El HuffPost, una puerta abierta a las minorías y la diversidad en tiempos de crisis

El HuffPost, una puerta abierta a las minorías y la diversidad en tiempos de crisis

Nos ha dado la oportunidad de que otras voces políticas expresemos abiertamente nuestros puntos de vista. Voces que hemos compartido un mismo espacio con activistas, economistas, jóvenes emigrantes, desempleados, artistas, sociólogos, etcétera.

Los diputados y diputadas que no formamos parte del Partido Popular o del PSOE también existimos. Contamos con una opinión propia y con alternativas a las políticas que aplica el Gobierno del Estado. Sin embargo, nuestra posición apenas tiene cabida en los medios de comunicación nacionales. Los titulares se reparten casi siempre entre las principales fuerzas políticas, mientras que nuestra voz apenas se escucha y nuestras iniciativas apenas trascienden más allá del territorio al que pertenecemos.

La ruptura de esa barrera ha sido, a mi juicio, una de las principales aportaciones de El Huffington Post en su primer año de vida. Nos ha dado la oportunidad de que otras voces políticas expresemos abiertamente nuestros puntos de vista. Voces que hemos compartido un mismo espacio con activistas, economistas, jóvenes emigrantes, desempleados, artistas, sociólogos, etcétera.

Entre todos hemos creado una comunidad que, poco a poco, ha ido creciendo hasta erigirse en uno de los espacios de opinión más diversos que existen entre las plataformas que conforman los distintos medios de comunicación digitales. Y formar parte de esa estructura es un honor y una responsabilidad para quienes creemos que en estos momentos existen más motivos que nunca para avanzar en la libertad de expresión y en la apertura de nuevas vías de opinión en una de las etapas más difíciles para los medios de comunicación.

Frente a las ruedas de prensa sin derecho a preguntas o el silencio prolongado de determinados políticos para eludir las preguntas incómodas se precisan nuevas vías a través de las que se canalicen las opiniones de quienes discrepan o de aquellos que tienen propuestas viables para atajar la sangría social y económica que se vive en este país desde que hace más de cinco años estalló una crisis que ha derivado en la mutilación de derechos y en una recesión global en los aspectos fundamentales de nuestras vidas.

Hoy jueves, 20 de junio, nos encontraremos en Madrid parte de las personas que hemos formado parte de la aventura iniciada hace poco más de un año por El Huffington Post. No ha sido una experiencia nada sencilla para quienes integran su plantilla, pero es un lujo para la comunicación, la diversidad y la libertad de expresión contar a nuestra disposición con una larguísima oferta de reflexiones que llevan la firma de personas que, lejos de contagiarse de la aflicción que propaga la propia crisis, aportan su granito de arena para que este país cambie, para que haya esperanza y confianza en un futuro que, en estos momentos, sigue siendo demasiado sombrío.

Mi enhorabuena para todos aquellos profesionales que forman parte de El Huffington Post, para los casi 400 blogueros que conviven en este espacio de opinión y para todos aquellos valientes que han emprendido en los últimos años un nuevo camino en una de las profesiones más castigadas por la crisis económica. Nuevos caminos que llevan la firma de periodistas recién licenciados o de profesionales que se han reinventado para seguir desarrollando en otras plataformas lo que mejor saben hacer.