DeMarco Flamenco: de repartir bombonas al número uno de iTunes con 'La isla del amor'

DeMarco Flamenco: de repartir bombonas al número uno de iTunes con 'La isla del amor'

La canción ya tiene más de 30 millones de visualizaciones en YouTube y se sitúa en el primer puesto de esta plataforma.

Los primeros acordes de La isla del amor ya casi plantan cara a Despacito ¿Su autor? DeMarco Flamenco, un joven de Utrera (Sevilla) que con 38 años ha visto su sueño cumplido. El segundo single de su primer disco, Uno (2017), ha conseguido en apenas seis meses a tener más de 30 millones de reproducciones en YouTube, ser número uno en iTunes (por encima de Taylor Swift o Maluma, nada menos) y estar en el top 10 de éxitos en España de Spotify.

El día que compuso una de sus primeras canciones se encontraba en un trayecto en el camión del trabajo cuando, con una melodía en la cabeza, una grabadora del móvil y unas notas en papel compuso su primer tema. De esto hace casi siete años, cuando Marcos Borrego (nombre real del artista) trabajaba repartiendo bombonas de butano en la provincia de Sevilla: "Después del trabajo, llegué a casa y le di forma. Ese día compuse Esa Carita, la primera canción que grabé con Maki" (su actual productor y prácticamente quien le ha lanzado a la fama).

Se crió escuchando flamenco de la mano de su padre —Marcos, como él— que siempre ha amado la música. Por él también se le atribuyó el nombre del niño "De Marco" cuando empezó a cantar. La afición por la música también la ha heredado de su madre aunque admite que ella no es tanto de flamenco, género del que más influencias toma y el que, según cuenta, más escucha. Entre sus artistas de cabecera no faltan Miguel Poveda, Camarón de la isla o Enrique Morente, aunque también se abre a otros géneros como el pop español de los 80 y grupos como Duncan Dhu o Mecano, los que considera como la "edad de oro" de la música en nuestro país.

Su infinitamente reproducido tema La isla del amor (con más de 14 millones y medio de reproducciones en Spotify) toma su base del flamenco —aunque seguramente para los puristas no sea así— un género prácticamente inexistente dentro de la listas de éxitos. A pesar de esto, Marcos no se muestra reacio a imprimirle al flamenco otros estilos aunque admite que con La isla del amor, sí le costó un poco más "asimilar la fusión que tiene con el electrolatino". Una inseguridad inicial que, entre otras consecuencias, ha hecho que tanto su nombre como el título de su canción más exitosa sean de las tendencias más buscadas en Google en España.

Con 30 millones de visualizaciones en YouTube, Marcos asegura que no ha cambiado su vida: "Solo he cambiado de profesión". Sigue viviendo en Utrera junto a su mujer y su hija. Ahora ya no carga con bombonas de butano, si no que ha grabado un remix con el exitoso Juan Magán, tiene una gira repleta de conciertos y ya trabaja en la reedición de su disco, donde recoge las 10 canciones fruto de las primeras 20 composiciones presentadas a su productor.

"La fama tanto a mi entorno como a mí nos ha llegado de sorpresa", comenta Marcos, quien ha pasado de ser el niño "De marco", conocido por cantar entre sus vecinos, a ser uno de los artistas de Warner Music que ahora mismo arrasa tanto en las redes (donde cuenta con casi 95.000 seguidores en Facebook) como en todas las plataformas de música. Un golpe de suerte que le ha cambiado la vida literalmente.

Es tal el fenómeno de la canción que no ha dejado de sonar en todas las fiestas, discotecas y ferias, primero en Andalucía y luego en el resto de España. "Con las historias de Instagram me etiquetan en 'está sonando en Salamanca, está sonando aquí' y acabas escuchando la canción un millón de veces", explica.

De su éxito también se han hecho eco figuras como Cristina Pedroche, Sergio Ramos o Carolina Marín, quienes han subido sus propios stories y publicaciones con La isla del amor como banda sonora, algo que reconoce que también ayuda: "Con la legión de seguidores que tiene todo lo que hace o publica gente como Sergio Ramos, la verdad que tiene gran repercusión".

"Aunque ahora estoy fuera más tiempo con los conciertos y demás, mi mujer me ha apoyado desde el principio. De hecho, fue ella la que me animó a subir la maqueta a las redes", asegura el cantante. Algo que hizo en 2012 y que ahora en 2017 le ha llevado a tener un contrato con una gran discográfica. También asegura no haber cambiado con el éxito su forma de componer, aunque sí que ha visto ampliado el horizonte de sus influencias. "A veces empiezo por la letra, otras por la música, pero siempre por la tarde. Tranquilo y solo, con el café en la mano", añade.

Ahora, el sevillano ultima la reedición de su trabajo —que saldrá en octubre— el estreno del remix de la canción junto a Juan Magán y las fechas confirmadas para la gira, aunque entre sus deseos están recibir la llamada para una colaboración con alguien que "admire" o el poder aprender a tocar el piano, aunque sea, al igual que la guitarra, de forma autodidacta.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es