Obama visita una Grecia cuyo futuro pende de un hilo

Obama visita una Grecia cuyo futuro pende de un hilo

AFP

Obama ya está en Atenas. El presidente de Estados Unidos ha llegado este martes a la capital griega en lo que supone la primera etapa de su última gira internacional. Lo que encontrará es un país aún afectado por la crisis, la pobreza, el desempleo y, sobre todo, el hastío y la desafección política con el Gobierno y con la Unión Europea.

La primera jornada de Obama en Atenas ha comenzado con un recibimiento con honores militares, seguido de una bienvenida en el palacio del presidente griego, Prokopis Pavlópulos y una reunión y posterior rueda de prensa con el primer ministro, Alexis Tsipras.

En cuanto a la situación política y económica de los helenos, se espera que en sus entrevistas bilaterales Obama dé un espaldarazo a las aspiraciones de Grecia de obtener un alivio de su deuda pública. En una entrevista con el periódico griego Kathimerini, Obama ya abogó por un "alivio significativo" de la deuda griega. Además, la estancia de Obama en Atenas coincide con la llegada de los acreedores que reanudan este martes la segunda evaluación del programa de medidas asociado al tercer rescate.

MEDIDAS DE SEGURIDAD Y MANIFESTACIONES

El miércoles por la mañana Obama tiene previsto visitar la Acrópolis y ofrecerá también un discurso al "pueblo de Grecia". Según un adelanto de la Casa Blanca, usará ese discurso para hablar de los resultados de las elecciones en Estados Unidos y del Brexit, así como, a modo más general, de los beneficios y desafíos de la globalización, como ya hizo en septiembre en su última intervención ante la Asamblea General de la ONU.

La visita de Obama está rodeada de grandes medidas de seguridad, que incluyen el cierre del espacio aéreo griego desde el martes por la mañana hasta el miércoles por la tarde. Además, este martes, sindicatos, partidos extraparlamentarios y colectivos anarquistas han convocado manifestaciones contra Estados Unidos, autorizadas a celebrarse en dos puntos muy específicos del centro de la capital.

Los medios internacionales tienen la mirada puesta en esta visita pero, ¿cómo es la Grecia que se va a encontrar Obama? ¿Qué ha sido de los griegos, de su deuda y de su -dolorosa- situación política?

La deuda pública es del 180% del PIB

La deuda pública griega es del 180% del PIB del país. Esto supone un problema para Atenas, que ha recibido ya dos rescates y medio en forma de créditos baratos y, aún así la sostenibilidad de su endeudamiento está en el aire. A pesar de que la Eurozona y el Banco Central Europeo apoyan la idea de un tercer rescate, el FMI tiene serias dudas y reclama -ahora- una reestructuración ambiciosa de la deuda helena.

Es posible que una de las razones por las que el Eurogrupo y el Banco Central Europeo se nieguen a renegociar la deuda sea por el posible 'efecto contagio' de otros países de la zona. Según cuenta Claudi Pérez en El País, Atenas ha elevado la presión pero no parece que haya un acuerdo cerca ni se detectan signos de acercamiento. De momento, el BCE está presionando, pero se niega a comprar la deuda griega dentro de su programa de adquisición de activos hasta que la sostenibilidad de Grecia esté clara. El desplome de la economía griega deja claro que Atenas no puede devolver las ayudas recibidas, lo que hace más difícil la negociación del rescate.

El primer ministro, Alexis Tsipras, tan apoyado y querido antes y durante el corralito griego y el referéndum de julio del año 2015, ha caído de manera importante en las encuestas. Según Metron Analysis, si se celebrasen elecciones ganaría el partido conservador Nueva Democracia, seguido de Syriza y Amanecer Dorado.

Subidas de impuestos, recortes de las pensiones...

Unas de las razones de esta caída del partido izquierdista son la reforma laboral que tiene por delante y los paquetes de medidas pactadas con sus socios europeos. Entre ellas, un mecanismo de corrección para adoptar ajustes presupuestarios automáticamente cuando no se cumplan las metas de corrección del déficit, nuevas privatizaciones más aceleradas, la subida de impuestos indirectos y los brutales recortes a las pensiones. "Nos han pasado por la picadora y nos han triturado", aseguraba un pensionista en mayo de este año. Algunos han visto sus pensiones rebajadas a más de la mitad de lo que percibían. Miles de familias griegas viven gracias a las pensiones de los abuelos, algunas de menos de 500 euros al mes.

Además, Tsipras ha remodelado el Gobierno durante el último mes para facilitar la revisión del rescate. Así, ha reforzado el equipo económico y la cartera de Inmigración para llegar a un difícil equilibro entre las demandas del partido y las de los acreedores.

¿DÓNDE ESTÁN LAS AYUDAS SOCIALES?

Los recortes han afectado también a las ayudas sociales. "No sabemos dónde va ese dinero", cuenta Lambros Moustakis. Hace seis años Moustakis trabajaba en un hotel de Atenas. Habla cinco idiomas y conoce la ciudad como la palma de su mano. Hoy trabaja vendiendo un periódico (el equivalente a La Farola en España) y vive en un piso social pagado por la Unión Europea cerca de la plaza de Omonia. En el último año ha adelgazado alrededor de 25 kilos por la falta de ayudas para comer decentemente y cuida sus zapatos como si fuesen de oro. Son los únicos que tiene y no puede permitirse otros. Fue uno de los que vivió el 'no' a la austeridad con ilusión y esperanza y que, posteriormente, se ha dado de bruces con la realidad: ha dejado de recibir dinero del Gobierno para poder comer, teme que dentro de poco le quiten su casa y vive como puede gracias a la solidaridad de los griegos de a pie y a la ayuda de sus amigos mientras sigue buscando trabajo.

Cuando lo cuenta entre lágrimas, este griego de unos 90 kilos de peso, parece empequeñecer por momentos. Se le llena la boca cuando habla de "dignidad". "Es lo único que pedimos los griegos", dice, "por eso votamos 'no' en el referéndum". Es consciente de que su país mintió respecto a su economía al entrar en la UE, pero también lo es de que la deuda que tienen es impagable. "Yo no he vivido por encima de mis posibilidades, al contrario", se queja, "y nos siguen presionando hasta explotar".

SUELDOS REBAJADOS HASTA UN 50%

En la misma línea piensan Manolis y Stella Tyrakis, que en los últimos años han visto cómo su sueldo bajaba hasta un 50%. Él tiene dos trabajos: es funcionario cocinando en uno de los mejores hospitales públicos de Atenas y por las tardes hace traslados de turistas en la ciudad. Su hermana Stella es profesora de música y cantante. Sobreviven gracias a la ayuda de su familia y uno de sus mayores miedos es el futuro de sus hijos, de 16 y 24 años.

Cuando los tres hablan de la política griega, parecen cansados. Han perdido la esperanza que se palpaba en la plaza Syntagma la noche que ganó el 'no' a la austeridad el 5 de julio de 2015. La esperanza que pusieron en un partido que parecía diferente, Syriza, y que sigue amenazando un Estado de Bienestar que ya pende de un hilo, la esperanza en otros partidos europeos como Podemos o el Movimiento 5 Estrellas en Italia que hiciesen frente a la Troika, la esperanza en unos socios europeos que se niegan a reestructurar una deuda impagable mientras no saben gestionar la crisis de refugiados. Una crisis en la que Grecia ha sido una de las mayores afectadas por ser la principal vía de acceso al sueño europeo de los que huyen de la guerra. "Todo eso se empezó a ir cuando votamos 'no' y al final fue un 'sí' mucho peor de lo que nos esperábamos", explica Stella.

¿Conseguirá Obama algún cambio en la situación de Grecia? Según la agencia Bloomberg, la victoria de Trump ha atenuado las expectativas que se tenían de que la visita de Obama ayudase a conseguir un alivio de la deuda. La capacidad de Obama para influir en las negociaciones de los acreedores se ha visto limitada con la próxima llegada del magnate a la presidencia. Cabe esperar que la crisis griega siga durante un tiempo en la agenda internacional, junto al Brexit o la acongojante llegada de un presidente xenófobo, machista, ultraconservador y nacionalista a la Casa Blanca.

Guste o no Obama, seguro que se le echará de menos en EEUU. Y en Europa también.