Por un PSOE mayoritario y referente

Por un PSOE mayoritario y referente

Siento defraudarles, pero aunque el proceso de primaras en el PSOE es muy importante, hay otra cuestión que creo imprescindible para dar respuesta al problema principal al que se enfrenta la socialdemocracia, el socialismo y toda la izquierda en general: los efectos de la revolución tecnológica en el modelo productivo, cada día más visibles en la sociedad. Y no se está hablando nada de eso.

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Foto: EFE.

Seguramente este artículo tendría más éxito si me posicionara a favor de un candidato u otro en el proceso de primarias del PSOE, si me postulara como candidato o si pidiera congreso ya. Siento defraudarles, pero aunque creo que esos temas son importantes, hay otro que creo imprescindible para dar respuesta al problema principal al que se enfrenta la socialdemocracia, el socialismo y toda la izquierda en general, y que se demuestra con una pérdida constante de apoyo popular en la mayoría de países de Europa.

Según la información que da el propio PSOE en su pagina web: el partido fue uno de los primeros partidos socialistas que se fundaron en Europa, como expresión de los afanes e intereses de las nuevas clases trabajadoras nacidas de la revolución industrial.

El modelo imperante durante la revolución industrial ha empezado a cambiar a gran velocidad a través de un nuevo paradigma surgido principalmente de la revolución tecnológica. Se está modificando la forma de consumir, la forma de trabajar, la forma de relacionarse... Casi ningún aspecto de nuestra sociedad ha permanecido inmune a estos cambios.

Incluso el concepto industrial está cambiando, la mano de obra menos cualificada está siendo sustituida en el mejor de los casos por mano de obra más cualificada y en otros, por robots. En el futuro se vislumbra un modelo productivo muy distinto al que tenemos, donde la fabricación centralizada se transformará en otra más distribuida, gracias a las nuevas herramientas de fabricación entre otros elementos.

Los efectos de este nuevo paradigma son cada día más visibles en nuestra sociedad, en algunos casos generando conflictos: los derechos de autor ante la piratería, el conflicto de sector del transporte de personas con nuevos modelos como Uber o BlaBlaCar, el comercio tradicional con el comercio electrónico,... entre muchos otros que se están produciendo y los que están por llegar. También ha modificado la forma de trabajar: con la llegada del teletrabajo, el trabajo permanente conectados a través de las herramientas móviles o los nuevos espacios de trabajo que son compartidos por personal de distintas empresas.

Si el PSOE quiere recuperar su mayoría y ser referente, deberá hacer un planteamiento global que dé respuesta al nuevo paradigma y que garantice una transición razonable desde el viejo modelo al nuevo.

Este nuevo modelo se va implantando con mayor fuerza en las zonas urbanas y entre la población más joven. Curiosamente espacios donde el PSOE ha perdido más electorado.

Ante esto, ¿nadie se ha planteado que si el PSOE nació para dar respuesta a una clase trabajadora imperante durante la revolución industrial, si este modelo está cambiando, habría que hacer un planteamiento global para dar respuesta a los nuevos retos y la nueva sociedad?

Me sorprende que en la situación de debate que está viviendo actualmente el PSOE nadie haya hablado de esto, que a mi forma de ver es uno de los grandes problemas que tiene la socialdemocracia. De la respuesta que se dé dependerá el futuro de esta ideología tan asentada durante más de 100 años. Aunque puede que alguien lo haya hecho y haya quedado eclipsado por el debate más mediático sobre los candidatos, el procedimiento y los tiempos.

Si alguien pensó en algún momento que la respuesta a estos retos estaba en los nuevos partidos, con el paso del tiempo y su asentamiento en las instituciones, habrán comprobado que tampoco la tienen. Más bien al contrario: después de un año de actividad parlamentaria, ya habrían planteado, entre otras cosas, la modificación del reglamento del Congreso de los Diputados, más propia de las dinámicas y la sociedad de otro siglo.

Ante la teoría que he desarrollado en este artículo, algunos verán lagunas y lo justificarán con la fuerza con la que se mantiene el voto hacia la derecha, algo que demostraría que estos cambios no están afectando al reparto de votos. La fortaleza del voto de derechas en Europa vendría a reforzar la teoría desarrollada aquí, el voto se está refugiando en la opción ideológica que se resiste a entender y dar por buenos estos cambios imparables. Para muestra, el anuncio de Donald Trump de proteger a la fabricación tradicional en su país, algo que le ha reportado bastantes apoyos. La socialdemocracia se equivocaría si busca jugar el mismo papel que la derecha, porque ante la copia, los votantes siempre prefieren el original.

Si el PSOE quiere convertirse de nuevo en partido mayoritario y referente, deberá hacer un planteamiento global que dé respuesta al nuevo paradigma, pero que a la vez garantice una transición razonable desde el viejo modelo al nuevo.