Divorcios en España: un 24% menos que antes de la crisis

Divorcios en España: un 24% menos que antes de la crisis

El número de divorcios creció un 0,7% en 2011 respecto al año anterior, según datos dados a conocer este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aumentan de nuevo las rupturas matrimoniales en contraste con la tendencia iniciada en 2007, cuando con el estallido de la crisis económica el número de divorcios y separaciones cayó en picado.

En 2011 se produjeron en total 110.651 disoluciones de matrimonios, un 0,3% más que en 2010. Por tipo de ruptura, en 2011 se produjeron 103.604 divorcios (un 0,7% más que en el año anterior), 6.915 separaciones (un 4,6% menos) y 132 nulidades (un 5,7% menos). Los divorcios representaron el 93,6% de las rupturas matrimoniales.

VER ESTADÍSTICAS DE NULIDADES, SEPARACIONES Y DIVORCIOS 2011 EN PDF.

A pesar de esta tendencia al alza, las cifras distan mucho de las de años previos. En 2006 se registraron 145.919 disoluciones de matrimonios. La coyuntura económica era otra y se acababa de aprobar la ley del divorcio exprés que disparó esta cifra. En 2007 se rompió la 'burbuja del divorcio' con una caída de casi un 6%. En 2009, la caída era ya de un 27%. Los últimos datos de 2011 todavía están un 24% por debajo respecto al año 2006.

 

"SE LO PIENSAN MÁS"

Carlos Herráiz, abogado de la Asociación de Padres Separados de Madrid dice "no creerse los datos de las estadísticas" y es tajante cuando se le pregunta sobre si la crisis afecta al número de divorcios en España: "Aquí no se divorcia ni el tato".

Herráiz recuerda que tras la aprobación de los 'divorcios exprés' separarse "en 2005 era un jolgorio” pero ahora “se lo piensan más".

El abogado explica que la percepción entre los compañeros de profesión es que el número de divorcios ha “bajado mucho”.

Han aumentado en cambio las “modificaciones de medidas”, es decir, las solicitudes para cambiar las condiciones del divorcio porque no se pueden cumplir.

Es lo que recomienda Herráiz en tiempos de crisis, solicitar este cambio, pero nunca dejar de pagar. "En estos momentos de crisis la asesoría jurídica es muy importante" y recuerda que si un padre no paga por dos meses consecutivos o en cuatro meses alternos, puede ir a la cárcel.

Pero hacer estos cambios de las condiciones del divorcio no resulta fácil. El abogado señala que para que un juez modifique las medidas “debe haber un cambio sustancial” y “estar en el paro no lo es”.

"Es sorprendente ver como muchos jueces dicen en las sentencias que estar en el paro es una situación transitoria", a pesar de que la persona acredite que tiene graves problemas económicos que le impiden pagar la pensión.

A esta asociación llama mucha gente que se ha quedado sin empleo. "Hay gente que te llama desesperada, casos de albañiles que se han quedado en el paro y te dicen: ‘me he comido el paro, la ayuda y no pago la pensión. Gano 400 euros y tengo que pagar 600’", relata.

Herráiz alerta de que "la situación es muy grave" y reivindica un cambio en la legislación “para adecuarse a las circunstancias económicas y no dejar al arbitrio del juez la fijación de la cuantía de las pensiones”.

"LOS PROCEDIMIENTOS SON MÁS ÁSPEROS"

Para Rosa Pérez Villar, abogada experta en derecho familiar, "cuando la situación personal no es buena el tema económico es un freno pero no un obstáculo insalvable".

Al igual que su colega de profesión, Pérez Villar señala que se ha producido un significativo incremento en las peticiones de modificación. "Efectivamente, los juzgados son duros a la hora de cambiar las condiciones", explica, "se debe acreditar un cambio sustancial y no es fácil".

La abogada también recuerda una reciente solución en los juzgados de Madrid que negaba la modificación de la cuantía de la pensión de un padre parado porque consideraba que no se trataba de una situación "permanente".

Además, el miedo a un futuro incierto en la coyuntura actual dificulta los acuerdos cuando una pareja decide divorciarse. "Los procedimientos son mucho más ásperos y complejos y las partes tienen el temor de que la situación se pueda agravar y empeorar la situación económica", afirma la experta en derecho matrimonial.

"SI PUDIERA, ME SEPARARÍA"

Querer y no poder divorciarse por la situación económica tensa las relaciones de pareja, pero la cuerda no se rompe. Juan Pedro Sevillano, psicólogo clínico, explica que "una menor capacidad económica de la gente hace que se contengan las tensiones en las parejas por la dificultad para poder separarse".

Para Sevillano, el paro no es en sí mismo un factor que haga aumentar las crisis de pareja pero sí puede "desatar un proceso en cadena por la frustración que se genera al no tener empleo".

"Estar en el paro puede desregular otras facetas de la vida de la persona como es la relación de pareja por la inestabilidad que se crea", explica.

Pero tomar la decisión de terminar con la relación puede no ser suficiente en tiempos de crisis. "En los últimos años he venido escuchando muchas veces el mismo argumento: 'si pudiera me separaría', pero cuando miran cómo será el panorama de después, el dinero les frena muchísimo y no cambian las cosas, sino que se retienen de forma crónica", cuenta el psicólogo.