Enrico Letta y VeDro.it

Enrico Letta y VeDro.it

Letta ha recibido el encargo de formar Gobierno en Italia. Para saber más de su visión, conviene entrar en el portal www.vedro.it ('veré', en español), que se autodefine "como un 'think net' nacido para reflexionar sobre las declinaciones futuras de Italia y delinear escenarios provocativos pero posibles" para el país.

Enrico Letta, 46 años, ha recibido el encargo de formar Gobierno del presidente Napolitano, 87 años. Una decisión rupturista en un país en el que el peso de la gerontocracia política es tradicional. El número dos del PD, fuerza triunfadora en las elecciones, ha comparecido con su aspecto de intelectual ascético, y ha aceptado la difícil misión "con reserva", afirmando "no estar dispuesto a formar Gobierno a toda costa". De hecho, el programa del mismo se esbozó por el grupo de sabios nombrado por el presidente y se delineó en su dramático discurso tras su reelección.

Me preguntan quién es Enrico Letta. Compartí con él y con Giorgio Napolitano escaño y labor en el Parlamento Europeo, en clara sintonía con ambos sobre las cuestiones europeas. Tenía ya una amplia experiencia política, que le llevó desde una juvenil democracia cristiana a responsabilidades ministeriales en los gobiernos progresistas del Olivo de Amato, d'Alema y Prodi.

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Enrico Letta. Foto: MAURIZIO BRAMBATTI/EFE

Para saber más de su visión, conviene entrar en el portal www.vedro.it (veré, en español), que se autodefine "como un think net (una red de pensamiento) nacido para reflexionar sobre las declinaciones futuras de Italia y delinear escenarios provocativos pero posibles" para el país. Está formado por más de 4.000 personas: profesores universitarios, empresarios, científicos, profesionales, liberales, políticos, periodistas, escritores, directores de escena y del mundo asociativo. Forman parte de él exponentes tan destacados como Matteo Renzi, alcalde de Florencia y candidato a líder del PD y Angelino Alfano, mano derecha de Berlusconi en el PDL. Una respuesta de una generación que no quiere ser la generación X, sin esperanza ni perspectivas. Ahora le ha llegado el momento de poner en práctica sus reflexiones en un Gobierno de amplio espectro, es decir de concentración.

No está escrito que lo consiga y logre sacar a Italia de su estancamiento económico y su crisis política. Pero no se trata de un tema a tomar a la ligera o considerar caótico, como suele ocurrir por nuestros pagos. Es un tanto indignante que cubramos nuestras vergüenzas denostando sistemáticamente a los que más se parecen a nosotros, como los italianos y los iberoamericanos. Sobre todo cuando en el caso de Italia, nuestro destino compartido es tan largo. Ya hablaba Cicerón del acento particular de los senadores cordobeses de la Bética.

Mirando al presente y al futuro, nuestro destino económico es el más estrechamente ligado en la zona del euro y en la salida de la crisis, como ponen de manifiesto cada día las noticias al comparar ambas primas de riesgo. Por eso es tan importante que Italia consiga tener un Gobierno reformista decidido y estable. Es un país fundador de la Unión, su tercera economía y desde siempre un laboratorio de experimentos políticos para lo mejor y lo peor. Ahora, el grito de ¡basta! ante una situación inaceptable en lo político y lo económico requiere impulsar un programa de regeneración política. Puede ser conveniente declinar el Veré con Veremos.