Vergonzosa cena de ejecutivos en Londres en la que acosaron a las 130 azafatas

Vergonzosa cena de ejecutivos en Londres en la que acosaron a las 130 azafatas

Dos reporteras del 'Financial Times' se infiltran en un acto benéfico exclusivo para hombres en las que fueron manoseadas y asediadas.

Esta es la historia de una empresa contrató un grupo de chicas, hasta 130. Las necesitaba para una gala con empresarios, políticos y deportistas de primer nivel en el Reino Unido que, teóricamente, tenía como objetivo recaudar fondos para caridad. Y, sí, se lograron unos dos millones de libras pero, mientras se proyectaban imágenes de niños con tremendas necesidades básicas, los hombres que participaban en el evento -las mujeres no estaban invitadas, sólo contratadas- manoseaban y acosaban sexualmente a las jóvenes. Lo ha destapado el Financial Times.

El periódico envió a dos de sus periodistas de incógnito a la celebración del President's Club en Londres. Las azafatas tenían que usar unos cortos vestidos negros, con ropa interior a juego, antes de desfilar ante los invitados. Era orden de su patrón. Para recoger "fondos para buenas causas" como "recaudar dinero para los niños desfavorecidos", según apunta la web del President's Club Charitable Trust, se subastaron una noche en un club de striptease y un curso de cirugía plástica con la invitación "agregue picante a su esposa", entre otras cosas. También se podía pujar por asistir a un "almuerzo" con el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, y por "tomar el té" con el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney.

Según el Financial Times, la gala tenía dos presidentes conjuntos, el emprendedor inmobiliario londinense Bruce Ritchie y el empresario de artículos de lujo David Meller. La cena se celebró en el salón de baile del Hotel Dorchester de Londres y contó con la asistencia de 360 hombres de negocios, políticos y financieros británicos.

Las azafatas explicaron que varios de los presentes habían levantado sus faldas e incluso hubo uno que le enseñó el pene a una de las chicas. En una fiesta posterior, celebrada en una habitación más pequeña frente al vestíbulo principal del Dorchester, un hombre descrito como una prominente figura de la sociedad había agarrado a una de las jóvenes por la cintura y la atrajo contra su estómago. "Estas demasiado sobria", dijo el hombre. "Quiero que te despojes de tus bragas y baile sobre esa mesa", añadió, según el citado diario.

LAS CONSECUENCIAS

Conforme avanzaron las horas y el escándalo se volvió mundial, llegaron las consecuencias de esta noticia. La primera, que un alto cargo del Ministerio de Educación británico dimitió tras haber ayudado a organizar la polémica cena solo para hombres. David Meller era miembro no ejecutivo del consejo de dirección del departamento de Educación desde 2013.

En una intervención en la Cámara de los Comunes, la secretaria de Estado de Educación, Anne Milton, afirmó que la dimisión de Meller fue la decisión "correcta". También explicó que Johnson "no sabía nada sobre su inclusión" en la subasta, con cena exclusiva.

El Banco de Inglaterra subrayó por su parte en un comunicado que la institución "no aprobó ningún premio para sacar a subasta" durante la cena y señaló que Carney está "profundamente consternado" por lo sucedido.

Entre las firmas que "patrocinaron" algunas de las mesas del evento, según el Financial Times, estuvieron la compañía de publicidad WPP, una de las empresas que cotizan en el FTSE-100, la firma de inversiones y análisis de mercado CMC Markets, y la inmobiliaria Frogmore. Según el plan de asientos para la cena, al que tuvo acceso el diario, estaba previsto que participaran, entre otros, el director de inversiones de Barclays en Oriente Medio, Makram Azar, y el fundador del hedge fund Duet Group, Henry Gabay. También estaba prevista, la asistencia del recién nombrado subsecretario de Estado para la Infancia y las Familias, Nadhim Zahawi, y el miembro laborista de la Cámara de los Lores Jonathan Mendelsohn.

Un portavoz de Downing Street, despacho oficial de la primera ministra, la conservadora Theresa May, afirmó que la jefa de Gobierno se siente "incómoda" ante las informaciones que se han publicado sobre la cena y subrayó que se trata "de un evento al que ella no podría haber sido invitada".

Tras esta cadena de reacciones, el Presidents Club Charity Dinner anunció que cerraba sus puertas, tras haber ofrecido esta cena exclusiva para varones desde hace más de 30 años y convertirla en una de las citas sociales más destacadas de Londres.