Merkel gana las elecciones en Alemania y la ultraderecha entra en el Parlamento, según los primeros sondeos

Merkel gana las elecciones en Alemania y la ultraderecha entra en el Parlamento, según los primeros sondeos

Los socialistas de Martin Schulz, segundos con una derrota histórica, se niegan a repetir la coalición de Gobierno con Merkel.

La canciller alemana, Angela Merkel, valora los resultados.EFE

Victoria amarga para Angela Merkel este domingo. La canciller alemana ha vuelto a ganar las elecciones con un 33% de los votos, pero se deja cerca del 8,5% por el camino. Los socialdemócratas de Martin Schulz han quedado segundos (20,5%) y, se ha dado la noticia que se temía desde hace semanas: la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se ha convertido en la tercera fuerza del país, con un 12,6% de los votos. La extrema derecha entra por primera vez en el Bundestag desde la Segunda Guerra Mundial, poniendo a prueba la salud de la democracia alemana. [Lee aquí los 9 titulares que deja la jornada electoral]

Tras AfD están el liberal Partido Democrático Libre, con 10,/%; el partido La Izquierda, con un 9,2% y Los Verdes, con 8,9%, de acuerdo con estas proyecciones de la cadena pública ARD. El mínimo para acceder al hemiciclo federal es del 5% y de esta manera la XIX legislatura contará con seis formaciones en el hemiciclo. De acuerdo con la ley electoral, tras escrutarse todos los primeros votos -directo a un candidato- y los segundos —a listas de partidos— el Parlamento se ampliará de los 631 escaños de la pasada legislatura a 709, la mayor cifra hasta el momento.

La participación en estas generales, según los datos de la Oficina electoral federal, se ha situado en el 76,2 %, frente al 71,5 % de 2013.

Según estos datos, Merkel tendrá que formar de nuevo una coalición para gobernar con mayoría suficiente. En una primera valoración, la canciller ha señalado que esperaban "un mejor resultado", aunque ha destacado que han logrado su "objetivo estratégico: somos el partido más fuerte". "Tenemos legitimidad para formar el nuevo gobierno y vamos a formar el nuevo gobierno", ha proclamado.

Los primeros porcentajes suponen el hundimiento del SPD, bajo el liderazgo de Martin Schulz, en el peor resultado en unas generales de su historia. Los grandes partidos han sufrido un claro retroceso también respecto a las generales de 2013, en que la Unión Cristianodemócrata de Merkel y su hermanada Unión Socialcristiana bávara (CDU/CSU) obtuvieron un 41,5% y el SPD un 25,7%.

De esta manera los cálculos sólo ofrecen dos opciones de alianza de gobierno posible, sea la reedición de la gran coalición con los socialdemócratas como la que ha liderado en la última legislatura Merkel, o un tripartido inédito a escala federal entre las filas de la canciller, la llamada "Coalición Jamaica", con los Verdes y el FDP. Y parece que a la canciller ya sólo le queda una de ellas, ya que el Partido Socialdemócrata alemán ha anunciado que rechaza formar una coalición: "Esta tarde va a terminar nuestra coalición con la CDU. El SPD va a estar en la oposición. Yo hubiese querido relevar a la canciller y no lo he conseguido. Lo correcto es que nosotros pasemos a la oposición", ha declarado Schulz.

Esta tarde va a terminar nuestra coalición con la CDU. El SPD va a estar en la oposiciónMartin Schulz

Muy diferente ha sido la intervención de Christian Lindner, líder del partido Liberal, que ha celebrado con los suyos los resultados: "Nos han elegido porque tenemos nuevas ideas y eso nos ha permitido regresar al Parlamento". El líder liberal ha prometido a sus votantes seguir "trabajando" porque "vuestros intereses son los nuestros". Linder ha recordado cuando su formación salió del Parlamento y ha asegurado que su partido "ha revalidado su puesto tradicional en este país, el centro". Y ha insistido en esta idea: "Hacemos una política de centro, dando voz a quienes están en el centro, quien quiere progresar y cambiar nuestra ciudad". "El CDU y la izquierda no han conseguido representar al centro", ha proseguido el líder liberal, quien se ha referido a la entrada de la ultraderecha en el Parlamento. "Ha surgido un nuevo partido a la derecha del centro, pero nosotros vamos a ocupar nuestro lugar".

Por su parte, el secretario general del partido, Cem Özdemir, se ha referido a a posibilidad de un pacto de Gobierno y ha asegurado que "no podemos entrar en ningún Gobierno sin una clara prioridad para la protección del clima. Todo lo demás no va con Los Verdes".

Por otro lado, la noticia que más se temía no sólo en Alemania, se ha dado: la ultraderecha regresaría al Parlamento alemán por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Uno de los líderes de AFD, reaccionaba así a los datos: "Hemos logrado sentarnos en el Bundestag y vamos a cambiar este país", ha afirmado Alexander Gauland. A tenor de las imágenes que llegan de su reacción, ni él mismo parece creérselo.

  El líder de AfD, Alexander Gauland.REUTERS

Los demás partidos han coincidido en tachar el resultado de este partido de "vergüenza para Alemania" y a estas alturas la formación sabe que carece de posibilidades de entrar en el próximo gobierno. Pero otra de las líderes del partido, Alice Weidel, se ha fijado objetivos a medio plazo: "estar en condiciones de gobernar a partir de 2021".

La llegada a la cámara de diputados de la AfD, que en 2013 no llegó al 5%, constituye un giro en la historia alemana de la posguerra. Porque significa que "por primera vez en 70 años, unos nazis se van a expresar en el Reichstag", el edificio que alberga la cámara baja del parlamento, según había advertido antes de los comicios el ministro de Relaciones Exteriores, el socialdemócrata Sigmar Gabriel.

Alemania, debido a su pasado nazi, fue durante mucho tiempo uno de los pocos países europeos en no haber tenido un movimiento antiinmigrantes en boga. Al contrario de vecinos como Francia, Holanda o Austria. Pero la AfD, pese a una guerra fratricida entre sus dirigentes, aprovechó el descontento por parte de la sociedad alemana por la llegada de más de un millón de solicitantes de asilo, en 2015 y 2016, como consecuencia de una decisión tomada por Merkel.

Extremismos aparte, los alemanes han decidido votar por el continuismo y la estabilidad que para muchos de ellos representa Merkel, después de 12 años al frente del Gobierno. El hecho de que vaya a gobernar por cuarto mandato consecutivo, la lleva a igualar el récord de posguerra de su mentor Helmut Kohl, de 16 años en funciones. Muchos analistas coinciden en que, tras esta nueva legislatura, dejará paso a una nueva generación. De momento tiene el gran reto ante sí: volver a unir a Alemania.