¿Fuman las chicas de forma diferente?

¿Fuman las chicas de forma diferente?

img alt="chicas" src="http://i.huffpost.com/gen/3161514/thumbs/n-CHICAS-medium.jpg" Las chicas no fuman igual es una obra de presupuestos pequeños creada con mimo por Lucía Miranda para contar cómo los adolescentes sufren y se enfangan en el maltrato machista. Cómo les cuesta verlo y salir de él, porque las estrategias son parecidas -si no son las mismas- que las que ven en los adultos que los educan y de los que aprenden

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Imagen cedida por La Cuarta Pared

Se acaba de estrenar en la Cuarta Pared de Madrid la obra Las chicas no fuman igual. Es una obra de presupuestos pequeños creada con mimo por Lucía Miranda para contar cómo los adolescentes sufren y se enfangan en el maltrato machista. Cómo les cuesta verlo y salir de él, porque las estrategias son parecidas -si no son las mismas- que las que ven en los adultos que los educan y de los que aprenden. Esa educación sentimental que ahora pasa por la radifórmula y el consultorio de emoticonos (carita, carita, carita, corazoncito, corazoncito, ramo de florecitas) en el guasap. La canción elegida para amenizar la obra no es inocente. Es el hit Baby one more time de Britney Spears, que incluye el verso "hit me baby one more time" en su estribillo, cuya traducción literal es "golpéame una vez más", aunque se supone que la traducción figurada es "enamórame una vez más".

A pesar de ser una obra corta, va más allá. Porque cuando acaba, reta a los espectadores a salir a escena, asumir el rol de cualquiera de las chicas que fuman de forma diferente y tratar de darle la vuelta a la situación. Así, algunos espectadores comprueban sobre el escenario y en su propia piel lo difícil que es dar esa vuelta, cambiar la situación, incluso yendo con las mejores intenciones y los mejores pertrechos.

Se necesitan actores y actrices de raza para que la obra funcione e interese tanto en su formato convencional como en el momento en que el público sale a escena. También se necesita gran capacidad para encarnar estos personajes con verdad, tanto cuando saben lo que va a pasar como cuando tienen que reaccionar a lo desconocido, improvisar. Este espectáculo los tiene y los ha encontrado en un grupo de jóvenes que acaban de terminar su formación actoral. Sin duda, son la gran baza para que quien se siente delante de ellos se sensibilice (si aún no lo estaba), entienda el problema y por qué cuesta tanto acabar con algo con lo que, como sociedad, queremos terminar, ya que la historia sigue.