Tu personalidad puede estar saboteando tus metas deportivas

Tu personalidad puede estar saboteando tus metas deportivas

He aquí la solución 😉

LeoPatrizi via Getty Images

No es ningún secreto que tu personalidad afecta directamente a tu forma de interactuar con el mundo, pero te sorprendería averiguar hasta qué punto esto es así: también influye en tu forma de hacer ejercicio.

Según varios estudios, la personalidad e incluso el estado de ánimo desempeñan un papel esencial en tu rutina de ejercicio. Esto no hace referencia únicamente a tu método preferido de hacer ejercicio, sino también a la facilidad que tengas para alcanzar las metas que te has propuesto para perder peso y a lo entregado que eres a la hora de hacer deporte.

Por supuesto, no existe una ciencia sólida definitiva respecto a los tipos de personalidad. No obstante, conocer tus hábitos de personalidad puede ser un factor clave para superar ciertos obstáculos, como aquellos que te llevan a no hacer ejercicio.

¿Quieres averiguar en qué grupo estás? A continuación se incluyen algunos tipos de personalidad y cómo estos rasgos influyen a la hora de alcanzar los objetivos en el deporte, además de algunos consejos para que tu personalidad juegue a tu favor.

Personas altamente sensibles

Las personas altamente sensibles pueden ser más reacias a participar en clases grupales en el gimnasio o en deportes de equipo, pues sienten que cada movimiento que hacen está siendo escudriñado, de acuerdo con los investigadores. Asimismo, tienden a sentirse mal cuando su sesión de ejercicio no es tan efectiva, añade Elaine Aron, investigadora en este campo y autora del libro El don de la sensibilidad.

"Dado que tienen respuestas emocionales más fuertes, pueden sentir más placer por una buena sesión de ejercicio, pero, en el caso contrario, se sienten especialmente desanimados en comparación con otras personas", apunta Aron.

Solución: Los investigadores recomiendan practicar deportes no competitivos, como montar en bicicleta, correr y hacer senderismo. Todas ellas tienen enormes beneficios para la salud y pueden adaptarse mejor a personas con alta sensibilidad.

Tipo A

La gente con una personalidad Tipo A (impacientes, competitivos y ambiciosos) puede adoptar un enfoque de "todo o nada" a la hora de hacer ejercicio, de acuerdo con Stephanie Mansour, entrenadora personal y coach de adelgazamiento. Las personas con este tipo de personalidad tienden a ceñirse a un horario rígido, por no mencionar que son muy competitivas (entre ellos y con otros).

Esto puede llevarles a obsesionarse con la rutina de ejercicio, lo que quiere decir que pueden ignorar una lesión o no adaptar su sesión de ejercicio a sus necesidades, sostiene Mansour. "Está bien fijar un horario, pero también es importante conectar con tu cuerpo y saber cómo te sientes de verdad", señala la experta.

Solución: Las personas Tipo A no tienen por qué renunciar por completo a su horario, pero deberían saber que atenerse a él de manera estricta puede impedirles progresar.

Por ejemplo, si siguen corriendo en la cinta pese tener una lesión de rodilla, pueden acabar creando una lesión aún mayor que eche por tierra todos sus objetivos. O si siguen un plan de ejercicio específico y no ven resultados, no deberían seguir con ese plan pese a lo que les hayan recomendado.

"Es importante tener flexibilidad para ajustar el ejercicio para que se adapte a uno mismo", dice Mansour. "Imagina que es un mapa, pero al final eres tú quien conduce el coche".

Tipo B

Este tipo de personas son más relajadas, pacientes y fáciles de llevar, lo cual puede acarrear el problema contrario a las personas de tipo A, plantea Mansour. Las personas tipo B pueden ser demasiado laxas respecto a sus rutinas de ejercicio, lo que puede impedirles conseguir resultados.

"Las personas tipo B suelen necesitar un horario de ejercicio, en especial si no prestan mucha atención a los detalles", explica la experta, y añade que quizá no quieren invertir tanta energía como deberían a sus objetivos de entrenamiento, sobre todo si les supone estrés.

Solución: Las personas tipo B deben obligarse a sí mismas a esforzarse más con el ejercicio. "Por ejemplo, yo propondría colocarse en la parte delantera de la clase si se está participando en una clase grupal", aconseja Mansour.

Las personas tipo B también suelen tener éxito en entornos creativos y colaborativos, de modo que un ejercicio que fomente esas habilidades puede resultar útil (¿alguien ha oído hablar de los deportes de equipo?).

Conclusión

Esto no pretende ser ni mucho menos una lista exhaustiva de los rasgos de personalidad, y existen muchas maneras de adaptar una rutina de ejercicio a tus necesidades independientemente de tu personalidad. Al final, tu mente y tu voluntad serán quienes determinen el éxito que tengas en una sesión de ejercicio (pequeño recordatorio: se recomienda hacer ejercicio durante al menos 150 minutos cada semana).

Si buscas otras opciones, echa un vistazo a estas rutinas de ejercicio según tu estado de ánimo. Además, aquí puedes leer más información acerca de cómo encontrar un ejercicio que se adapte a tu personalidad.

Nada debería impedirte alcanzar tus metas, y mucho menos tú mismo.

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.