La zozobra del 1-O

La zozobra del 1-O

El desafío de las mesas de Puigdemont, la pétrea actuación judicial, el relato internacional, la voz de la calle y las serpenteantes llamadas al diálogo.

Los cruceros en el puerto de Barcelona que acogerán a agentes de las fuerzas de seguridad.AFP

El miércoles 20 lo aceleró todo. La complejidad del problema catalán impregnó España. La realidad delante de todos. Y este jueves todas las consecuencias y vertientes se han entrelazado. Ya no se trata de titulares, quedan pocos días para el 1-O. España y Cataluña se reflejan en un brusco y ansioso caleidoscopio político, judicial, callejero y social en el que nadie vislumbra el final.

En la altas esferas madrileñas se dio por cortocircuitado el referéndum con la detención del núcleo duro organizador este miércoles. Un marmóreo golpe directo al 'cerebro' del 1-O (más la incautación de casi diez millones de papeletas). El propio vicepresidente, Oriol Junqueras, reconocía a primera hora del jueves que la macrooperación judicial "altera" las condiciones del referéndum.

La partida ahora se centra en qué va a hacer la Generalitat, con la estructura casi desmantelada para poder llevar a cabo una consulta. Una vez iniciada la operación judicial, el Estado continúa demostrando su pétrea respuesta. Por un lado, el juez prosigue con la investigación sobre si el Govern ha destinado a la organización del 1-O las partidas presupuestarias de 6,2 millones de euros que el Parlament aprobó y que fueron suspendidas por el Tribunal Constitucional.

De manera paralela, el Tribunal Constitucional ha multado con 12.000 euros diarios al 'número dos' de Economía de la Generalitat, Josep Maria Jové, y a los síndicos electorales. Es la primera vez que los españoles ven cómo el Alto Tribunal, en virtud de la reforma de su ley, impone sanciones por desobediencia por el 1-O.

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LAS MESAS DE PUIGDEMONT Y EL GRITO DE LA CALLE

¿Se ha acabado ya el referéndum soñado por los independentistas? La Generalitat sigue manteniendo que va a celebrarlo y desoye las peticiones que le han llegado desde el Gobierno, el PP y el PSOE de abandonarlo. El president, Carles Puigdemont, ha desvelado por sorpresa la web para que los ciudadanos localicen su colegio electoral. Se ha sacado el as de las mesas electorales, su forma de decir que sigue con su compromiso. Nada de aceptar el "no sigan adelante" lanzado por Mariano Rajoy.

De noche, ha difundido un mensaje en las redes sociales haciendo un llamamiento a los catalanes a que sigan "defendiendo" el 1-O con "civismo y firmeza" frente a un presidente que ha cruzado "muchas líneas rojas" y ha asegurado que hay "planes de contingencia" para poder votar.

Otro movimiento de reacción de la Generalitat se ha producido a última hora al avanzar el Govern que ha pagado las nóminas a "todos los funcionarios" de la Generalitat correspondientes a este mes a pesar de tener las cuentas intervenidas.

Pero la historia de este jueves no es una cosa de despachos. Es también la de las imágenes de miles de personas protestando en las calles. En el sector independentista se ha interpretado la operación del miércoles como un intento de humillación, de intentar que la Generalitat baje la cabeza ante el Gobierno. La idea de la ANC a partir de ahora es la de una movilización permanente y todos los dirigentes apelan al poder del pueblo.

Los gritos, la indignación y el "votarem' han pasado del número 19 de la Rambla de Catalunya (la sede de la Consellería de Economía) al passeig Lluís Companys, donde se encuentra el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Más de 20.000 personas se han concentrado allí, incluyendo dirigentes políticos como Carme Forcadell, Xavi Domènech, Joan Josep Nuet y Albano Dante. Desde el Consejo General del Poder Judicial se ha hecho pública una declaración rechazando los "ataques y presiones" a los jueces.

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La consigna de los organizadores, sin embargo, es quedarse hasta que salgan en libertad todos los detenidos (ya han quedado libres ocho con cargos). Las protestas se desarrollan en un ambiente tranquilo y festivo. Y también han salido a las calles los estudiantes de las universidades para mostrar su apoyo al derecho a decidir. La movilización será habitual a partir de ahora, hasta se esperan tiendas de campaña. Y no se quedará en el 1-O.

LA APELACIÓN DEL DIÁLOGO DEL PP Y DEL PSOE

Del tablero de la calle otra vez al político. Remarcando la defensa del Estado de Derecho y el apoyo a los jueces y las fuerzas de seguridad, algunas tibias señales se han mandado desde Madrid. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha planteado en una entrevista en el Financial Times hablar de más dinero y autonomía fiscal con la Generalitat si renuncia a la independencia. Tirando de bolsillo.

Madrid bullía también este jueves en el Congreso, donde Cataluña ha centrado casi cada minuto del Pleno. Por la tarde ha habido un movimiento cuyo alcance todavía no se puede calibrar. La Mesa del Congreso ha aprobado la propuesta del PSOE de crear una comisión para intentar desbloquear la situación de Cataluña, con el apoyo del PP y de Podemos y el rechazo de Cs. En principio se convocará después del 1 de octubre, pero ya la Cámara Baja dispone de un foro si en cualquier momento se hace efectivo algún tipo de diálogo.

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El Gobierno ha paralizado hasta la aprobación de los presupuestos generales, que iban a ir al Consejo de Ministros de este viernes. La situación actual no le permite tener apoyos para sacarlos adelante. El PNV es clave y dice que tiene la cabeza en la gravísima crisis institucional, la duración de la legislatura depende muchísimo de los peneuvistas. Rajoy debe ser muy cuidadoso en ese sentido.

Barcelona, Madrid... y la lucha soterrada internacionalmente. De Guindos atendiendo al Financial Times, mientras Puigdemont publica un artículo en The Guardian en el que hace un "llamamiento a la comunidad internacional que respalde a Cataluña en su defensa de la democracia y los valores europeos verdaderos". Las dos grandes bazas que le quedan al president son la presión de la calle y el eco internacional. Desde Bruselas siguen apelando a que es un "asunto interno", pero fuentes diplomáticas de la UE citadas por AFP reconocen que aumenta la "preocupación" ante el recrudecimiento del pulso entre Madrid y Barcelona.

Un pulso cuyos tentáculos se expanden por tierra, aire y mar. Hasta los estibadores se han posicionado respecto a esta crisis y han anunciado que no operarán los cruceros fletados por el Ministerio del Interior en Barcelona y Tarragona que servirán para alojar a agentes de la Guardia Civil y de la Policía.

Recta final al 1-O. Cada minuto, un giro. Y, como en esos cruceros, una mareante situación. La zozobra del 21 de septiembre de 2017.

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