Por qué es relevante el alegato de Wismichu contra la violencia machista

Por qué es relevante el alegato de Wismichu contra la violencia machista

El 'youtuber' tiene cerca de seis millones de seguidores en su canal de YouTube, lo que le convierte en una importante influencia para los jóvenes.

Wismichu, en uno de sus vídeos.YOUTUBE

A muchos el nombre de Wismichu les sonará a chino. A otros, en cambio, les resultará incluso más familiar como pueden ser los de Leonardo DiCaprio, Beyoncé o Cristina Pedroche. El motivo es que Wismichu es el nombre en redes de Ismael Prego, un youtuber de 23 años que acumula más de dos millones de seguidores en su cuenta de Twitter y cerca de seis millones de suscriptores en su canal de YouTube. Es decir: es conocido por muchos, por millones, de jóvenes, que le siguen y, en muchos casos, le idolatran.

Así, el lunes 11 de septiembre a partir de las tres y media de la tarde, Wismichu hizo algo en su cuenta de Twitter que, aunque para algunos pase desapercibido, es realmente importante. El youtuber lanzó alrededor de 35 mensajes, encabezados por este primero:

A través de este hilo de mensajes, Prego narra un hecho que le ocurrió el día anterior mientras estaba con una pandilla de amigos en un bar. Al parecer, una muchacha de 18 años se acercó a saludarlos y entonces el novio de la chica empezó a agredirla: primero, con pequeñas patadas y golpes y después ya con más violencia, agarrándola de la cabeza, dándole codazos e incluso levantándola de la silla a la fuerza, haciéndole un corte de mangas...

El puñetazo del chico acabó con la pandilla de Wismichu pidiendo a la seguridad que echaran al chaval, que se fue por su cuenta. La chica fue detrás de él, acabaron discutiendo... y al final se marcharon juntos.

Wismichu cuenta en este hilo una historia de malos tratos. Una historia real y cotidiana que, con la potencia que tiene el youtuber en redes sociales, llega a muchísimo público, especialmente a chavales a los que no les llegan las campañas tradicionales de radio y televisión.

Un alegato imprescindible y al que no estaría nada mal que se apuntaran más nombres conocidos como el suyo. Todos (¡y todas!) te damos las gracias, Wismichu.