El fiscal Pedro Horrach abandona Anticorrupción para dedicarse a la abogacía

El fiscal Pedro Horrach abandona Anticorrupción para dedicarse a la abogacía

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El fiscal Pedro Horrach, pieza clave en la lucha contra la corrupción política en Baleares durante los últimos años, abandona el Ministerio Público. Tras finalizar la pasada semana el juicio del caso Nóos, el acusador tomó la decisión de forma definitiva y ayer se la comunicó al fiscal jefe de Anticorrupción, José Salinas, según han informado fuentes de la Fiscalía a Europa Press.

Horrach (Sa Pobla, 8 de septiembre de 1966), quien procede del Centro de Estudios Judiciales, fue nombrado por Orden Ministerial del 10 de marzo de 1993 Abogado Fiscal de la Adscripción Permanente de Ibiza. En 1994 fue nombrado en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, donde tomó posesión el 15 de julio de ese año. Se encuentra en el puesto 821 del escalafón de la carrera fiscal.

Estricto e incisivo, el fiscal ha liderado las principales pesquisas abiertas contra exaltos cargos como el expresidente del Govern balear Jaume Matas y, a sus instancias, han sido impulsadas causas como el caso Palma Arena -del que se desgajó el caso Nóos-, Son Espases y Scala.

"Pasos cortos, vista larga y bastante mala uva" son, de hecho, los requisitos que, según enunció Horrach al término del juicio por una de las numerosas causas de corrupción abiertas en Baleares, se necesitan para que éstas culminen "con éxito". A ello, añade que "se necesitan muchas horas de trabajo" y "presión investigadora".

Junto al juez José Castro, instructor del caso Nóos, ha protagonizado interminables jornadas de declaraciones y registros.

De hecho, desde que hace más de siete años estallase el caso Palma Arena, ambos se han prestado un apoyo y una colaboración incondicionales, llevando hacia adelante ambiciosas investigaciones en torno al enriquecimiento supuestamente ilícito de Matas, el presunto desvío de más de 50 millones de euros durante la construcción del velódromo Palma Arena, la financiación ilegal del PP balear o la contratación fraudulenta del arquitecto Santiago Calatrava para construir un Palacio de la Ópera.

La disparidad de criterios entre el juez y el fiscal anticorrupción en relación con el papel de la Infanta Cristina en el caso Nóos marcó un antes y un después en su relación profesional.