Las sospechosas coincidencias del 'caso Neymar'

Las sospechosas coincidencias del 'caso Neymar'

Casualidad o no, los hechos justifican los temores de un club culpable de su propio desgobierno pero consciente del significado de tantas (sospechosas) coincidencias. Algunos deben de estar muy interesados en el desprestigio del Barça. No hay nada más político que el deporte rey.

AFP

"Es cansino. Esto no es sólo un ataque al Barcelona, es un ataque al país, a Catalunya". Fueron las palabras de Jordi Cardoner, vicepresidente del FC Barcelona, ante la apertura del juicio oral contra el club.

Tiene razón el directivo azulgrana. El tema cansa. Y aburre. Como cansan la opacidad de los traspasos y los montajes número-matemáticos de los clubes para presentar unas cuentas siempre positifas. Muy del estilo del fútbol nacional. Maquillaje aquí, maquillaje allá, superávit, solvencia y presupuestos de platino. Como el Dépor. #ThisIsFootball. #ThisIsSpain.

Es una evidencia que las prácticas financieras del club catalán no deben distar mucho del resto de clubes top europeos. Como también es cierto que la sanción de la FIFA es la máxima expresión del postureo asociativo de altas esferas. El Barcelona no debe ni puede sentirse una víctima, pero sí una especie de cabeza de turco. El club era tan adúltero como el resto, pero la deshonra y el castigo han caído únicamente sobre sus hombros.

Cardoner puede parecer desmesurado cuando incluye a Catalunya en el paquete y recuerda los argumentos del mejor Jordi Pujol en el caso Banco Catalana: "el Estado está contra el país". Pero si se valora en qué momento el aparato jurídico ha disparado contra el club este 2015, la conclusión no deja de ser sorprendente. Quizás el caso Neymar sea una herramienta perfecta para desestructurar al club catalán y difuminar las penas madridistas. Las guerras de cloacas existen mucho más de lo que pensamos, y el palco del Bernabéu es una pasarela de empresarios y políticos invitados por la mano de Florentino. Mano que recogió la vergüenza de la resolución Castor, por cierto.

2 febrero: El fiscal Perals pide imputar a Bartomeu por el caso Neymar

El día anterior, el Barcelona había remontado el partido frente al Villarreal (3-2). El equipo recibió elogios por su capacidad de competir y por su transformación desde la crisis de Anoeta.

27 febrero: La fiscalía de la Audiencia pide al juez procesar a Bartomeu

Tres días antes el Barcelona había asombrado a Europa entera con una primera parte perfecta en la ida de los octavos de la Champions frente al City (1-2). Messi lució como pocas veces antes como playmaker. En Madrid, el modesto Schalke alemán casi humilla al equipo de Ancelotti (3-4).

14 marzo: Bartomeu, Rosell y el Barcelona serán procesados

La noticia saltó a pocos días de jugarse el futuro del equipo en Europa y en la Liga: la vuelta frente al City y el Clásico en el Camp Nou.

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El lunes posterior a la derrota del Madrid en Barcelona (2-1), la noticia saltaba en los periódicos.

13 abril: Abogacía del Estado pide 2 años para Bartomeu y 6 para Rosell

La operación 30 puntos empezaba a dar sus frutos. El Barça acusó la presión del Madrid empatando en Sevilla dos días antes (2-2); y con la ida de los cuartos de Champions en París dos días después.

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El Barça se clasifica holgadamente para la final de la Champions y el Madrid fracasa en su asalto a la Undécima. El día siguiente, el caso Neymar vuelve a aparecer a escena.

Casualidad o no, los hechos justifican los temores de un club culpable de su propio desgobierno pero consciente del significado de tantas (sospechosas) coincidencias. Algunos deben de estar muy interesados en el desprestigio del Barça. No hay nada más político que el deporte rey.