El tajante mensaje de Bielorrusia a los que temen el despliegue de armamento nuclear

El tajante mensaje de Bielorrusia a los que temen el despliegue de armamento nuclear

"Directa y grave".

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. Sergei Grits / AP

El Gobierno de Bielorrusia ha justificado la necesidad de reforzar sus capacidades defensivas ante las "legítimas preocupaciones" que tiene en materia de seguridad y ha tachado de "exageradas" las reacciones internacionales al despliegue de armas nucleares tácticas rusas, anunciado el sábado por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

El Ministerio de Exteriores bielorruso ha afirmado en un comunicado que, "durante los últimos dos años y medio", desde las controvertidas elecciones de agosto de 2020 que revalidaron el mandato de Alexander Lukashenko entre sospechas de fraude, el país ha sido víctima de una presión política y económica "sin precedentes" de la que culpa a los países de la OTAN y la UE.

Se considera objetivo de una injerencia "directa y grave" en asuntos que son únicamente internos con el objetivo de cambiar el régimen político en Minsk, mientras en cambio los países de la OTAN fronterizos con Bielorrusia "acumulan" capacidad militar.

"Ninguna novedad", sostiene Minsk

Es en este contexto en el que el Gobierno de Lukashenko enmarca el último acuerdo con Rusia para el despliegue de armas nucleares tácticas, que no considera "ninguna novedad". Ha alegado que la colaboración en este ámbito con Moscú no supone en ningún caso una violación de los compromisos internacionales, en línea con la tesis que también han defendido las autoridades rusas durante estos últimos días.

"Más de 150 armas nucleares tácticas estadounidenses se almacenan en los países europeos miembros de la OTAN y se han preparado más de 250 aviones para su posible uso", ha advertido el Ministerio de Exteriores de Bielorrusia, criticando el supuesto doble rasero de Occidente a la hora de valorar la reforzada alianza entre Putin y Lukashenko.

Por este motivo, ha llamado a todas las partes a pasar de la retórica de la confrontación a un diálogo "constructivo" y de "respeto mutuo" con el que se pueda garantizar la seguridad no sólo de la región, sino también de todo el mundo.