10 cosas que no deberías decirle a una madre que acaba de dar a luz

10 cosas que no deberías decirle a una madre que acaba de dar a luz

Ahora que ese bebé tan mono que vivía en tu útero está fuera, toca enfrentarse a la abrumadora tarea de recuperar el físico. Las mujeres que acaban de ser madres ya tienen un físico, gracias. Tienen un cuerpo que ha servido para llevar, formar y fabricar otro cuerpo. No necesitamos recuperar el físico, porque nunca se fue.

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Las mujeres que acaban de dar a luz se enfrentan a muchas dificultades nuevas. Es un momento de alegría, pero también de agotamiento, de recalibración hormonal, de cambios físicos y de la agitación que conlleva añadir un miembro más a la familia.

La gente suele tener buena intención, de verdad, pero a veces dice unas cosas...

1. ¿Vas a ir a por otro?

¡Pero, por Dios, si acabo de tener a este hace menos de media hora!

2. Tienes mucho mejor aspecto ahora

Entonces, ¿cómo de horrible estaba durante el embarazo?

3. Supongo que el cuerpo cambia después de tener un hijo, ¿no?

Un poquito. Después de todo, ha crecido un ser humano dentro de mí.

La preocupación que sienten la mayoría de las mujeres embarazadas por el físico solo puede equipararse a la que sienten la mayoría de las mujeres después de dar a luz. Porque, ahora que ese bebé tan mono que vivía en tu útero está fuera, toca enfrentarse a la abrumadora tarea de recuperar el físico.

Las mujeres que acaban de ser madres ya tienen un físico, gracias. Tienen un cuerpo que ha servido para llevar, formar y fabricar otro cuerpo. No necesitamos recuperar el físico, porque nunca se fue.

Aun así, es difícil saber cómo vestirse y cómo llevar un cuerpo que tiene ciertas características que nunca antes había tenido, como la piel flácida en la zona de la tripa, que, en palabras de la escritora Anne Lamott, se desparrama a tu lado "como un cachorro" cuando te tumbas en la cama.

No llames la atención. Si tienes que decir algo, bastará con un "te veo genial".

Las mujeres que acaban de ser madres ya tienen un físico, gracias. Tienen un cuerpo que ha servido para llevar, formar y fabricar otro cuerpo. No necesitamos recuperar el físico, porque nunca se fue.

4. Tienes cara de cansancio

¡Y tú de maleducado!

5. Cualquier crítica hacia el bebé

¿Os acordáis de lo que decía Tambor en Bambi? "Si al hablar no has de agradar, te será mejor callar". Las mujeres que acaban de parir han pasado por nueve largos meses de incomodidades para traer al mundo a su pequeño, y están muy orgullosas de él.

Me da igual si el bebé al que estás mirando tiene granos, está bizco o tiene la lengua bífida como una serpiente. Limítate a decir "oooh" y "miiira", o no digas nada.

Porque hasta los bebés que tienen cara de viejos son adorables a su manera.

6. Ahora, a por un niño/una niña...

Esto se le suele decir a los padres que tienen dos (o tres, o cuatro) hijos del mismo sexo. No hay que dar por hecho que la gente vive decepcionada por tener la casa llena de niñas o niños.

Me da igual si el bebé al que estás mirando tiene granos, está bizco o tiene la lengua bífida como una serpiente. Limítate a decir "oooh" y "miiira", o no digas nada.

Nunca pensé que tendría dos niños, y me encanta. ¿Que si voy a ir a por la niña? Ni hablar del peluquín. No es que hayamos descartado por completo la posibilidad de tener un tercer hijo (aunque no lo tenemos en mente), pero, si decidiera tener otro hijo, sería igual de feliz con un niño que con una niña.

7. ¿Duerme bien?

Bueno, se supone que tiene que comer cada dos horas, así que tú me dirás.

8. ¿Que no duerme bien? ¿Has probado a darle cereal de arroz/envolverle en una manta/ponerle ruido blanco/ponerle chupete/ponerle un capítulo de Juego de Tronos/dar saltos a la pata coja mientras haces gárgaras con limonada y recitas los elementos de la tabla periódica?

Porque recibir una avalancha de consejos que no has pedido es maravilloso.

9. ¿Qué tal de vacacio... digo... de baja por maternidad?

Ah, genial. Ayer me comí una caja de bombones y luego me fui a hacer la pedicura.

Ah, espera, no fue así. Me vomitaron encima tres veces; cambié 22 pañales y 4 pijamas, porque los pañales no siempre sujetan lo que deberían; volví a acumular una montaña de ropa para lavar; conseguí dormir un minuto entero; llevé al niño al pediatra por segunda vez en tres días porque tenía unas legañas raras y le di el pecho durante tanto tiempo que se me desprendió un trozo de pezón.

Ambas nos sentimos fatal. Yo sé que sigue pareciendo que estoy embarazada. Ella sabe que acaba de insultarme descaradamente. HORROR.

Me siento casi como si estuviera en Hawái bebiéndome un cóctel con sombrillita y todo, gracias por preguntar.

10. ¿Cuándo sales de cuentas?

Regla número uno: no preguntes eso constantemente. Por miedo a esta pregunta, siempre que salía de casa llevaba a mi hijo conmigo en un portabebés durante su primer mes de vida. Hasta que dejé de hacerlo.

Estaba en una tienda, mirando la sección de bebés, y una mujer mayor se me acercó y me dijo: "¿Cuándo sales de cuentas?".

A lo que contesté: "El niño está en el coche con su padre". Y el silencio incómodo que se hizo entre nosotras probablemente siga resonando por los pasillos de la tienda después de casi cuatro años.

Ambas nos sentimos fatal. Yo sabía que seguía pareciendo que estaba embarazada. Ella sabía que acababa de insultarme descaradamente. HORROR.

Entonces, ¿qué deberías decir en estos casos?

Pregunta cómo va todo. Dile a la futura madre que te alegras de verla. Recuérdale que estás ahí para lo que necesite.

¿Acabas de ser madre? ¿Cuál es el comentario más raro/desternillante/bonito que te han dedicado?

Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.