¿Gran coalición? No, no y no

¿Gran coalición? No, no y no

No hay caso. Ni posibilidad de acuerdo. "Ni por historia, ni por ideología, ni por políticas", ha resumido con su particular tríada el portavoz parlamentario del PSOE. "Entre el PSOE y el PP no puede haber coaliciones ni grandes, ni pequeñas ni mediopensionistas", ha insistido por triplicado Antonio Hernando.

Desde las que han forjado la Historia -Libertad, Igualdad y Fraternidad-, hasta las más prosaicas -salud, dinero y amor- las tríadas, los conceptos vinculados de tres en tres, son un recurso presente desde siempre en la historia del pensamiento, la religión, la filosofía o el arte -cualquier aficionado a la fotografía sabe encuadrar siguiendo la 'regla de los tercios'-.

Tres son los poderes del Estado según la división de Montesquieu -legislativo, ejecutivo y judicial-, tres los reinos de la naturaleza -animal, vegetal y mineral-, el Padre el Hijo y el Espíritu Santo de la invocación católica y tres son los Reyes Magos que están a punto de emprender viaje. Más terrenal, tres veces también -no, no y no- es la negación enfática con la que los socialistas respondemos al humo del falso acuerdo con el que la derecha, por un lado, y el populismo oportunista por otro tratan de enredar, verbo que empleo en la quinta acepción que recoge el diccionario de la RAE: "Meter a uno en empeño, ocasión o negocios comprometidos o peligrosos".

No hay caso. Ni posibilidad de acuerdo. "Ni por historia, ni por ideología, ni por políticas", ha resumido con su particular tríada el portavoz parlamentario del PSOE. "Entre el PSOE y el PP no puede haber coaliciones ni grandes, ni pequeñas ni mediopensionistas", ha insistido por triplicado Antonio Hernando.

"No, no y no", multiplica también por tres el adverbio quien esto escribe para reducir la cuestión a una palabra: nunca. Unos, noqueados en la lona, lo pueden pedir tantas veces como deseen. Otros, tratando de sacar brillo a un florete dialéctico que empieza a oxidarse, lo pueden invocar tantas veces como necesiten para sustituir los argumentos que no tienen. En todo caso y siempre, la respuesta será la misma: "No, no y no. Con vosotros, nunca".

El PSOE, convertido en objeto de deseo político, contempla desde su posición natural el centro del tablero, este ir y venir de invitaciones desesperadas por un lado e insidias interesadas por otro. Pero a los socialistas no nos gusta jugar a parecer lo que no somos como hace una derecha travestida de falso interés por nada que no sean ellos mismos, y unos lobos que ocultan su hambre de poder tras una piel de cordero que no engaña a nadie.

El PSOE se quiere, se gusta y se reconoce en el espejo sin ocultarse detrás de ninguna máscara, por eso rechaza los bailes de disfraces. Por favor, no insistan; salimos a ganar. No nos pregunten a nosotros, pregunten a los demás, porque nuestra respuesta será siempre la misma: ¿Große Koalition? Nein, nein, nein. Danke.