Hay que investigar el papel de Rusia y Siria en este bombardeo a un colegio

Hay que investigar el papel de Rusia y Siria en este bombardeo a un colegio

Llevamos mucho tiempo viendo cómo se viola el derecho internacional. Llevamos mucho tiempo viendo cómo los colegios son escenario de guerra y cómo los niños participan en ella. Si no hacemos que los culpables asuman la responsabilidad de sus actos, la situación volverá a repetirse.

ANADOLU AGENCY VIA GETTY IMAGES

LONDRES - Cada vez hay más pruebas de que las fuerzas militares conjuntas de Rusia y Siria han cometido un crimen de guerra al bombardear un colegio de un pueblo controlado por los rebeldes de la provincia de Idlib en el que se ha acabado con la vida de docenas de alumnos y profesores. Podría tratarse del bombardeo a un colegio con más víctimas desde el comienzo de la guerra civil siria en 2011.

A principios de este mes, un informe de la ONG Human Rights Watch sugiere (basándose en entrevistas y en fotografías) que hubo bombarderos rusos y sirios sobrevolando la zona de Haas aquel día. Ahora se han publicado imágenes recogidas por satélite que sirven de prueba para verificar que, en efecto, los dos países estaban detrás del ataque.

Human Rights Watch informa de que las imágenes revelan el resultado del bombardeo en el edificio principal del colegio, en las paredes del patio y en varios edificios más pequeños del recinto. Los ataques aéreos mataron a más de 40 personas, la mayoría niños.

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Una clase del colegio de Haas después del bombardeo del 26 de octubre.

El pueblo de Haas está controlado por una alianza de grupos rebeldes en contra del presidente sirio, Bashar al-Assad. La prensa de Siria, controlada por el Estado, confirma que ha habido ataques contra los rebeldes de Haas, pero omite el bombardeo al colegio. El Ministerio de Defensa ruso negó los ataques hacia el pueblo rebelde. Pero, según la cadena rusa RT, financiada con dinero público, dicho ministerio ofreció su apoyo a la realización de una investigación internacional para que los hechos salieran a la luz.

Deberíamos hacerles responsables y pedirles que expliquen las pruebas presentadas en el informe de Human Rights Watch.

El Ministerio de Defensa ruso afirma que no había daños visibles en los tejados de los edificios del colegio. Pero, según HRW, incluso en las fotos que proporcionó el Gobierno ruso pueden verse daños "que coinciden con los ataques aéreos" que no se veían en las imágenes tomadas por satélite meses antes.

Las imágenes captadas por satélite también concuerdan con varias grabaciones. El vídeo que puede verse más arriba, publicado por la oficina de prensa del Ejército Revolucionario de Siria, revela la presencia de un avión de ataque SU-24 por encima del colegio. En un segundo vídeo, publicado por el Centro de Prensa Kafranabel, puede verse cómo cae un objeto que provoca una explosión.

Los únicos ejércitos que realizan ataques aéreos en Siria con aviones SU-24 son el de Rusia y el de Siria. Además, en el bombardeo del 26 de octubre también se utilizó la munición que la Fuerza Aérea Siria había utilizado al principio de la guerra y durante la operación militar conjunta con Rusia que comenzó en septiembre de 2015: un tipo de bombas que se detonan en el aire, cerca del suelo, para aumentar el daño de la explosión.

En respuesta a la continua matanza de civiles sirios, la Misión Permanente de Canadá ante las Naciones Unidas ha presentado una solicitud poco común para que los 193 Estados miembros se reúnan en la Asamblea General para "proponer medidas conjuntas para presionar a los países violentos". 69 Estados miembros han firmado la solicitud de Canadá. La investigación que ha ofrecido Rusia también debería presentarse ante el Consejo de Seguridad de la ONU y se debería nombrar a investigadores independientes.

En palabras de Tony Lake, de UNICEF, si este ataque aéreo fue intencionado, se trata de un crimen de guerra. Este tipo de crímenes violan el derecho internacional humanitario cuando se cometen con fines delictivos, lo que requiere "acciones deliberadas o temerarias".

Si este ataque aéreo fue intencionado, se trata de un crimen de guerra.

El ataque a este colegio es uno más de los últimos bombardeos de los ejércitos de Siria y Rusia a colegios y hospitales sirios. Tal y como declaró el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, a principios de octubre: "Rusia y el régimen [sirio] le deben al mundo más de una explicación sobre por qué siguen atacando hospitales, centros médicos, mujeres y niños".

"Son actos que requieren ser tratados como crímenes de guerra e investigarse de manera apropiada y aquellos que han cometido estos actos deberían asumir la responsabilidad", afirma Kerry. "Es una estrategia para aterrorizar a los civiles".

Llevamos mucho tiempo viendo cómo se viola el derecho internacional. Llevamos mucho tiempo viendo cómo los colegios son escenario de guerra y cómo los niños participan en ella. Los colegios deben ser el lugar que siempre han debido ser: refugios donde los niños puedan aprender. Además, los niños nunca deberían estar en la línea de combate. Si no hacemos que los culpables asuman la responsabilidad de sus actos, la situación volverá a repetirse.

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Dos sirios frente a lo que queda del colegio de Haas, que fue destruido el 26 de octubre.

Este artículo fue publicado originalmente en 'The WorldPost' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros.