Puigdemont defiende el independentismo catalán en Dinamarca y evita la extradición

Puigdemont defiende el independentismo catalán en Dinamarca y evita la extradición

"Votásteis a favor de la Constitución. ¿No debe ser respetada? ¿No es eso también democracia?", le espeta una profesora en mitad del debate.

El expresidente catalán Carles Puigdemont defendió hoy en Dinamarca las posiciones del independentismo, en su primera salida de Bélgica desde que huyó de España en octubre y que no alterará su situación, al rechazar el Supremo español reactivar la orden de arresto europea.

Puigdemont, propuesto hoy de nuevo como candidato a encabezar el gobierno catalán, aterrizó por la mañana en Copenhague rodeado por la incertidumbre sobre su estado penal y una posible solicitud de extradición desde Dinamarca, pero el panorama se despejó al no acceder el Tribunal Supremo a la petición de la Fiscalía española.

La noticia llegó poco antes de comenzar el coloquio "¿Cataluña y Europa, en una encrucijada por la democracia?" -organizado por la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Copenhague-, que provocó gran expectación mediática y superó el aforo previsto de 250 personas, con gente agolpada en los pasillos y sentada en el suelo.

Puigdemont, procesado en España por delitos de rebelión, sedición y malversación -entre otros-, se centró en la charla académica y no quiso referirse a las novedades políticas y judiciales, aunque estimo que habrá pronto un gobierno en Cataluña.

Las últimas noticias, apuntó, las comentará el martes, cuando cierra su agenda en Dinamarca con una reunión en el Parlamento con diputados de grupos de izquierda y una formación independentista de las Islas Feroe, territorio autónomo danés.

Agradeció vivir en la Europa del siglo XXI, donde se "valoran" igual las libertades de movimiento y expresión; y arremetió contra el Gobierno español. Tras afirmar que "la sombra de Franco es alargada en España", tildó el artículo 155 de la Constitución, que suspendió la autonomía catalana tras la declaración unilateral de independencia, de "eufemismo de facto del estado de excepción".

Madrid, sostuvo el expresidente, se "olvida" de que las fuerzas independentistas ganaron las elecciones del 21 de diciembre, "convocadas por el propio Rajoy", y que si el pueblo catalán no puede elegir a sus gobernantes, "entonces no hay democracia".

Es hora de negociar, de acabar con la represión y de encontrar una solución política para Cataluña, no judicial. Espero que un día prevalezca la voluntad de nuestro pueblo

"Es hora de negociar, de acabar con la represión y de encontrar una solución política para Cataluña, no judicial. Espero que un día prevalezca la voluntad de nuestro pueblo", afirmó en inglés Puigdemont en un debate propuesto por él mismo a la Universidad, según reveló hoy su organizador, el profesor Mikkel Vedby Rasmussen.

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  Carles Puigdemont, durante el coloquio.EFE

PREGUNTAS INCÓMODAS

Puigdemont fue recibido y despedido con muchos aplausos, pero también vivió momentos incómodos con las preguntas de los profesores Christian F. Rosbøll y Marlene Wind, sobre todo esta última, experta en las relaciones con la UE y muy mediática en el país nórdico.

Wind, que admitió "no saber mucho" sobre Cataluña y España y que pretendía "provocar", puso en duda su definición de "democracia" y la "legitimidad" del referéndum ilegal del 1 de octubre, con un 43% de participación, además de rechazar que se pudiera comparar a España con países como Polonia en cuanto al respeto al estado de derecho.

"Votásteis a favor de la Constitución. ¿No debe ser respetada? ¿No es eso también democracia?", dijo Wind, a quien Puigdemont contestó afirmativamente, aunque defendió que la Carta Magna no es inamovible y puede ser modificada si hay voluntad popular, además de sostener que España "es una democracia sobre el papel".

Puigdemont aseguró que la gran mayoría de los catalanes son "todavía proeuropeos", pero advirtió de que no pueden cerrar los ojos ante los "errores" de la UE, a cuyas instituciones acusó de usar diferentes estándares según los países.

Acusó además al presidente del Gobierno español de "violar los derechos fundamentales" de los catalanes y se preguntó si la "cobertura" que le han dado las instituciones comunitarias tiene que ver con que sus dirigentes sean de la misma familia política.

El expresidente catalán incidió en las similitudes en tamaño y población entre Cataluña y el país nórdico, reiteró la idea de convertir a aquella en "la Dinamarca del sur de Europa" y elogió su postura de respetar la voluntad de las poblaciones de sus territorios autónomos de las Feroe y Groenlandia.