In Memoriam Ángeles Martín, nuestros años mejores

In Memoriam Ángeles Martín, nuestros años mejores

"Alrededor de ella, nuestra agente, de su luz, de su compromiso, de su solidaridad, no había competitividad ni reservas".

In Memoriam Ángeles Martín, nuestros años mejores.Getty Images/iStockphoto

Un día cae en tus manos una foto antigua, te quedas mirándola unos segundos y sientes una punzada de melancolía al recordar a algunas de las personas que aparecen en la imagen. En una de esas viejas instantáneas que asoman de buenas a primeras por los cajones de mi casa comparto mesa con José Luis Serrano, Andrés Sopeña y Ángeles Martín, nuestra agente que, un minuto antes de mirar a cámara, había estado hablando por teléfono con Blanca Rosa Roca, nuestra editora.

De ese momento, único e inolvidable, partió para la eternidad, hace ya siete años, el inolvidable José Luis, que una noche de verano de 2003 me había presentado en su casa a Ángeles.

“Os vais a caer bien”, dijo al invitarme a la cena, y no se equivocó. Al día siguiente, Ángeles y yo viajamos juntos a Málaga. En el trayecto, hablamos de mil autores y de mil libros, bromeamos, nos reímos. Apenas unos días después, me llamó para animarme a que escribiera una novela cuyo argumento yo había esbozado por el camino. Le prometí que lo pensaría, pero ella, tan resolutiva, tan enérgica, no tardó en trazar el plan: “La semana que viene te vienes conmigo a Moaña y te encierras a escribir. Ese libro tiene que estar terminado para otoño”, sentenció.

En la cocina de aquella maravillosa casa gallega di forma a Yestergay, mi primera novela. Durante la promoción, sufrí una angina de pecho después de la presentación en Madrid. De pronto, me empecé a sentir mal y no sabía a dónde acudir. No tenía familia allí ni recordaba dónde vivía algún amigo. Llamé a la puerta de Ángeles, que me prestó los primeros cuidados, hasta que llegó el diagnóstico médico.

Ese piso era también la sede de su agencia. Allí conocí a grandes escritores, allí hice magníficas amistades, porque alrededor de la Martín los lazos afectivos se multiplicaban siempre. Disfrutaba poniendo en contacto a unos con otros, sentándonos a su mesa.

Alrededor de Ángeles Martín, nuestra agente, de su luz, de su compromiso, de su solidaridad, no había competitividad ni reservas. Todos éramos grandes amigos, como en esa foto que esta tarde, nada más conocer la noticia de su muerte, busco sin consuelo por mi casa.

Adiós, querida Ángeles. Siempre formarás parte de los mejores años de mi vida.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Miguel Fernández (Granada, 1962) ejerce el periodismo desde hace más de treinta y cinco años. Con 'Yestergay' (2003), obtuvo el Premio Odisea de novela. Patricio Población, el protagonista de esta historia, reaparecería en Nunca le cuentes nada a nadie (2005). Es también autor de 'La vida es el precio, el libro de memorias de Amparo Muñoz', de las colecciones de relatos 'Trátame bien' (2000), 'La pereza de los días' (2005) y 'Todas las promesas de mi amor se irán contigo', y de distintos libros de gastronomía, como 'Buen provecho' (1999) o '¿A qué sabe el amor?' (2007).