aquella época y que fue una "fuerza externa" la que los vinculó. Sea lo que sea, los dos están felices y esperan que su historia sirva para aquellos que, como Kevin en aquel momento, luchan contra la depresión.

"Que hablen con alguien", dice Kevin. "Las emociones expresadas en voz alta son distintas a cómo se perciben en un papel, en un mensaje o simplemente guardándolas para uno. Dale a los demás la posibilidad de cuidar de ti. Podría salvarte la vida".

Esta historia fue publicada originalmente en la edición italiana del HuffPost y traducida al español por Daniel Ventura.