Robbie Williams: "Encontraron anomalías, incluido algo en mi cerebro que parecía sangre"

Robbie Williams: "Encontraron anomalías, incluido algo en mi cerebro que parecía sangre"

El cantante se confiesa sobre los problemas de salud que le hicieron cancelar su gira.

Getty Images

Han pasado dos meses desde que Robbie Williams anunciase que había cancelado parte de la gira Heavy Entertainment Tour por "preocupantes" problemas de salud. El exmiembro de Take That lo contó en su canal de YouTube pero no quiso dar más datos sobre esa enfermedad.

No lo había querido hacer hasta ahora. Este miércoles 13 de diciembre el intérprete ha decidido abrirse en una entrevista con el diario británico The Sun y ha revelado cuáles fueron esos "preocupantes resultados médicos", que le llevaron a la UCI y a cancelar sus conciertos. Según cuenta, todo empezó el 2 de septiembre tras actuar en Zúrich (Suiza). Estaba en el backstage cuando empezó a sentirse mal. "Se me entumeció el brazo izquierdo y no dejaba de babear por un lado de boca", relata en el diario. "Tenía dolor de cabeza y también problemas para respirar", añade.

El cantante de 43 años cuenta que fue examinado por un médico y que le dijo que podía continuar con su gira, pero los síntomas seguían y voló a Londres para realizarse unas pruebas de emergencia. "Me hicieron análisis, y varios escáneres incluyendo de corazón y cerebro, y encontraron algunas anomalías, incluido algo en mi cerebro que parecía sangre. Eso, obviamente, me dio mucho miedo, así que la decisión [de ir a Rusia] ya no era mía y me enviaron directamente a la unidad de cuidados intensivos", explica el cantante de Feel.

Mi brazo izquierdo se entumeció y no dejaba de babear por un lado de boca.

El intérprete asegura que le resultó muy extraño pasar de estar en plena gira mundial a ingresar en cuidados intensivos, donde ni siquiera podía ver a su mujer, Ayda Field, quien se quedó en EEUU con sus hijos Teddy y Charlie, de cinco y tres años.

Williams asegura que no le faltaron los cuidados ni la compañía en la UCI, aunque confiesa que "estaba confundido y asustado". "Sabía que estaba en el lugar correcto y, quizás ingenuamente, sabía que todo iba a ir bien".

Tras siete días, le dieron el alta y después de un escáner final tuvo el permiso para volar a Los Ángeles (EEUU), donde lleva dos meses recuperándose. "Me dijeron que no hiciera nada estresante, solo dormir y cuidarme", explica el intérprete, que en septiembre habló en The Sunday Times sobre sus problemas pasados con el alcohol y las drogas. "Este trabajo es realmente peligroso para mi salud. Va a matarme", dijo entonces.

No está dispuesto que sea así. Después de este último episodio, el cantante está dispuesto a poner freno y así lo ha asegurado en The Sun: "Creo que me ha enseñado que tengo 43, no 23, y que necesito cuidar mejor mi mente y mi cuerpo".

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