Javier López (PSC): "No votaré a Juncker, los compromisos con los ciudadanos son innegociables"

Javier López (PSC): "No votaré a Juncker, los compromisos con los ciudadanos son innegociables"

PSC BAIX LLOBREGAT

ESTRASBURGO (ENVIADO ESPECIAL).- Javier López nació en Madrid, tiene 28 años y vive en un piso compartido. Aunque no lo parezca, es la descripción de un eurodiputado, el más joven de los 54 que se eligieron en España y el único que tiene el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en la Eurocámara. Su entrada en política se la debe, en parte, a la "Guerra de Irak, al Prestige y a las leyes educativas de la segunda legislatura de José María Aznar, que ayudaron a politizar a toda una generación", reconoce.

De líder de las juventudes del PSC pasará a concentrar su tiempo parlamentario en Empleo y Asuntos sociales, sustituyendo al histórico Alejandro Cercas. Aunque es cauto al responder, en su primer día en Estrasburgo ya se ha desmarcado del resto de la delegación socialista española. No va a votar por Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea. Aunque la socialdemocracia europea lo apoye a cambio de algunas condiciones y muchos de los eurodiputados del PSOE también.

-¿Por qué?

Muy sencillo. Durante la campaña electoral me comprometí a no apoyarlo. Para mí los compromisos políticos con los ciudadanos son innegociables. Si queremos que la política gane crédito hay que aplicar este principio.

-Su partido defendió como los demás que quien ganase las elecciones debía lograr la presidencia de la Comisión.

Que sea Juncker el candidato que ha propuesto el Consejo [la institución que reúne a los Gobiernos de la UE] me parece razonable. El PPE ha sido el partido más votado y el Parlamento Europeo ha impulsado el paso democrático revolucionario de escoger directamente al presidente de la Comisión. Pero hay 751 diputados en esta cámara. Entiendo que sea el candidato y respeto que pueda ser elegido, pero no lo será con mi voto. Imagino que varios grupos de la cámara encontrarán la manera de facilitar su investidura a cambio de condiciones, como se hace en los parlamentos, pero lo que yo quiero para mi ayuntamiento, para mi país, para España y para Europa es una coalición de izquierdas.

-¿Ha aceptado la socialdemocracia a Juncker sin contrapartidas? En algunos casos es paradójica la defensa que de él se hace ahora.

Es un problema de aritmética. Nosotros teníamos un candidato, Martin Schulz, y queríamos una mayoría clara para pilotar la salida de la crisis. No la obtuvimos. El PSOE tiene su propio debate y espero que al final compartamos posición. Es más, creo que acabará coincidiendo.

-¿Llegarán a pactos con Podemos?

Como más cómodo me siento es en el pacto con la izquierda. Lo hemos hecho en Cataluña y en Barcelona. Pero con Podemos ya llegamos a acuerdos. Se han elegido vicepresidentes del Parlamento, uno de su grupo político (Izquierda Unitaria). Yo le voté y el grupo socialista también.

-Ellos aseguran que se lo pensarán mucho antes de pactar con lo que llaman la gran coalición.

De facto, ya lo han hecho. Su grupo ha pactado las vicepresidencias del Parlamento Europeo con el resto de grupos y ha recibido 300 votos, cuando ellos sólo tienen 52.

-¿Usted es casta?

Yo soy un chaval de 28 años que comparte piso en el centro de Barcelona, que por primera vez es electo, que llevo desde los 18 años haciendo política. Y por política quiero decir también organizar la fiesta mayor de mi barrio, montar conciertos para gente joven, ser representante estudiantil, delegado de clase, miembro de la Junta de Facultad, en la universidad, comiéndome veinte y pico horas en autocar hasta Berlín para una manifestación por el empleo juvenil, docenas y docenas de concentraciones… eso es lo que soy. No me invento nada para venir aquí, sólo quiero defender lo que he defendido antes teniendo el mismo tipo de vida.

-¿Pedro Sánchez o Eduardo Madina?

Tendremos primarias en las que tengamos que escoger, algo que es muy importante por el paso en la participación que supone.

-El PSC parece tener más simpatías por Madina.

En el PSC hay opiniones de todo tipo, como en todas partes, está habiendo opiniones de todo tipo. Los dos están gustando mucho.

-¿Fue un error apoyar a Carme Chacón en el congreso que eligió a Rubalcaba? ¿Por eso la cautela?

El PSC dio libertad de voto, pero es natural que se apostara por ella, porque el conocimiento era personal y de trabajo juntos.

-¿Qué puede hacer desde la comisión de Empleo para contribuir a la salida de la crisis en España?

Flexibilizar y desrregular el mercado laboral, ganar competitividad sólo bajando los salarios es un desastre para Europa y las políticas de los últimos años, también. Esto no lo creamos para compartir el color de los billetes sino para compartir dignidad. Queremos políticas públicas que garanticen la dignidad, y eso sólo puede conseguirse a través de la solidaridad. El salario mínimo interprofesional es un ejemplo de por lo que yo quiero luchar en Europa.

-El salario mínimo europeo es una idea que Juncker defiende, curiosamente.

Sí, pero tuvo que retirarlo en campaña, porque parece que a Angela Merkel no le gustaba. Igual que los eurobonos. Pero me interesan más cosas: los derechos laborales, en especial de las mujeres o asuntos como la fiscalidad. Es una vergüenza que en Callao [Madrid] o en la Plaza de Cataluña (Barcelona) haya tiendas, que se anuncian en la prensa, y que pagan impuestos en Irlanda. Es incomprensible, y más dentro de la Unión Europea. Queremos recuperar el alma de Europa, que no era un mapa, ni unos tratados, ni un mercado común. Era una idea. El Tratado de la CECA (Comunidad Económica del Carbón y el Acero, embrión de la UE) no estaba terminado cuando los líderes tenían que firmarlo y ellos firmaron un papel en blanco. Lo importante no era el articulado sino la idea. Eso es lo que hay que recuperar, porque nos la han robado.

-¿"Nos la han robado" o la han vendido, en concreto la socialdemocracia?

No, en absoluto. Cuando se nos dice "ustedes estuvieron ahí los últimos cinco años" se olvida que estábamos en la oposición, que ha habido una mayoría aplastante de la derecha. Y la derecha ha ejercido su mayoría a raja tabla. Eso empieza a revertirse, pero del desaguisado que tenemos entre manos nosotros no somos responsables. ¿Hemos cometido errores en los últimos 10 años? Seguro. ¿Continuamos siendo la gran alternativa para luchar contra la austeridad y recuperar la idea de Europa? También. Además, somos los que podemos hacer participar a la gente en un proyecto que durante décadas han impulsado las élites. Eso hoy no es suficiente.

-Si hoy tuviera 17 años, ¿se afiliaría como entonces al PSC o a otro partido?

Me siento muy cómodo en la tradición socialdemócrata europea. Hemos cometido errores, no pasa nada por decirlo. Y algunos, graves, pero quien instauró la primera sanidad pública fue un Gobierno laborista, después de la Segunda Guerra Mundial. Quien ha impulsado los servicios públicos, las políticas de redistribución han sido los socialdemócratas, que han contribuido a construir un espacio de libertad y justicia. Me siento cómodo, y mucha gente también, aunque probablemente tengamos que cambiar cosas para volver a conectar con ellos. En cualquier caso, el socialismo va mucho más de unas siglas. Yo milito en una idea.