¡No hagan tanto ruido!

¡No hagan tanto ruido!

Si tomamos como cierto que la situación actual que estamos viviendo está provocada en gran parte por la crisis económica, sería mucho más lógico analizar esta y ver cómo podemos dar respuesta a los problemas que ha creado, en lugar de centrar toda la atención en cuestiones territoriales que no son el origen fundamental de la actual situación de deterioro económico y social.

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Foto: EFE

La situación política que vivimos hoy en España está provocada en gran parte por una crisis económica sin precedentes en la historia reciente, y que la mayoría de familias siguen sufriendo. Siendo esta crisis la razón, en parte, de la configuración del arco parlamentario salido de las últimas elecciones, no entiendo que se esté poniendo el foco en el debate territorial y no en las posibles soluciones de los problemas que la crisis ha causado a la mayoría de españoles.

Seguramente, la explicación de esta deriva tenga mucho que ver con la percepción en algunos territorios, que consideran que la situación económica de sus habitantes es consecuencia de nuestro modelo territorial, teoría a la que algunos han intentado dar fortaleza con la frase "España nos roba".

Si hacemos un análisis de cómo ha afectado la crisis a los distintos territorios, comprobaremos rápidamente que la solución no tiene que ver con la necesidad de un replanteamiento radical de nuestro país, en cuanto a su concepción. Para muestra, tenemos Extremadura, una tierra que ha vuelto a sufrir de forma terrible las consecuencias de una crisis, y no es la primera vez en nuestra historia. Sin embargo, el cambio de modelo territorial no está entre las prioridades de sus ciudadanos.

Es cierto que la crisis ha servido de justificación para que algunos planteamientos que parecían lejanos hayan pasado a ser posibles, como decía el economista referente de la derecha Milton Friedman:

"...sólo una crisis -real o percibida- da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. Creo que ésa ha de ser nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas vivas y activas hasta que lo políticamente imposible se vuelve políticamente inevitable."

Esta máxima del economista americano ha permitido a la derecha española poner en marcha reformas que han tenido como consecuencias recortes en los derechos a la población, consiguiendo que sus deseos, que en otro tiempo hubieran sido imposibles de cumplir, se hayan convertido en una realidad mediante la utilización reiterada de la frase que intenta justificarlos, pero que no explica nada: "No queda más remedio que tomar estas medidas aunque sean dolorosas". Pero esta crisis y esta máxima defendida por el economista Friedman también ha servido para que tomen alas las opciones independentistas en nuestro país, cuando hace pocos años era minoritario e impensable un planteamiento de este tipo.

Siguiendo la lógica que aplicamos los ingenieros hasta el extremo, si tomamos como cierto que la situación actual que estamos viviendo está provocada en gran parte por la crisis económica, sería mucho más lógico analizar esta y ver cómo podemos dar respuesta a los problemas que ha creado. Es imprescindible hablar de cómo devolvemos los derechos que han perdido los ciudadanos; cómo fortalecemos y protegemos nuestro modelo educativo y sanitario, para que ninguna crisis lo pueda debilitar; cómo cambiamos nuestro modelo productivo y económico para evitar que podamos sufrir crisis como la vivida hace poco... De todas estas cosas deberíamos estar hablando los que buscamos representar a los ciudadanos y dar respuestas a sus problemas. Es cierto que también tenemos que hablar del modelo territorial, pero creo sinceramente que nuestro país tiene otros muchos temas urgentes que algunos están dejando de lado. O mejor dicho, donde los medios de comunicación no están poniendo el foco. Porque no olvidemos que el PSOE, desde que se constituyó, el Congreso de los Diputados ya ha presentado treinta iniciativas.

Termino con una petición para el que me quiera escuchar: No hagan tanto ruido, que hay personas que se levantan cada día pensando en cómo solucionar los problemas que tienen.