Los migrantes llegados a España por mar se triplican en el último año

Los migrantes llegados a España por mar se triplican en el último año

Un informe de CEAR denuncia la actuación “improvisada y arbitraria” del Gobierno.

Un grupo de 51 personas desembarca en el puerto de Alborán, tras haber sido rescatado por Salvamento Marítimo, el pasado lunes.Carlos Barba / EFE

Es un fenómeno que las autoridades españolas parecen no querer ver: el pasado año, las llegadas a costas españolas de pateras con migrantes y refugiados se triplicaron con respecto a 2016, pasando de suponer el 2% de todas las llegadas por mar a Europa a casi el 13%. En total, han sido más de 22.000 las personas que se han jugado la vida en embarcaciones cada vez más precarias para llegar a nuestro país. En el camino, en el intento, murieron 223.

Estos datos forman parte de las conclusiones de un informe dado a conocer hoy por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), titulado Los muros invisibles tras la Frontera Sur, que analiza la realidad de distintos puntos de la costa andaluza así como Ceuta, Melilla, Canarias y Marruecos, los principales puntos de entrada y salida de migrantes. Más allá de los preocupantes datos -que dan cuenta de cómo se ha trasladado al oeste la ruta de los que escapan, taponada como está la vía más oriental de Turquía o Grecia-, CEAR denuncia la actuación "improvisada y arbitraria" del Gobierno al hacer frente a esta emergencia humanitaria. "Esta situación pide a gritos una nueva política migratoria que no convierta nuestras fronteras en lugares donde desaparecen los derechos de refugiados y migrantes", afirma Estrella Galán, secretaria general de CEAR.

Sus técnicos han comprobado que, pese al incremento en la llegada de migrantes, sigue existiendo una notable falta de información sobre su situación administrativa y hay además "graves dificultades" para que las personas que llegan a las costas españolas puedan pedir asilo, un trámite protegido por el derecho internacional. En Ceuta, por ejemplo, ninguna persona pudo solicitar protección durante el año pasado, revelan.

CEAR constata que las instalaciones portuarias son usadas como los calabozos, donde las personas migrantes son detenidas, pese a que "no reúnen las condiciones adecuadas ni cuentan muchas veces con intérpretes". Además, entienden que es "muy grave" que se utilice de forma sistemática las detenciones en los centros de internamiento de extranjeros (CIE) de las personas que llegan por mar, sin tener en cuenta su situación individual, así como que la legislación española establece la privación de libertad como último recurso.

Sin protección adecuada en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, los inmigrantes y refugiados están optando por rutas más largas y peligrosas (incluso en mitad del invierno) para llegar a nuestro país. Preocupante es, además, que esas travesías se hagan cada vez con más frecuencia con embarcaciones muy poco seguras, peores incluso que las pateras de madera que comenzaron a cruzar el Estrecho hace más de 30 años. Se están localizando lanchas a motor "muy precarias" y se multiplica lo que antes era una excepción, el bote hinchable de remos, de plástico, el que se usa para las piscinas y playas, de juguete a transporte desesperado que pone en serio riesgo a quienes a ellos se aferran. "Lo que para nosotros es un juguete para niños, al otro lado del Mediterráneo se convierte en el único medio que tienen muchas personas, menores incluidos, para tratar de buscar un futuro arriesgando sus vidas", lamentó Galán.

CEAR ha detectado, además, una falta de identificación adecuada de menores de edad no acompañados y una vulneración de la presunción de su minoría de edad. En muchos casos, dicen, los menores no cuentan con lugares específicos y deben compartir espacios con los adultos. También alertan de un repunte en la llegada de mujeres víctimas de trata, que llegan a Andalucía desde Nigeria, Costa de Marfil, Guinea Conakry o República Democrática del Congo. "La falta de identificación adecuada de víctimas de trata provoca que muchas de ellas queden desprotegidas. Además, las redes de trata instruyen a las niñas para que se declaren como mayores convenciéndolas de que así podrán continuar mejor su trayecto migratorio", concluyen.

PLAN URGENTE

Los expertos en migraciones y geopolítica coinciden en señalar que el repunte de la llegada de migrantes a España tiene varias explicaciones: que la ruta desde Libia se ha girado, ante el control intenso de las autoridades de Italia y el Frontex, que en el último año ha reducido la llegada de embarcaciones en la zona central del Mediterráneo un 57%; la mayor llegada de refugiados del África Negra, buscando el norte a pie; la menor vigilancia de las autoridades de Marruecos (bien porque sus efectivos están centrados ahora en protestas como las del Rif, bien como manera de presionar a la UE)...

En CEAR entienden que estos factores no van a cambiar en breve tiempo y, por ello, creen que es necesario que "el Gobierno elabore de forma urgente un plan de acción a nivel estatal que cuente con un protocolo para unificar la actuación ante la llegada de personas migrantes y refugiadas a costas españolas", y dar así respuesta a una situación "ante la que no se puede seguir improvisando". La frontera sur española tiene que dejar de ser un limbo en el que se desvanecen los derechos, reclaman. "La posibilidad de solicitar asilo para las personas que huyen no puede depender del puerto al que se llegue", concluye Galán.

Informe Frontera Sur. CEAR by El HuffPost on Scribd