Unas 35.500 hectáreas han ardido en Galicia en la ola de incendios

Unas 35.500 hectáreas han ardido en Galicia en la ola de incendios

Este año sería el segundo en número de hectáreas quemadas desde el 2006, según datos de la Xunta.

Una vaca camina sobre la superficie calcinada por el incendio forestal de Santirso (Maceda).Brais Lorenzo / EFE

La Xunta de Galicia ha avanzado que, según las primeras estimaciones, han ardido aproximadamente 35.500 hectáreas en la ola de incendios que comenzó el pasado fin de semana, una extensión que es más del doble de lo quemado en los primeros nueves meses de año.

A estas 35.500 hectáreas hay que sumar las 12.600 que habían ardido de forma previa a este fin de semana, por lo que serían un total de 48.100 las hectáreas calcinadas en lo que va de año 2017.

Desde ayer, ya no queda ningún fuego activo en la comunidad.

Esta estimación provisional revela que este año sería el segundo en número de hectáreas quemadas desde el 2006, cuando ardieron 95.880 hasta el 18 de octubre. El pasado año 2016, hasta esa fecha ardieron 20.788 hectáreas.

En un comunicado, el Gobierno gallego hace un llamamiento a la unidad de la sociedad en la lucha contra el fuego y reitera su condena firme y enérgica la actividad incendiaria, con la esperanza de que "sobre los responsables de este terrorismo incendiario recaiga todo el peso de la ley".

La Xunta, que aprobará mañana un decreto de ayudas para los afectados, ha reivindicado el ejemplar trabajo de los efectivos del operativo de extinción, que permitió que en la actualidad ningún fuego permanezca activo, y expresa sus condolencias por las cuatro víctimas mortales.

¿PLANIFICADO?

En el plano criminal, y tras la primera detención de un hombre relacionado con los fuegos en el día de ayer, la Fiscalía Superior de Galicia ha anunciado la apertura de diligencias de investigación penal destinadas a aclarar si existen indicios de una planificación coordinada.

El Ministerio Público ha informado en un comunicado de que es necesario comprobar si los numerosos fuegos originados "obedecen a una iniciativa criminal compleja de grupos con intencionalidad que persigan objetivos supraindividuales".

La forma en la que se produjeron, los métodos utilizados, los espacios afectados y la simultaneidad hacen pensar, se detalla en la nota, en la posibilidad de una actuación que va más allá de la de los simples autores ocasionales con perfiles criminológicos conocidos.

Ya en el debate político, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, confirmó ayer que comparecerá en un próximo pleno del Parlamento, sin fecha, para hablar sobre la situación y ha anunciado, en una sesión de control en el hemiciclo, que el Gobierno gallego aprobará en su reunión de mañana ayudas para las personas afectadas.

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha asegurado, sobre estas labores, que el Gobierno está preparado para los incendios forestales, pero no para incendiarios, y ha añadido que el fuego en España "no es un problema de medios, es un problema de criminales".

Ha sido su respuesta en el debate en el Congreso al diputado de En Marea Antón Gómez-Reino, que ha responsabilizado al Ejecutivo central de los fuegos en Galicia, Asturias y Castilla y León por "hacer políticas que queman nuestros montes".

DESCANSO PARA LAS VÍCTIMAS

SObre las cuatro víctimas mortales habidas en la comunidad gallega, las familias de las dos mujeres que perecieron en la parroquia de Chandebrito, en Nigrán (Pontevedra), han recibido ya la autorización judicial para el entierro, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Aún quedaba pendiente este permiso dado que el juzgado estaba a la espera de recibir el informe forense.

Maximina y Angelina, ambas octogenarias, murieron atrapadas en el asiento trasero de la furgoneta en la que viajaban, junto a otros vehículos, en el dispositivo de evacuación de la parroquia de Chandebrito.

Al volante de la furgoneta iba otra mujer que pudo salir del vehículo y que trató, sin éxito, de sacar del mismo a las dos mujeres.

Ayer los juzgados de Vigo y de Ribadavia dieron el visto bueno a la inhumación de las otras dos personas que murieron, un vecino de la parroquia viguesa de San Andrés de Comesaña y otro de Carballeda de Avia, en Ourense.