EEUU vigiló a millones de ciudadanos controlando en masa sus registros telefónicos

EEUU vigiló a millones de ciudadanos controlando en masa sus registros telefónicos

Casa Blanca / Pete Souza

Podría ser un argumento de una película, pero no lo es. EEUU ordenó a una empresa de teléfonos y telecomunicaciones entregar todos los registros telefónicos de millones de clientes "de manera contínua, diaria" a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés). La información, una exclusiva del diario británico The Guardian, ha causado escándalo en EEUU, donde asociaciones de derechos civiles ha calificado la práctica como "más allá de orwelliana".

La información del rotativo británico viene acompañada de la orden oficial, dictada por un tribunal secreto el 25 de abril de este año y que permite al FBI pedir a la empresa Verizon datos en masa durante casi tres meses, hasta el 19 de julio.

No es la primera vez que se recopilan datos de clientes de empresas telefónicas, pero sí la primera vez que se tiene constancia de ello durante el mandato de Barack Obama. La orden es insólitamente expansiva, permitiendo al FBI recopilar los números de las dos personas participantes en una llamada, su localización, la duración de la conversación y otros datos personales. Lo único que no permitía era espiar el contenido de las llamadas, según The Guardian.

El acceso a registros telefónicos es habitual en EEUU o en España, pero siempre que tengan algún tipo de orden judicial detrás y estén destinados a controlar a sospechosos de algún delito. Tras los atentados del 11 de septiembre, el Gobierno de George W. Bush permitió de forma excepcional este tipo de vigilancia y de todos modos generó un gran debate público.

Obama, en cambio, llegó al despacho oval prometiendo ensanchar las libertades civiles o cerrar Guantánamo, pero bajo su mandato se han mantenido o endurecido las políticas de seguridad, que comprenden los derechos de los detenidos, el uso de los servicios secretos, los ataques con aviones no tripulados o la cárcel de Guantánamo, donde siguen más de un centenar de presos, decenas de ellos en huelga de hambre.

La posibilidad de un Estado policial, que controle a sus ciudadanos en sus actividades diarias, es un asunto ampliamente tratado por la literatura y el cine. Al arte se ha remitido la Asociación de Libertades Civiles de América (ACLU, en inglés), según informan Ryan J. Reilly y Matt Sledge en The Huffington Post.

Según ACLU, las informaciones reveladas por The Guardian son "alarmantes" y "más que orwellianas", en referencia a George Orwell y su célebre '1984', donde se describe una sociedad controlada a través de pantallas por el Gran Hermano, o el Estado.

El control de millones de registro es "una prueba más de hasta qué punto derechos democráticos básicos están siendo violados en secreto a demanda de servicios de inteligencia a los que no se les pueden pedir responsabilidades", dijo Jameel Jaffer, número dos del servicio legal de ACLU.

El senador demócrata por Colorado Mark Udall aseguró por su parte que "este tipo de vigilancia a gran escala debería preocuparnos a todos. Es el tipo de acción más allá de lo lógico que creo que los americanos consideran muy chocante".