'¡Cállense, coño!'

'¡Cállense, coño!'

Viendo el debate público que se produce cada vez que el PSOE tiene que tomar una decisión de partido, más que un debate podríamos definirlo como ruido, teniendo en cuenta que cada uno da su opinión utilizando el altavoz que le permita ser escuchado por más gente, pero sin escuchar la opinión de los demás. Es imprescindible que alguien grite bien alto: cállense coño.

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Viendo el título del artículo seguro que la mayoría se habrá dado cuenta de mi enfado, estas líneas probablemente no me traerán ningún amigo nuevo, más bien todo lo contrario, muchos se sentirán molestos por sentirse aludidos. Recuerdo cuando en mi casa discutíamos, siendo cinco hermanos era muy complicado poner orden en las discusiones cuando subían de tono, por lo que mi padre tenía que recurrir a un recurso poco deseable pero imprescindible para conseguir el objetivo de tener un debate normal: un "cállense, coño" a tiempo podía evitar males mayores y conseguir que la discusión terminase con un debate normal en el que se pudieran sacar conclusiones.

Cuando veo el debate público que se produce cada vez que el PSOE tiene que tomar una decisión de partido, más que un debate podríamos definirlo como ruido, teniendo en cuenta que cada uno da su opinión utilizando el altavoz que le permita ser escuchado por más gente, pero sin escuchar la opinión de los demás. Es imprescindible que alguien grite bien alto: cállense coño.

En la generación de ese ruido nadie está libre de culpa, incluso yo a través de este artículo seguramente este ayudando a alimentarlo. Es curioso ver cómo los que critican que un líder territorial opine públicamente de un tema, también lo hacen posteriormente sin rasgarse las vestiduras, utilizando un altavoz o una expresión que le permita llamar la atención en mayor medida que el anterior.

En está dinámica también juegan un papel muy importante los seguidores de un líder u otro, y de la distintas posiciones, dándole visibilidad a través de las redes sociales y otras herramientas, como whatsApp, a las opiniones que comparten, criticando a la vez a los que utilizan los mismos medios para dar las suyas. Todo muy surrealista pero real como la vida misma.

Nadie puede dudar que el PSOE es un partido vivo y en el que se debate mucho, a la vista de todos está para la desgracia de la organización en su conjunto. Los que quieran interpretar mis palabras como una censura a las opiniones personales se equivocan, pero el PSOE tiene los suficiente mecanismos y órganos para que cada uno pueda decir lo que piensa, sin tener que generar tanto ruido, y si creemos que los espacios internos de debate son pocos o necesitan ampliarse y mejorarse, tenemos el camino de plantearlo en el documento de organización que se debatirá en el próximo congreso del partido.

A los que no comparten mi opinión sobre el silencio externo: en todas las familias se discute y existen discrepancias, pero todavía no he visto a nadie airearlas a través de las redes sociales.

Es cierto que las redes sociales y los nuevos medios de comunicación posibilitan que podamos hacer realidad la letra de una canción de Extremoduro: "Quisiera que mi voz fuera tan fuerte que a veces retumbaran las montañas", pero, una vez que hemos comprobado que es posible, recomendaría a todos que bajáramos un poco la voz porque el ruido, en muchas ocasiones, impide pensar y tomar las decisiones más adecuadas.

A los que no comparten mi opinión sobre el silencio externo voy a hacer un último intento para convencerles utilizando una comparación: en todas las familias se discute y existen discrepancias, pero todavía no he visto a nadie airearlas a través de las redes sociales. Si muchos consideramos al partido como una gran familia ¿por que actuamos de forma distinta a como lo hacemos en nuestra familia de sangre?

Y para terminar, solo quiero hacer una recomendación: debatan todo lo que puedan, porque ello es muestra de que una organización está viva, pero utilicen los canales y herramientas adecuadas para ello si en el objetivo final está el de mejorar la organización y tomar las mejores decisiones.