La ira de las diosas

La ira de las diosas

Acaba de estrenarse la película 7 Diosas, una insólita y refrescante sorpresa que describe algunos censurables comportamientos masculinos y las repercusiones que desgraciadamente tienen en la vida de las mujeres.

5c8b30262300007f01245397

Este artículo también está disponible en catalán

La película india Angry Indian Goddesses (2015), literalmente, 'Diosas indias enfadadas', traducida con el ridículo e insípido título 7 Diosas, que devalúa y esconde su intención y sentido, tendrá probablemente tan poco público en la India como aquí, y por las mismas razones.

La película se inicia con un pequeño sketch sobre las dificultades laborales -a pesar de la valía profesional y la independencia de criterio que muestran en sus respectivas profesiones- a las que debe enfrentarse cada una de las dispares protagonistas por el mero hecho de ser mujeres; es decir, porque no forman parte de la habitual y perniciosa cuota masculina.

A continuación las encontramos reunidas en un escenario idílico en la isla de Goa los días anteriores a la celebración de la boda de una de ellas. Circunstancia que permite a la cámara mostrar tanto sus personalidades y diversidad como las relaciones que mantienen entre sí; quiénes son, cómo son. También sirve para desgranar o insinuar el rosario de agresiones sexistas que sufren, en mayor o menor grado y pena, tanto las indias como las mujeres de todo el mundo: comentarios violentos y asquerosos sobre su físico cuando pisan el espacio público, insinuaciones o requerimientos sexuales, comportamiento machista de la misma policía que las debería defender; así como la homofobia y la violación.

Con un preciso detalle y en pocos segundos, una de las protagonistas, la criada, desmonta el extendido tópico de que los hombres que violentan a las mujeres por la calle lo hacen «por culpa» de la forma de vestir que las mujeres eligen, cuando -lista y rápida como una centella- arguye que ella viste un sari y esto no impide que se metan con ella y la agredan.

Apresúrense porque seguramente durará poco en las carteleras y son muchos más los aciertos y las virtudes de 7 Diosas que sus hipotéticos defectos.

Criada que, con dos detalles o tres, muestra con toda claridad el clasismo que impera en la India entre castas. Impagable cuando en la iglesia tiene que sentarse en la última fila, a pesar de cierta complicidad que durante la película ha mantenido con las otras seis; o la «normal» crueldad de su ama en la escena que se enfada con ella.

El argumento y lo que muestra el film ha impelido a un crítico a decir que 7 Diosas «parece tener una función didáctica y ética para el público indio y una divulgativa, sociológica y antropológica, para el occidental». Como si las agresiones a las mujeres en nuestro rincón del mundo no fueran un continuo constante.

Seguramente es una mezcla de machismo y racismo lo que ocasiona que un crítico pueda presentar una realidad vivida, con más o menos crudeza, universalmente por cualquier mujer sin excepción, como algo que pasa «sólo» a algunas mujeres y lejos de aquí, en países lejanos, exóticos y remotos.

El racismo puede jugar malas pasadas. Confieso que personalmente me empujó a pensar, mientras la veía, que la película era una naif, superficial, lineal y simplista sucesión de momentos bonitos, coloridos y tiernos, que todo sería rosas y azúcar, que acabaría la mar de bien, e impidió que viera como se iba acercando y fraguando el drama --punto de inflexión de la película--, así como el particular Fuenteovejuna con el que termina el film.

A pesar de que la tragedia está anunciada desde el primer minuto en el sketch de presentación de la primera protagonista de esta película coral. Y apuntada con medida de vez en cuando: la actitud machista, violenta y prepotente de unos motoristas en la carretera, la violencia y la impunidad generales, los sucesos que se dice que a veces pasan en la playa.

Entonces te pones roja y «ves», empiezas a reconocer y a repensar los engranajes de reloj de precisión que hacen avanzar y, finalmente, girar el film. Cada elemento y pista se pone en su lugar y toma otro sentido; todo liga en un escenario que en un instante puede dejar de ser un paraíso y convertirse en un infierno.

¿Película redonda? No. Si van, ya lo verán, pero apresúrense porque seguramente durará poco en las carteleras y son muchos más los aciertos y las virtudes de 7 Diosas que sus hipotéticos defectos.

- La ira de les deesses (versión en catalán)