Vistalegre II, un año después: radiografía del Podemos de 2018

Vistalegre II, un año después: radiografía del Podemos de 2018

¿Cuál es su plan para remontar en las encuestas? ¿Cómo está el partido internamente? ¿Qué temas relanzarán?

Pablo IglesiasEL HUFFPOST

"Unidad, unidad, unidad". Este grito salía de los ocho mil concentrados en la madrileña plaza de toros de Vistalegre hace un año. Podemos se desangraba internamente en una lucha cainita entre los sectores de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, con dos visiones diferentes sobre el rumbo de los morados tras las elecciones del 26-J.

Podemos es un fenómeno sin precedentes en nuestro país. Una irrupción en el panorama político nunca visto, que llegó a situarse en los primeros puestos en las encuestas y que hizo temblar al establishment. Rozó con los dedos el soñado sorpasso al PSOE, se propuso como socio de Gobierno, votó luego a 'no' a Pedro Sánchez, pactó más tarde una coalición con IU que no resultó como se esperaba...

Y ese espídico periodo que vivió España con dos elecciones también tuvo sus consecuencias internas. Por un lado, la visión más institucional y pro PSOE de Errejón, por otro lado el lado más ortodoxo y originario de Iglesias. Y el líder morado salió finalmente vencedor de Vistalegre II, consiguió el respaldo a su modo de hacer. Tocaba madurar.

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¿Cómo está hoy Podemos? Los morados han visto cómo el CIS no les quiere tanto como antes. El gran problema: Cataluña y la cuestión territorial. Su solución de referéndum dialogado se fue diluyendo conforme avanzaba la crisis catalana. Un punto intermedio que no le ha servido ni para ganar votos en Cataluña y que le ha penalizado en el resto de España.

La encuesta del CIS conocida esta semana les sitúa como el cuarto partido, con una intención de voto del 19%, dos puntos menos que lo conseguido en las elecciones (21,1%). Además, Ciudadanos les ha superado en la tercera posición y están a cuatro puntos del PSOE, su principal rival en el voto por la izquierda.

Eso sí, a pesar de este dato, en la dirección de Podemos han respirado porque han conseguido subir medio punto respecto al anterior barómetro -de noviembre del años pasado-. "Después de todos los titulares anunciando nuestra debacle, el CIS dice que subimos", decía el propio Pablo Iglesias tras conocerse los datos.

En la dirección de Podemos creen que pude ganar cualquiera las elecciones

Desde la dirección de Podemos, señalan fuentes moradas a El HuffPost, se hace este análisis un año después de Vistalegre II: "Después de unas primarias con récord de participación en la historia política de España, Podemos ha sido capaz de posicionarse como el partido de referencia de la oposición y la única fuerza capaz de plantar cara al PP". Esto se evidenció, a su juicio, durante la moción de censura contra Mariano Rajoy.

Siempre, añaden las fuentes, Iglesias y los suyos analizan con "prudencia" las encuestas -"tanto cuando nos dan por muertos como cuando subimos como en este CIS"-. La principal conclusión de este barómetro para Podemos es "que el bipartidismo es historia y que a día de hoy el tablero se juega entre cuatro fuerzas". "Puede ganar cualquiera", vaticinan las fuentes, que apostillan: "a pesar de los numerosos intentos de proclamar que este CIS sería una debacle de Unidos Podemos".

También en privado, miembros de Podemos reconocen cómo les ha afectado el tema territorial en las estimaciones de voto. "Cataluña nos ha hecho daño a corto plazo. Hay que tratar que no sea estructural", comenta un diputado morado a El HuffPost. Y una compañera parlamentaria también sostiene en una conversación fuera de los focos que el partido tiene que hacer "una lectura nacional de las cosas".

Las familias están apaciguadas, por lo menos en público

El grupo parlamentario precisamente fue uno de los que sufrió más cambios después de Vistalegre II. Irene Montero cogió las riendas de la portavocía en sustitución de Errejón. Un parlamentario hace este resumen: "Ahora el grupo funciona mejor. Las familias están apaciguadas, por lo menos en público".

Aunque los que quedaron escorados no lo ven tan claro. Muchos prefieren guardar silencio, confiesan, porque si hablan, los "machacan", dicen fuentes moradas enfrentadas con Iglesias. Un parlamentario arrinconado comenta: "Te dejan fuera del radar, y tú también decides quedarte fuera".

Te dejan fuera del radar, y tú también decides quedarte fuera

El margen para la crítica en público dentro del grupo de Unidos Podemos lo tienen escasamente los socios de Izquierda Unida, a su manera. Alberto Garzón ha pedido renegociar el acuerdo marco de la coalición porque tiene la opinión de que la izquierda debe reaccionar ya y reconectar con los problemas cotidianos tras estos agónicos meses monopolizados por Cataluña.

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La sensación que recorre también ahora entre los diputados de Podemos es que hay que "ponerse las pilas" tras el CIS, explican fuentes del grupo. Cataluña ha paralizado toda la actividad política durante los últimos meses, a los partidos les ha sido casi imposible poner otros temas sobre la mesa.

Por eso están intentando introducir nuevas cuestiones. Esta semana han lanzado con fuerza su propuesta de reforma electoral, que negocian ya con Ciudadanos. Los dos partidos han mostrado su buena sintonía en este tema durante la reunión que mantuvieron el pasado jueves. Además, esperan atraer al PSOE. Los morados saben que también puede hacer mucho daño a los socialistas quedarse fuera de esta reforma situándose junto al PP. Como dice una diputada: "Hay que volver a marcar perfil contra el bipartidismo".

El tema estrella: la reforma electoral

Podemos quiere que la reforma electoral sea uno de los temas estrella del nuevo periodo de sesiones en el Parlamento. Su intención pasa por adelantar a los 16 años la edad para votar, obligar a las listas cremallera y modificar el reparto de escaños -pasando de la ley D'Hont al sistema Saint Laguë-.

Si se aplicara este modelo, sería Ciudadanos el partido más beneficiado, ya que pasaría de 32 a 44 escaños. También saldría ganando Unidos Podemos, que tendrían 77 en vez de 71. El PSOE perdería un escaño, mientras que el PP sería el más perjudicado, bajando 15 escaños (de 137 a 122).

Además, los morados ya son conscientes de que hay que empezar a engrasar la maquinaria electoral. El año que viene será de infarto: andaluzas en marzo y europeas, municipales y locales un par de meses después. Por esto ya están trabajando en la celebración el próximo mes de un gran encuentro para tensar el músculo electoral bajo el macroniano nombre de En Marcha 2019. Quieren reactivar la agenda social en el debate público, lo que les beneficia electoralmente y despierta al electorado de izquierdas en un momento en el que la derecha domina el debate por el tema catalán. Por ahora aparcan el debate de los nombres y las listas para esos comicios.

Camino de las elecciones y de Vistalegre III.