Rajoy: "Las relaciones entre Aznar y yo son estupendas y no hay más que decir"

Rajoy: "Las relaciones entre Aznar y yo son estupendas y no hay más que decir"

EFE

Que no. Que no están enfadados. Que los zascas cruzados sobre falta de liderazgo o de horizontes claros para el PP, o incluso sobre los números reales del déficit, no quieren decir que se lleven mal. El presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado este jueves que "las relaciones" entre el expresidente José María Aznar y él "son estupendas". "Y no hay nada más que decir", ha zanjado.

Con esta frase ha respondido Rajoy, en un foro organizado por el Diario de Burgos, a dos preguntas que se le han hecho en el coloquio posterior relacionadas con el presidente de Faes.

La primera de esas preguntas ha sido la de por qué no ha invitado a Aznar a participar en su campaña y la segunda, si está molesto porque el presidente no le haya invitado este año al curso de verano de la fundación que preside, al que llevaba asistiendo desde que es líder del partido. "Las relaciones entre José María Aznar y yo son estupendas y no hay nada más que decir", ha sentenciado entonces Rajoy.

AZNAR NO HABLA DE SU COLEGA

Esta misma mañana, Aznar comparecía en un acto público en Madrid pero, en este caso, ha eludido pronunciarse sobre los roces de las últimas semanas con su sucesor al frente del PP. Ni media palabra de Rajoy, sólo alusiones generales sobre la deriva de España.

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José María Aznar y su esposa, Ana Botella, en la clausura de la I Semana Atlántica, en Madrid.

Aznar ha preferido alertar del peligro de caer en la "tentación" de pretender "polarizar y radicalizar" a los españoles ante las elecciones del 26 de junio, porque ha advertido de que en ese caso ganan siempre los mismos, "los peores". "Asaltar el Paraíso", en referencia a la intención de Podemos de "asaltar el cielo", es el camino más directo "al infierno del conflicto violento".

Ha avisado de que la "convivencia" está "seriamente comprometida" por los radicalismos, los populismos y los nacionalismos excluyentes por lo que ha instado a recuperar la "concordia" para evitar un "descarrilamiento histórico".

En la clausura de la Semana Atlántica organizada por el Instituto Atlántico de Gobierno que él mismo preside, Aznar ha sostenido que hoy se viven "procesos sociales y políticos de desagregación, de fractura y de discordia" y ha culpado de ello a la "desmemoria" consciente e "irresponsable" de dejar de prestar atención a lo que el pasado enseña.

En su opinión, el tiempo histórico que define a Europa y a España y que determina la "frontera moral" de la vida cotidiana fueron la segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil española. Pero advierte de que cada día están "menos presentes" las "enseñanzas de esos acontecimientos" y argumenta que tanto la Constitución española como las europeas, se asientan en la "amarga experiencia" que supusieron estos conflictos violentos y en la voluntad de erradicarlos para siempre.

LOS ADOQUINES Y LA PLAYA

Sin embargo, el que fuera cuarto presidente de la democracia española avisa de que hoy muchas de las cosas que se están poniendo en cuestión lo están "por ignorancia" y "por que se quieren desconocer". En este sentido, alerta contra los "radicalismos, los populismos y los nacionalismos excluyentes, la banalización de la política, el desbordamiento cotidiano de los límites del poder y la transgresión de la institucionalidad como costumbre".

En su opinión, estos son los "desafíos a la convivencia", que muestran actitudes lo bastante vulgares como para que se generalice la idea de que "es sofisticada" y "lo bastante antigua cmo para que pueda pasar por avanzada" y nueva ante quienes "no conocen su propio pasado". "El viejo infantilismo de que bajo el adoquín está la arena de la playa", concluye Aznar.