El Primero de Mayo: lucha por tus derechos

El Primero de Mayo: lucha por tus derechos

Los sindicatos queremos reiterar la necesidad de impulsar un gran acuerdo, que integre a las fuerzas políticas y a los interlocutores sociales y que tenga como únicas prioridades el empleo y la reactivación económica basada ésta en la igualdad y la cohesión social, para lo que resulta necesario fortalecer las prestaciones sociales básicas y establecer un suelo de gasto de protección social para garantizar los derechos y los servicios públicos fundamentales.

ANTONIO BERNI

El Primero de Mayo se celebra con la convicción cada vez mayor y más ampliamente extendida en la sociedad, del fracaso de las políticas económicas sancionadas por la Unión Europea y por los gobiernos nacionales para hacer frente a la crisis económica. España tiene la tasa de paro más alta de los países desarrollados. Los datos de la última EPA, 6,2 millones de desempleados reflejan con contundencia un fracaso del que llevamos advirtiendo desde hace tres años.

Las instituciones financieras internacionales nos han llevado a esta situación y las recetas que están imponiendo no tienen otra finalidad que sanear los balances bancarios. Poco importa si eso se hace a costa de perpetuar la crisis económica, incrementar la desigualdad y la desatención de las necesidades sociales básicas de millones de personas, con el consiguiente incremento de la pobreza y de la exclusión social.

Europa está perdiendo sus señas de identidad, por ello en el Día del Trabajo exigimos una Europa más democrática y social. La Confederación Europea de Sindicatos demanda un Tratado sobre la Europa Social, que incorpore un Protocolo de Progreso Social, incluya un Marco Europeo de Negociación Colectiva y de Relaciones Laborales, apueste por un cambio del modelo productivo basado en la igualdad laboral y salarial entre hombres y mujeres, y la eliminación de todas las formas de discriminación.

Igualmente, el sindicalismo europeo defiende que el Banco Central Europeo (BCE) respalde la deuda pública de los países, la modificación de las políticas de austeridad por otras que promuevan el crecimiento económico sostenible y el empleo, el saneamiento del sistema financiero sin castigar a los contribuyentes.

Las organizaciones empresariales en distintos ámbitos sectoriales y territoriales vienen obstruyendo sistemáticamente los procesos negociadores con la finalidad de rebajar las condiciones de trabajo a lo mínimo o de alargar los procesos lo suficiente como para que se alcancen los plazos máximos de negociación para la renovación del convenio y de mantenimiento de la ultraactividad impuestos en la reforma laboral y con ello, intentar imponer discrecionalmente las condiciones de trabajo. Esta situación está provocando que desde el pasado año haya aumentado exponencialmente el número de conflictos y tensiones laborales en las empresas. Denunciamos este proceder de las organizaciones empresariales y les requerimos a que den cumplimiento efectivo a las orientaciones y recomendaciones recogidas en los acuerdos firmados con los sindicatos.

Por su parte, el Gobierno incumple el Pacto de Toledo y no aplica los acuerdos alcanzados en materia de pensiones. Por ello, queremos mostrar nuestro total rechazo a las reformas unilaterales impuestas fuera del marco de revisión del Pacto de Toledo, que afectan a las jubilaciones parciales, a las jubilaciones anticipadas y que endurecen el acceso al subsidio de desempleo para mayores de 55 años, conduciendo a muchos trabajadores a la pobreza y la exclusión social, y combatiremos estas reformas hasta la recuperación de los requisitos y condiciones pactados en 2011.

Los sindicatos demandamos un gran acuerdo político y social para el empleo y la reactivación de la actividad económica, que promueva el cambio de modelo productivo y el mantenimiento y profundización en los servicios y prestaciones del Estado de Bienestar.

Alentado por la troika, el Gobierno viene aplicando desde los inicios de la legislatura un aluvión de recortes para la reducción drástica del déficit público en un horizonte temporal imposible de cumplir si no es a costa del empobrecimiento general del país y de la parálisis económica.

Los sindicatos hemos insistido en la necesidad de promover un cambio del modelo productivo, potenciando las actividades de mayor valor añadido. Apostamos por el desarrollo de políticas de estímulo al crecimiento y a la inversión, coordinando las actuaciones con la UE. Propugnamos una reforma fiscal integral para el reparto más justo de los sacrificios impuestos por la crisis, y para la inyección de recursos para el erario público. Demandamos una reforma financiera que restituya el crédito a las familias y a empresas en condiciones aceptables.

Los sindicatos queremos reiterar la necesidad de impulsar un gran acuerdo, que integre a las fuerzas políticas y a los interlocutores sociales y que tenga como únicas prioridades el empleo y la reactivación económica basada ésta en la igualdad y la cohesión social, para lo que resulta necesario fortalecer las prestaciones sociales básicas y establecer un suelo de gasto de protección social para garantizar los derechos y los servicios públicos fundamentales.