Hay buenas razones por las que deberías desterrar al móvil de tu cama

Hay buenas razones por las que deberías desterrar al móvil de tu cama

Insomnio, incendios o envejecimiento prematuro: aquí van unos cuantos motivos para que vuelvas al despertador de toda la vida.

1827photography via Getty Images

Son varias las autoridades, desde médicos hasta bomberos o cirujanos estéticos, que alertan del peligro que conlleva llevarnos a la cama a nuestro amiguito, el móvil. Di adiós al teléfono en tu habitación y vuelve al despertador de toda la vida. Aquí, varias razones de peso.

Los ingresos en los centros de salud por tratamientos de desórdenes del sueño han aumentado una media del 12% cada año desde 2008. Son datos de la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, pero extrapolables a todos los países en los que el smartphone se ha convertido en un invitado perenne en el dormitorio: el 70% de los españoles lo usa como despertador.

En España, ocho de cada diez personas no lo dejan apagado o en modo avión mientras duermen, lo que genera un estado de hipervigilancia que no permite descansar correctamente. Y todo porque su luz azul informa erróneamente a nuestro organismo de que es de día y, en lugar de producir melatonina (la hormona del sueño), aumenta los niveles de cortisol (la hormona de la vigilia... y del estrés).

Un cuerpo de bomberos estadounidense ha lanzado la voz de alarma: el 53% de los niños y adolescentes cargan el móvil o la tablet bajo la almohada, lo que impide que el calor generado se disipe. Las fotos de una cama en la que el incendio se pudo controlar a tiempo deberían ayudarnos a tomar la decisión...

Desde hace años, los médicos estéticos están advirtiendo que el abuso del móvil genera arrugas prematuras en el cuello y aumenta el doble mentón debido a la postura que nos obliga a adoptar, por no hablar de los efectos sobre la epidermis de esas pantallas llenas de gérmenes. Según un estudio del Departamento de Microbiología de la Universidad de Barcelona, tu móvil puede alojar hasta 600 bacterias, ¡30 veces más que las que hay en la taza del WC!

MOSTRAR BIOGRAFíA