Las claves de la semana: Nunca es de momento... y siempre, según qué casos

Las claves de la semana: Nunca es de momento... y siempre, según qué casos

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Salvo que la muerte siempre sigue a la vida, todo está sujeto a cambio. La política no iba a ser menos. Quién esté libre de tránsito, que levante la mano. Derechas e izquierdas. Así que no se regocijen en si Pablo Iglesias juró por la memoria del 15-M que jamás entraría en un gobierno presidido por un socialista o en si Emiliano García-Page fue de los socialistas más beligerantes con los "podemitas" o si busca congraciarse con el "sanchismo". No es cuestión sólo de rojos o "morados". Ya saben aquello de Romanones de que en política decir "nunca" significa "por el momento".

La frase del liberal que por tres veces presidió el Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII vale para explicar la entente entre PSOE y Podemos por la que los "morados" han decidido esta semana entrar a formar parte del de Castilla-La Mancha, una oferta, que, por cierto, ya les hizo García-Page tras las últimas autonómicas y rechazaron, aunque prestaran sus dos votos para facilitar su investidura.

Page se garantiza estabilidad

Pues eso, que la política nunca fue cuestión de fotos fijas, sino de movimiento. Y si el PSOE ha pasado de demonizar a abrir una vía de diálogo permanente con Podemos porque Pedro Sánchez sabe que con el actual mapa político su partido no volverá a gobernar en muchos años si no es con apoyo de los "morados", Pablo Iglesias ha virado para ganar credibilidad institucional y desmentir a quienes aún le ven como un peligro para la estabilidad del país.

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La complicidad entre a quienes antaño sólo unía la desconfianza mutua y el rechazo a las siglas del contrario está en el ADN de la política. De algún modo, aunque ni mucho menos para justificar el actual contexto, lo ha dicho el asturiano Javier Fernández en un magistral discurso de agradecimiento tras recibir la Amuravela de Oro en Cudillero: "Creo en la duda y en la palabra. Las reivindico como requisitos para el diálogo y la política". Pues eso es lo que han hecho los de Iglesias y los de Sánchez en Castilla-La Mancha, después de dos años de declararse enemigos íntimos. Política, diálogo y apartar la fragosidad que tanto dificulta el acuerdo.

La primera consecuencia del deshielo es que Podemos asume por vez primera la responsabilidad de gobierno en una Comunidad autónoma presidida por el PSOE. ¿Conveniencia? ¿Responsabilidad? ¿Tacticismo? El secretario general de Podemos ha dicho que porque, en ocasiones, sólo gobernar garantiza el cambio. Pero, De momento, él suelta lastre de su sempiterna cuestionada credibilidad institucional; García-Page se garantiza la estabilidad hasta las próximas elecciones y los castellano-manchegos ganan unos presupuestos que incluyen un plan de infraestructuras educativas, la contratación de 415 docentes para el próximo curso escolar, un incremento de la ayuda a domicilio para dependientes y ocho nuevos centros de salud, entre otras cosas.

Podemos se desprende de la ortodoxia antiPSOE

Quizá el ex presidente de la gestora del PSOE no estaba al tanto cuando pronunció aquellas palabras de la negociación ya entonces abierta entre su partido y los morados, y es seguro que no aprueba el maridaje entre quienes compiten por la hegemonía de la izquierda, pero no podrá negar que ambos han decidido aparcar la confrontación y enterrar la dialéctica amigo-enemigo para pasar a la negociación y el acuerdo. ¿No era eso?

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Es pronto para saber si esto es un ensayo que puede tener réplica en otros territorios, pero para los de Iglesias rompe, de momento, con el elemento más fuerte de la disputa abierta con el "errejonismo" (implicarse en la responsabilidad de gobierno aún no habiendo sido primera fuerza política) y esquiva de paso la crítica de quienes, desde la izquierda, hablaban de su incapacidad para desprenderse de su ortodoxia antiPSOE.

El acuerdo, en el que Sánchez e Iglesias tuvieron que emplearse a fondo y en el que empezaron a trabajar hace quince días, crea un problema a Podemos por la izquierda con los anticapitalistas y al PSOE con lo que queda del "susanismo", si bien certifica la disposición de ambos líderes a sacar al PP de La Moncloa. Para saber a quién beneficiará y a quién perjudicará electoralmente habrá que esperar, pero los socialistas creen que les ayudará a congraciarse con el votante que le robó Podemos y los morados, que a ellos les sitúa en el plano de la moderación y les ayudará a crecer por encima de sus actuales 5 millones de votos.

Un pacto de ¿gobierno? sin consulta a la militancia

De lo que no hay duda es de que la experiencia abre un nuevo espacio de entendimiento a nivel nacional, que es el que el secretario general del PSOE defendió antes y durante las primarias del PSOE y que le enfrentó al Viejo PSOE. Sobre lo que sí hay debate interno es sobre si el acuerdo ignora los nuevos Estatutos aprobados en el 39 Congreso, ya que no será refrendado por las bases socialistas, como si hará Podemos.

La intención de Ferraz era cumplir a rajatabla con lo que dice el artículo 53.2 del sobre las consultas a la militancia: "En todo caso, será obligatoria la consulta a la militancia, al nivel territorial que corresponda, sobre los acuerdos de Gobierno en los que sea parte el PSOE o sobre el sentido del voto en sesiones de investidura que supongan facilitar el gobierno a otro partido político".

Y así se le trasladó desde la Secretaría de Organización del PSOE a la dirección regional de Castilla-La Mancha tanto porque había que cumplir con la promesa de hacer partícipes a los afiliados de las decisiones políticas de especial transcendencia como porque consideraba que Gacía-Page podría así poner en valor su decisión y marcarse un tanto al ser el primer barón en convocar una consulta.

Lejos de convencerle los argumentos de Ferraz, Page defiende que lo alcanzado con los morados no es un pacto de gobierno, sino un nuevo capítulo del acuerdo presupuestario alcanzado hace dos años, roto hace uno, reconstruido ahora y en virtud del cual él ofrece a los de Iglesias la entrada en el Ejecutivo y ellos aceptan.

Salvado, por falta de Reglamento

Al final, y como consecuencia de la falta de desarrollo reglamentario de las consultas a la militancia pendiente aún de redacción, Page evitará el voto de las bases, pero trasladará, tal y como le ha exigido la Ejecutiva Federal, que traslade información precisa sobre el acuerdo a todas las agrupaciones locales para que sea debatido y validado de forma colectiva igual que se hizo en el para que las asambleas locales se pronunciaran sobre la candidatura de Ángel Gabilondo a la Comunidad de Madrid.

Lo dicho: nunca quiere decir de momento... y siempre parece sinónimo de "depende de los casos" cuando se habla de consultas a los militantes. Todo sea por la paz orgánica.