Estas son las concesiones a Reino Unido para evitar el 'Brexit'

Estas son las concesiones a Reino Unido para evitar el 'Brexit'

AP

Sigue el pulso entre Reino Unido y la Unión Europea, inmersos ambos en negociar puntos clave de su relación para impedir el 'Brexit'.

Este martes el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha presentado una propuesta de acuerdo con Reino Unido, que incluye concesiones al país como permitirle limitar los beneficios sociales de ciertos trabajadores comunitarios en su territorio, con la que pretende afianzar su pertenencia al club comunitario.

La propuesta, que cubre los cuatro aspectos en los que Londres había reclamado modificaciones en su relación con la UE -mercado único, inmigración de los ciudadanos comunitarios, competitividad e integración económica y política- es fruto de meses de trabajo y de los contactos entre Tusk, el primer ministro británico, David Cameron, y otros mandatarios europeos.

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Tusk y Cameron durante uno de sus encuentros en Londres

Con la propuesta de este martes se inicia el proceso de negociación a Veintiocho con el objetivo de llegar a un acuerdo en el Consejo Europeo de los próximos 18 y 19 de febrero. Este viernes se celebrará una primera reunión de los negociadores de los Veintiocho para empezar a trabajar sobre la propuesta y el jueves 11 habrá una segunda.

LOS PUNTOS NEGOCIADOS

La cuestión más espinosa, relacionada con los beneficios sociales de los trabajadores comunitarios que residen en Reino Unido, se ha resuelto finalmente con una fórmula que quizá no convenza del todo en Londres ni tampoco en otras capitales europeas e instituciones comunitarias, como el Parlamento Europeo, a la que se resta poder de decisión. Supondrá un "freno" de emergencia para los beneficios sociales de trabajadores comunitarios cuando la inmigración sea excesiva.

La propuesta de Tusk -que él mismo ha colgado en su perfil de Twitter con el siguiente mensaje: "Seguir o no seguir juntos, esa es la cuestión..."- recuerda que la legislación comunitaria establece que los ciudadanos de la UE gozan de libertad de movimiento y no deben estar sujetos a discriminaciones en el mercado interior, pero también apunta a que este derecho puede estar sujeto a limitaciones por diversas razones, incluido el que se someta a una presión excesiva a los sistemas sociales de un país.

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Sobre esa base y en conexión con las preocupaciones manifestadas por el Reino Unido, Tusk explica en la carta que ha remitido este martes a los Veintiocho que la Comisión Europea va a proponer cambios en la legislación comunitaria para incluir un mecanismo de salvaguardia con el que responder a situaciones excepcionales de entrada de trabajadores procedentes de otros Estados miembros.

Este "freno" de emergencia y la duración exacta de la aplicación del mismo aún tendrá que ser decidida entre los Estados miembros.

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Los 28 tienen que dar ahora el visto bueno a la propuesta de Tusk

Según la propuesta, el país de la UE que se encuentre en esa situación de emergencia podrá notificarlo a la CE y al Consejo, que tendrán que autorizar la activación de ese freno de emergencia, un aspecto que rechazan los conservadores del Reino Unido. El sistema propuesto reduce además el papel decisorio de la Eurocámara.

Los límites al acceso de trabajadores comunitarios a los beneficios sociales no podrán superar un periodo total de cuatro años desde que el afectado comience a trabajar en el país, lo que coincide plenamente con la propuesta que había puesto sobre la mesa Londres.

LA ECONOMÍA

En el capítulo económico, la propuesta incluye un mecanismo para proteger los intereses de los Estados miembros que no pertenecen al euro, como Reino Unido, pero sin darles derecho a veto ni permitirles retrasar las decisiones urgentes. Las condiciones exactas para activar este mecanismo también tendrán que ser discutidas en las próximas semanas.

La propuesta también recoge el compromiso de incrementar los esfuerzos para mejorar la competitividad y asegura que se evaluarán periódicamente los progresos en la simplificación de la legislación y la reducción de la burocracia para las empresas.

Incluye además las preocupaciones que había apuntado Londres en materia de soberanía nacional, integración política y subsidiariedad.

En concreto, proponer crear un sistema de "tarjeta roja" para dar más voz a los parlamentos nacionales, que podrán en el plazo de doce semanas, y siempre que reúnan más del 55% de los votos que tengan asignados (lo que en la práctica equivaldría a unos 16 parlamentos nacionales), hacer constar sus preocupaciones en materia de subsidiariedad en relación a propuestas de la CE.

El primer ministro británico, el conservador David Cameron, ha calificado este martes en su cuenta de Twitter de "verdadero progreso" el borrador de propuesta de Tusk, aunque ha reconocido que aún "queda trabajo por hacer" antes de convocar su prometido referéndum sobre la permanencia o salida del Reino Unido de la UE, previsto en principio para 2017.